Cuestionario literario Álvaro Domínguez
A muchos de ustedes el nombre de Álvaro Domínguez –y esperamos no se tome a mal estas palabras- les resultará desconocido y, en cierta manera, es normal. Álvaro Domínguez es, hasta el momento, el escritor de trayectoria más incipiente que ha pasado por el cuestionario y, es precisamente, por el carácter incipiente y, sin embargo, merecedor de ser resaltado, que hemos decidido incluir a este joven gallego, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Santiago de Compostela, en nuestra serie de cuestionarios literarios. Álvaro Domínguez no es nuevo en el mundo de los libros: con sus 29 años, este escritor ha trabajado en la editorial Libros de la Ballena y se ha terminado su formación en la que, hoy en día, es una de las agencias literarias más reconocidas, Dos Passos. Con su vida estrictamente laboral, Álvaro ha alternado el arte de la escritura, un arte que comenzó a practicar mucho antes de adentrarse en el mundo literario/editorial, un arte que Álvaro siempre sintió suyo y que hoy siente todavía más. No sólo no duda en definirse como escritor, sino que, tras algún tiempo en Madrid, ha decidido regresar a Galicia para concentrarse plenamente en su carrera literaria. Y, cabe decir, que la carrera literaria de Álvaro Domínguez, independientemente de la visibilidad, ya comenzó tiempo atrás, vinculada sobre todo al género del relato corto y entrelazada con el periodismo literario: participó en amateurshotel.es, una revista cultural que buscaba dar voz y visibilidad a jóvenes artistas y que, gracias a una campaña de crowfounding, se materializó en un libro. Actualmente, Dominguez colabora puntualmente como crítico literario y, de hecho, es posible leer sus reseñas en Revista Vísperas. Sin embargo, si bien no debe desmerecerse ni infravalorarse lo hasta ahora anotado, lo que cabe destacar de Álvaro Domínguez es su producción literaria, una producción que, como hemos dichos, está estrechamente vinculada al género del relato corto así como, a nivel temático, se ha inscrito hasta el momento dentro de la literatura LGTBI. En efecto, los editores de Dos Bigotes no dudaron en apostar por Álvaro Domínguez, incluyéndolo entre los autores de la antología Lo que no se dice, en la que el joven escritor gallego compartía cartel con autores tan reconocidos como Luisgé Martín, Luis Antonio de Villena, Fernando J. López o Eduardo Mendicutti. Lejos de ser atenuada por estos nombres de reconocido prestigio, la voz de Domínguez sonaba con fuerza y con autonomía en esa antología, que nunca está de más volver a recomendar por su valor literario y por su compromiso social con la causa LGTBI. La inclusión en Lo que no se dice ha supuesto, hasta el momento, el mayor éxito –a nivel público y editorial- de Álvaro Domínguez quien, a lo largo de este verano, ha publicado una serie de relatos, siempre vinculados a la temática LGTBI, en La Cueva del Erizo (Público), compartiendo, en esta ocasión, espacio con Claudio Mazza (autor de Suburbana, publicado también en Dos Bigotes), Óscar Hernández o Sergio Sancor. Si bien es todavía pronto para definir críticamente la obra de Álvaro Domínguez, sí creemos que su trayectoria hasta ahora merece ser señalada en tanto que consideramos que se trata de un autor que, con una calma tan apreciable como poco común, está labrando un camino sólido dentro del género del relato y renovando –juntamente a los autores antes mencionados y con el formidable trabajo de la editorial Dos Bigotes– la literatura de temática LGTBI.
¿Cuál es su idea de felicidad perfecta?
Más que felicidad, yo aspiro a la estabilidad.
¿Cuál es su gran miedo?
La locura.
¿Cuál considera que es la virtud más sobrevalorada?
Respondería que la castidad, pero no estoy seguro de que se siga considerando una virtud.
¿En qué ocasiones recurre a la mentira? (en el caso que confiese mentir)
Siempre que me saque de algún atolladero. Pura supervivencia.
¿Se muerde la lengua antes de expresar determinadas opiniones por temor al qué dirán?
