‘La chica del tren’, el esperado thriller de Paula Hawkins

«Él no sale y, en un momento dado, ella levanta la cabeza. Hay algo en sus movimientos que parece distinto; son más pesados, como si alguien tirara de sus extremidades hacia abajo. Espero que Jason salga, pero el tren se pone en marcha con una sacudida y comienza a avanzar sin que dé ninguna señal».

Actualidad editorial:

Más de cinco millones de ejemplares vendidos en todo el mundo parecen avalar la llegada al panorama narrativo español de La chica del tren (Editorial Planeta, 2015), de la escritora nacida y criada en Zimbabue pero residente en Londres, Paula Hawkins. Los lectores de Reino Unido y EE UU han llevado hasta la lista de los best seller a una novela que ha colapsada las redes sociales con comentarios entusiastas. Siguiendo declaraciones de la propia autora: “La chica del tren tiene su origen en los viajes que realizaba a diario al centro de Londres. Durante algunas partes del trayecto, cómodamente sentada en mi asiento, mi tren pasaba realmente cerca de los hogares de algunas personas. Siempre me gustaba ser capaz de echar una mirada dentro e imaginar cómo eran sus vidas. Un día me distraje pensando qué haría uno en el caso de ser testigo de algo chocante. Si vieras, no sé, un acto de violencia o algo similar. ¿Se lo contarías a alguien? ¿Estarías de verdad facultada para hacer algo al respecto?”

Rachel ha entrado en la treintena y atraviesa una grave crisis personal. Su ex pareja, Tom, la dejó por otra mujer con la que ahora vive y ya tiene un bebé. Y además, sus problemas con el alcohol la han llevado a perder el trabajo. Sola y deprimida, se ha instalado en casa de una amiga a la que no ha contado la realidad de su situación, así que sigue cogiendo el metro a diario para dirigirse al centro de Londres. Durante el trayecto en tren no deja de mirar por la ventana la rutina diaria que acontece en algunas casas. Una de esas vidas es la de un joven matrimonio al que no conoce y sobre el que comienza a fantasear imaginando que forman una pareja perfecta. Un día, sin embargo, observa algo que le rompe los esquemas… Al poco tiempo, salta la noticia de que Megan, así se llama la esposa observada, ha desaparecido.

Convencida de poseer una pista que puede ayudar a esclarecer su paradero, decide contactar con la policía, pero sus problemas con la bebida la convierten en un testimonio poco fiable. La situación se complica cuando descubre que la tarde de la desaparición, ella misma andaba por el barrio, pero no recuerda nada de lo ocurrido por un extraño bloqueo en su memoria… Ninguneada por todos y víctima de un estado emocional realmente frágil, Rachel decide contra toda lógica intentar resolver el caso, metiéndose en un juego peligroso. Se resiste a creer que ella tuviera nada que ver con un hecho tan terrible, pero… ¿no tendrán razón todos al desconfiar de ella?

Hawkins ha compuesto un puzzle en torno a dos preguntas que llevarán de cabeza al lector: ¿qué fue de Megan, la mujer desaparecida?, y ¿pudo Rachel tener algo que ver con su suerte? Saltando adelante y atrás en el tiempo, la autora va dosificando hábilmente las pistas y reconstruyendo los brumosos hechos. Fuerza al lector a leer entre líneas y a decidir en todo momento cuánto crédito puede dársele a las palabras de cada una de las personas implicadas. Nadie es en el fono lo que aparenta o cree ser, ni para sí mismo ni para sus seres más cercanos. Además de aportar grandes dosis de tensión e intriga, La chica del tren incita a reflexionar sobre la fragilidad de la psique, el complejo mundo de la pareja, las exigencias que la sociedad impone a la mujer o sobre los peligros que encierran las falsas apariencias.

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La chica del tren.  Paula Hawkins.  Traducción de Aleix Montoto.  Editorial Planeta, 2015.  495 páginas. 19,50 €

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