Los libros de la isla desierta: Mañana hablarán de nosotros
Por Óscar Hernández.
MAÑANA HABLARÁN DE NOSOTROS (ANTOLOGÍA DEL CUENTO CUBANO), VVAA
- DOS BIGOTES
Bien podría haberse titulado, homenajeando a Lévi-Strauss, Alegres trópicos esta antología que reúne a diecinueve plumas cubanas, capitaneadas por Michel García Cruz, responsable de la recopilación.
La joven, audaz, inteligente y original Editorial Dos Bigotes, o lo que es lo mismo, Gonzalo Izquierdo y Alberto Rodriguez, junto al genial ilustrador Raúl Lázaro, han vuelto a ofrecer al público una obra que nace con carácter de clásico.
Hacía referencia al ensayo sobre los trópicos un poco más arriba porque esta antología, prologada por Norge Espinosa, es un recipiente de pasión, de alegría, de sensualidad, de sabores, olores, aromas y sonidos, colores, luces, brisa del mar, salitre y sudor, amor, sexo, amistad, dolor y muerte. Cada uno de la casi veintena de relatos del libro, arrastran al lector a un universo de sensaciones que pocos relatos consiguen. La experiencia, sin embargo, no es sólo sensorial. Siempre me ha seducido el uso del idioma castellano por parte de nuestros vecinos latinoamericanos. Su dominio de la gramática, la musicalidad de sus frases, los sinónimos y el léxico tan propio de ellos y tan ajeno ya a nosotros, los iberianos, envuelve y encandila de una manera especial, a la vez exótica y cercana. Las grandes narraciones de la América hispanoparlante constituyen un tesoro cultural de valor incalculable, y esta antología ya forma parte de ese legado cultural.
Los autores y las autoras que conforman este libro llenan las páginas que abarca cada relato de una intensidad adictiva. Pero no sólo el uso delicado e inteligente del idioma, sino la originalidad de las propuestas, hacen que cada narración se marque a fuego en el cerebro del rendido-ante-tanta-belleza lector.
Lo malo de acumular lecturas es que los momentos de sorpresa van siendo cada vez menos habituales, y con sorpresa no me refiero a adivinar el final de una trama, sino al hecho de que una situación aparentemente normal, cambie de repente y te sorprenda porque no habías imaginado que el desarrollo de la historia pudiera darse, pongamos un ejemplo de la antología, en una extrañísima cabina de un ascensor.
Por las páginas de Mañana hablarán de nosotros”deambulan gays, lesbianas, heterosexuales y en general, personas que han decidido amarse y llevar a cabo sus deseos sin demasiadas preocupaciones. Son personas cuyos problemas no son su sexualidad, sino los problemas que tiene todo el mundo y los problemas económicos y sociales de la Cuba actual. La sexualidad de los personajes es, en general, una característica más de su personalidad, no el núcleo del relato, aunque son relatos sobre pasiones, en general, sin importar el género de los integrantes de las parejas o tríos que pueblan las páginas de este libro de Dos Bigotes.
Cuba es el decorado de la práctica totalidad de los relatos. La misma Cuba de los Castro que persiguió a los homosexuales, es hoy un país en el que las libertades van abriéndose camino, en el que los derechos brotan de un día para otro, como las flores nacen en el campo. Puede que todavía falten años para la normalidad legal y social, pero los autores y autoras de esta antología, la mayoría nacidos después de los años 60, viven y sueñan ya una Cuba donde desear a un hombre a una mujer, por otro hombre o por otra mujer, es algo que no conlleva castigo alguno. Esta apertura se ve, se siente en cada narración de la antología y en cierta manera produce un sentimiento de envidia. Puede que en en el viejo continente creamos haber superado hace tiempo ciertas reivindicaciones, y que con tristes excepciones, vivamos nuestra sexualidad sin miedo y en libertad. Sin embargo la pasión que destilan las páginas de Mañana hablarán de nosotros produce un cosquilleo que invita a soñar, a viajar, a saltar, a reír, a amar y a desear.
Un libro de relatos nacidos en una isla que merece ser llevado a nuestra isla desierta.