A veces me muerdo la lengua, pero no por temor al qué dirán sino por pereza, cuando no me apetece entrar en discusiones que no conducen a ninguna parte.
¿Cuándo fue la última vez que tuiteó o publicó algún comentario en las redes sociales con plena libertad?
La única censura que afecta a mis tuits y demás redes sociales es la que yo mismo me impongo. Y tampoco es que me censure demasiado.
¿Qué es para usted la libertad?
No tener que demostrar nada a nadie, y tampoco a uno mismo.
¿Siente el ser una persona reconocida públicamente le resta libertad con respecto a la persona anónima?
Tendría que verme reconocido públicamente para saber cómo se siente uno. De todas formas, desde el anonimato tampoco se es libre. Cada estado tiene sus propias limitaciones.
¿Hablar y expresar públicamente opiniones políticas o silenciarlas?
Siento un desprecio absoluto por quienes utilizan la censura como arma política.
¿Activismo público o compromiso privado?
Ambas posturas son respetables y necesarias. Hay quien considera el compromiso privado una forma de cobardía, pero no todas las personas tienen la libertad (volvemos a hablar de libertad) para expresarse abiertamente. Lo importante es contribuir, de la manera que sea, a cambiar las cosas que consideramos que están mal en el mundo.
¿Informarse o ser informado?
De nuevo, ambas. Informarse a través de los demás es otra manera de conocer diferentes puntos de vista. Eso sí, manteniendo siempre el espíritu crítico, cuestionando lo que nos cuentan y desarrollando nuestras propias ideas.
¿Qué es para usted y qué valor tiene la información?
Es la base del cuarto poder. Y del quinto. Y puede controlar o manipular a los tres primeros. La información lo es todo.
La cultura, ¿cuestión de esnobismo o conocimiento transversal?
El mundo de la cultura, cuestión de esnobismo.
¿Todo es cultura? O, mejor dicho, ¿qué no es cultura para usted?
Para mí cultura es hasta una película de Jennifer Aniston.
¿Sus referentes culturales son literarios, musicales, artísticos, cinematográficos…?
Soy escritor, mi madre es profesora de música y tengo una licenciatura en Historia del Arte, así que tengo referentes en cada ámbito. Pero lo cierto es que los principales son cinematográficos. O, mejor dicho, audiovisuales. No hay que olvidar la televisión.
¿Un autor para releer?
Kazuo Ishiguro.
¿Un autor recién descubierto?
Sara Mesa.
¿Una película, una obra de teatro o un espectáculo recientemente visto y que no olvidará?
Recientemente me he tirado casi un mes viendo cada día una película de James Bond por estricto orden cronológico. Son veintitrés en total. Nunca lo olvidaré porque ha sido como ver la misma película veintitrés veces seguidas. Dato curioso: los efectos especiales evolucionan con mayor rapidez que los tropos sexistas. Aprovecho para manifestar mi preferencia por el Bond de Daniel Craig; mi chica Bond favorita, Judi Dench.
La creación, ¿un arte, una pasión o un ofició que se puede aprender?
Depende del creador. Pido disculpas por mi ambigüedad, es que soy gallego.
¿Todos podemos escribir un libro?
Solo hay que saber escribir. La calidad del libro ya es otro cantar.
¿Todos podemos publicar?
Personalmente, considero fundamental la figura del editor. Pero sí, gracias a Internet y las plataformas de autoedición todos podemos publicar.
¿Todos podemos ser artistas?
No. Nadie puede ser cualquier cosa.
El éxito, ¿personal o profesional?
Personal, sin duda.
El éxito, ¿fama, dinero, reconocimiento o no necesariamente?
El éxito es llegar a un momento de tu vida en que puedas echarte en el sofá a escuchar música, leer o ver una peli sin que te preocupe tener que dejarlo para atender una obligación ineludible.
¿Cuál considera que es su gran logro?
Las amistades que he conservado a lo largo de los años.
¿Cuál es su lema?
Vodka Martini. Shaken, not stirred.