XV Premio Corral de Comedias a José Luis Gómez: un hombre de teatro que siempre empieza… mañana
Por Horacio Otheguy Riveira
Tiene 75 años que no aparenta, nació en Huelva, Andalucía, empezó estudiando con las mejores escuelas de arte escénico de Alemania y Francia, países con cuyos hombres de teatro mantiene estable relación; es actor, director de escena, escenógrafo, buscador de perlas en el desierto, soñador en estado de vigilia, pragmático cuando sueña, vigoroso cuando se debilita, superhéroe cuando saca adelante proyectos que parecían imposibles…
… Académico de la lengua, director artístico del Teatro de la Abadía: y allí donde se le encuentra, se asoma con un discreto toque de teatro legendario, a veces distante, con aire de catedrático muy intelectual y otras veces muy transparente, al alcance de cualquier alma sensible, así que lo mismo él, “El Divino Gómez” o simplemente “El Gómez” guiñaría un ojo, o tal vez no, qué digo, lo mismo te miraría soberbio y arrogante, o quizás tampoco, te sonreiría con prisas porque está trabajando un texto nuevo, de un chico que empieza, y lo hace por la cuesta más dura, la del argumento complejo y la estructura dramática extraña.
Hablo de José Luis Gómez, un hombre de teatro con vocación universal y de eterno aprendiz, mezcla rara de divo distante y de sencillo hombre sabio con gotas de absolutista que todo lo sabe “entre comillas”, pues contesta sin dudar: “Si supieras las luchas que mantengo con mis inseguridades no dirías nada de eso”.
Es un grande del teatro español, un “monstruo sagrado” que se diría en Argentina o Francia, países fieles a sus ídolos, incapaces de dejar andar por la calle sin asaltarle a preguntas y pedidos de autógrafos a un tipo como “El Gómez”, el mismo que te emocionó con versiones atípicas de Brecht, Shakespeare, Beckett o Calderón de la Barca…
Un hombre de teatro que oscila entre lo clásico y lo posmoderno, o lírico exquisito que de pronto nos sorprende con 60 minutos de teatro excepcional, del que te deja para toda la vida bailando en el espacio, soñando despierto, las lágrimas a punto pero no, los escalofríos más hermosos, al interpretar Diario de un poeta recién casado (Juan Ramón Jiménez): una hora tan solo y un universo poético delicada y profundamente establecido en el corazón del teatro.
Mucho e importante ha desarrollado en el teatro nacional el talento de José Luis Gómez en todas sus facetas, pero escojo esta representación sobre una parte de Juan Ramón, por lo extraordinariamente sencilla y lo sencillamente genial: con muy pocos elementos trasciende la vida cotidiana, el alcance profundo de las emociones del genial poeta (1881-1958) y las pequeñas cosas de un universo pletórico de imágenes, de luces y sombras, de esperanzas y angustias para volver siempre al peculiar arcoiris del esperancista, del que jamás se resiste a abandonarse al desprecio de la voluntad de vivir.
“El Gómez” es mucho Gómez: entre los galardones que le han sido concedidos, cabe señalar los siguientes: Premio a la Mejor Interpretación Masculina del Festival de Cine de Cannes, por Pascual Duarte (1976); Premio Nacional de Teatro (1988); Cruz de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, otorgada por el Ministerio de Cultura de la República Francesa (1997); Cruz de Caballero de la Orden del Mérito de la República Federal Alemana, concedida por el Presidente de la República Federal de Alemania (1997); Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Ministerio de Cultura (2005); Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid (2006); Medalla de Oro de la Provincia de Huelva (2011); Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo (Comunidad de Madrid, 2014)
En cualquier caso, una nueva emoción para el mundo del teatro. El primero en la Academia. El primer y único actor, comediante, artista, histrión: baile de sinónimos para un hombre de teatro integrante de importantes centros académicos donde hasta hace muy poco tiempo se miraba esta profesión por encima del hombro. Ya hubo un antecedente en la Real Academia de la Lengua Española: Fernando Fernán Gómez, pero éste ya llevaba muchos años destacando como autor teatral, columnista de periódicos y escritor de novelas. Así las cosas, JLG da a su profesión el orgullo de entrar por la puerta grande nada menos que un actor-director-gestor de funciones propias y ajenas, gran colaborador de compañeros en creativo estado: un hombre duro, a veces muy blando, en cualquier caso un compañero de ruta que no se da por vencido, “aunque vengan degollando”.
José Luis Gómez: largo viaje hacia la luz
Desde muy joven se aplicó en estudios muy completos: en el Instituto de Arte Dramático de Westfalia, Alemania, y posteriormente en la Escuela de Jacques Lecoq, en París; asistió a clases de Lee Strasberg en Nueva York, y en Polonia con Jerzy Grotowski. Fue director del Centro Dramático Nacional y del Teatro Español, y produjo numerosos espectáculos hasta participar activamente en la fundación del Teatro de la Abadía.
Siempre ha gustado probarse a sí mismo en nuevos procesos, como cuando interpretó junto a Nuria Espert y Lluis Homar, la comedia negra Play Strindberg, de Dürrenmatt, o el ya mencionado Diario de un poeta recién casado, que cada tanto repone: estremecedora su palabra y pausados movimientos en medio de un gran espacio vacío cargado de exquisita poesía.
El próximo jueves 2 de julio se inaugura la 38ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro con la entrega del 15º Premio Corral de Comedias a José Luis Gómez, uno de las actores y directores más prestigiosos del panorama teatral y cinematográfico, artista incansable por seguir aprendiendo, formándose y descubriendo cada detalle sobre el oficio de la interpretación, a pesar de sus numerosos premios y su amplísima experiencia profesional, reconocida por toda la profesión teatral, cinematográfica y literaria. La ceremonia de entrega del premio tendrá lugar en el mítico y emblemático Corral de Comedias, a cuyo escenario José Luis Gómez se subirá una vez más (esta vez no como personaje, si no como premiado) ante un teatro repleto de amigos, familiares y gente de la profesión.
Tendrá en sus manos la nueva estatuilla con que se premia la labor de toda una vida, creada por uno o varios alumnos de la Facultad de Bellas Artes del campus de Cuenca y egresados posteriores a 2010, que presentaron sus propuestas escultóricas hasta el 12 de abril. Otros agraciados en el pasado: Julia Gutiérrez Caba, Francisco Nieva, Norma Aleandro, Josep Maria Flotats, Vanessa Redgrave, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Declan Donnellan…
Una vez más, el teatro se viste de gloria con renovada vitalidad al homenajear a extraordinarios hombres y mujeres de teatro que han sabido aportar luz de eternidad a las creaciones artísticas más fugaces, que sólo se mantienen vivas en la memoria de cada espectador.