VOGUE like a painting
Por Paloma Rodera.
El Museo Thyssen de Madrid presenta una nueva exposición: VOGUE like a painting. Con el motivo de dicha muestra el museo ha lanzado la edición de su correspondiente catálogo junto a Ediciones Condé Nast. Se trata del encuentro que se propone entre la moda y la pintura a través de la fotografía. La comisaria es Debra Smith. Se trata de un total de sesenta y siete fotografías. Hay que decir que la edición del catálogo es exquisita, minimalista, muy conceptual, limpia y sencilla en su maquetación, jugando con el espacio en blanco de la página. Tras una portada impecable nos encontramos con los tradicionales agradecimientos entre instituciones, así como a otros, entre ellos Bulgari por su apoyo a la cultura.
En los primeros textos encontramos la firma del Ministerio de Cultura, Guillermo Solana y de Yolanda Sacristán (de Vogue España); para finalmente llegar a un delicioso esto de defensa de la concepción de la mujer a lo largo de la historia de la moda, así como una delicadeza suprema a la hora de establecer comparaciones entre pintura y moda a través de la imagen fotográfica. La pluma pertenece a Lucy Davies.
Una de las líneas destacables del texto que se dispone en estas páginas blancas es precisamente la idea de imagen tratada desde diferentes lenguajes artísticos, llegando a una comunión perfecta de este concepto en un trabajo híbrido. Sin duda de recomendada lectura para la reflexión de ideas y la conjunción de lenguajes que a priori solo se nutren de los otros por una cuestión de conveniencia, pero que esta propuesta que realiza el Thyssen se convierte en una convivencia simbiótica que enriquece la propia experiencia del espectador.
Continuación nos encontramos con un desfile de imágenes de Peter Lindbergn, Patrick Demarchelier, Nick Knight, Paolo Roversi, David Seidner, Erwin Blumenfeld o Steven Klein, entre otros.
Finalmente, siguiendo la línea de un elegante uso del espacio en esta publicación, encontramos un listado de las obras, a modo de títulos de crédito. Agradecimientos a modelos, investigadores, agentes y galerías, así como aquellos especiales; y unos créditos finales, que en una visita al texto que resulta ágil al lector, son consultados con curiosidad, al menos por una servidora.
Terminemos con las palabras de Helmut Newton: “Es como si necesitara ese tipo de disciplina, ese marco fijo… Creo que la página editorial actúa en mí como una especie de think tank o de laboratorio en el que pruebo ideas nuevas.”