La representación gráfica de la palabra: reflexionando sobre la tipografía
Dando un paseo por la red, dejándonos llevar por nuestra curiosidad y leyendo revistas, cada vez encontramos más con diseños vintage, que nos envuelven en nostalgia, con el isometric desing y su volumetría o con el, en ocasiones fatigoso, fenómeno Low poly que plaga los medios.
Mientras contemplamos las diferentes tendencias, sabemos que el ingrediente principal, el culpable de las sensaciones que experimentamos al visualizar cualquier diseño, obra de arte o banner publicitario, es el color. Pero, hay otra constante en diseño, principalmente en carteles y demás estados de la publicidad, que refuerza el carácter y se encarga de afianzar lo que nos pretende transmitir la tipografía.
Cartel de David Carson para el modelo de gafas Orbs de Ray Ban.
Creo necesario ahondar un poco y pararnos por un momento en el concepto de la palabra. Sabemos que es una unidad léxica que se refiere a una serie de sonidos, que adquiere un significado y que tiene un valor gramatical… Ahora bien, ¿Qué ocurre con su representación gráfica? ¿Acaso no estamos dibujando sonidos cuando escribimos letras? Lo mismo ocurre con típico ejemplo de la música. La disposición de las notas determina el valor del sonido. solo que en este lenguaje, no se mantiene un cierto “espesor semántico”, como diría Umberto Eco en su ‘Tratado de la semiótica general’ y es considerado como un sistema puramente sintáctico, es decir, no tiene significado como signo lingüístico.
‘Sin título’ Kurt Schwitters.
Fue precisamente ese componente sintáctico junto con el interés explicativo de los dibujantes de comics el principal impulso de incorporar en sus viñetas onomatopeyas que hacían referencia a algún sonido. Las mismas que Roy Lichtenstein se encargaba de descontextualizar convirtiéndolas en obras de arte. De este modo, la tipografía cada vez ha ido ganando un carácter más autónomo, sin tener que ir acompañado de una imagen necesariamente. Tan solo necesita una unidad de estilo acorde a lo que se quiera transmitir.
Portada de “Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols (11 de noviembre de 1977).
Por tanto, no es representación gráfica de la palabra atendiendo al arte de la tipografía, una forma de comunicación sencilla, ya que en con ella no solo se transmite la información expresada con el texto, sino que, ese texto, además tiene valores añadidos como son la propia disposición de éste, el color, y el carácter y valores concretos del estilo elegido. Es en esta elección donde reside la destreza en la labor del diseñador.
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Quien pudiera tener a roy en su habitación…