Juan Pablo Fusi: «Carecer de conocimiento histórico es casi como no tener derechos civiles»
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Cuando un joven se encuentra a las puertas de la Universidad, las dudas asaltan. La indecisión de qué centro elegir y qué disciplina o carrera profesional escoger se cierne sobre los alumnos. Ante estas incertidumbres, Juan Pablo Fusi, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y uno de los historiadores españoles más reconocidos ha tratado de arrojar luz y una mirada panorámica sobre su disciplina ante los estudiantes con los mejores expedientes académicos de bachillerato y ciclo formativo superior de formación profesional que congrega en Santander el XV Aula de Verano «Ortega y Gasset» Iniciación a la Universidad, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Con su ponencia La Historia como problema, una réplica al ensayo Historia como sistema del filósofo que da nombre a este encuentro, Fusi ha querido reflejar el hecho de que esta disciplina tiene «mucho de azar e imprevisible. El historiador aspira a dar una serie de argumentos causales pero en determinadas situaciones existen factores y hechos determinados por el azar», ha reconocido.
Fusi ha puesto en valor la importancia de la Historia, una disciplina multidisciplinar que ha catalogado como «compleja, siempre en movilidad y cambio». De esta manera, ha defendido que «carecer de conocimiento histórico es casi como carecer de derechos civiles. Hay que tener una idea clara de la circunstancia en la que uno vive. Como necesidad intelectual o cultural, el papel de la Historia me parece indudable», ha afirmado con rotundidad.
Ante esta complejidad y amplitud de su campo de conocimiento, el historiador de la UCM ha puesto de relieve la dificultad de tener «una visión global de todo lo que está ocurriendo. Seguramente sería un error de planteamiento» para él y sus compañeros de profesión. Al fin y al cabo, ha señalado, «la Historia es un teatro de situaciones. Hay que introducir la idea de que a lo más que se puede aspirar es a conocer un determinado número de situaciones y de problemas. Eso es lo que hacemos los historiadores».
Por otra parte, Fusi ha enumerado a los estudiantes las salidas profesionales de su campo, que vive una «transición muy acelerada, aunque no está en crisis», en la docencia, museos y archivos, mundo editorial y medios, instituciones que exigen la presencia de historiadores. A pesar de ello, no ha tenido reparo en reconocer que otras disciplinas de Humanidades «se han venido abajo por el cambio de percepción social sobre campos como la Filosofía y la propia necesidad de estos».
Finalmente, los alumnos le han preguntado por el impedimento de alcanzar la objetividad en el desempeño del historiador. «Hay una voluntad de objetividad y llevamos dos siglos en los que la Historia la escriben los historiadores y no los vencedores», ha afirmado. Sin embargo, ha concluido reconociendo que «la complejidad de los hechos históricos provoca la existencia de gobiernos que han utilizado de manera consciente la manipulación. La objetividad absoluta de un acuerdo sobre muchas cosas es posible, pero existen otros hechos que tienen tal carga moral que no es nada fácil poner de acuerdo a todo el mundo».
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Posiblemente equivocado, pero convencido, sigo afirmando que la historia como madre de todas las ciencias, tiene muchas facetas, muchos puntos de vista. Corresponde a todos conocerla y, si es posible, en la mayor cantidad de versiones sobre un mismo hecho. Quizás sea esto lo que la torna poco atractiva al neófito. pero… en verdad, sigue siendo la madre de todas las ciencias. Nada se puede abordad con seriedad, si no se pasa por ella.