Juan Cruz a propósito de «Toda la vida preguntando», su nuevo trabajo

«Mi teoría personal de para qué sirve una entrevista: una entrevista sirve para seguir siendo discípulo, para aprender de otro, para considerar (antes que nada) que por mucho que sepas de un asunto o de alguien, si no estás dispuesto a sentirte sorprendido tras una pregunta, es que ni tienes curiosidad, ni eres, por tanto, periodista».

Juan Cruz (Puerto de la Cruz, Tenerife, 1948) es periodista, editor y escritor. Su precoz vocación periodística comenzó a los 13 años en el semanario Aire Libre. Fue uno de los fundadores del diario El País en 1976, donde ejerció como corresponsal en Londres, jefe de Cultura y de Opinión y donde continúa en la actualidad como Adjunto a la Dirección. Colaborador habitual de los medios de comunicación, Juan Cruz es un personaje esencial en el panorama cultural de España y Latinoamérica. Fue editor de Alfaguara e impulsor del Premio Alfaguara de Novela. Desde su primera novela, Crónica de la Nada hecha pedazos, publicada en 1972, ha escrito más de 20 libros entre novelas, ensayos y biografías, por los que ha recibido diversos reconocimientos. En el año 2012 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural.

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Toda la vida preguntando. Juan Cruz. Editorial Círculo de Tiza, 2015. 420 páginas. 24,00 €

Este libro acerca al lector la figura de escritores que marcaron un antes y un después en el panorama literario mundial. En él se recogen treinta de las mejores entrevistas a grandes escritores que Juan Cruz ha realizado a lo largo de más de 40 años. La curiosidad insaciable del periodista desvela cómo son, cómo piensan, qué les inspira, qué temen, cuál fue el motivo que les llevó a dedicarse al oficio de escribir… Julio Caro Baroja, Pablo Neruda, Susan Sontag, Juan Rulfo, Umberto Eco, Günter Grass, Gabriel García Márquez, Doris Lessing, Mario Vargas Llosa (que aquí además escribe el prólogo), José Saramago… Y así, hasta treinta de los autores que han escrito la mejor literatura del siglo XX, y que gozan de la admiración de una legión de lectores. Escritores controvertidos, heterodoxos y universales que se abren a las entrevistas que Cruz les realiza, un periodista y escritor que como afirma Mario Vargas Llosa, “Tiene la cualidad de hacer sentir cómodas a las personas que entrevista, animándolas a hablar sobre sí mismas y revelar sus ambiciones, sus éxitos y fracasos más secretos, como si lo hiciera en un diálogo con un amigo íntimo”.

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P.- Estimado Juan, y toda la vida preguntando… ¿No se cansa? ¿Ha habido algún momento en que se plantease (por alguna razón) dejar su oficio?

No, jamás. Ni aunque dejara de respirar perdería las ganas de saber por qué deja uno de respirar.

P.- A lo largo de tus 40 años como profesional, ¿qué encuentro te ha impactado más y por qué?

El que tuve con Francis Bacon. Él no daba entrevistas; me concedió una por la insistencia de su galerista en España, Mary Cruz Bilbao. Fue una buena entrevista, pero empezó fatal: me dijo que no quería hacerla, que se encontraba mal, pues tenía asma. Entonces sacó su ventolín. Y yo saqué el mío (yo también soy asmático). Fue una estupenda entrevista difícil.

P.- ¿Has tenido alguna vez limitaciones impuestas a la hora de preguntar al entrevistado?

A veces, sobre todo con políticos; no son personas relajadas ni sinceras. Guardan mucho su imagen y eso es una lata.

P.- Si pudieras volver a entrevistar a algún autor ya desaparecido, ¿con quién te citarías? ¿Qué cuestión le harías ahora por haberse quedado en el tintero en su momento?

Con Juan Carlos Onetti. Era un hombre genial, lleno de respuestas cuyo ingenio se basaba en el conocimiento y en la ironía.

P.- La experiencia es un grado que se va ganando con los años. ¿Cómo nota su evolución periodística a la hora de preguntar?

Si en algo reconozco haber aprendido algo es en simplificar las preguntas. Las mejores respuestas se consiguen con preguntas simples. Es como la comida: cuanto mejor se ven los ingredientes, más sabes lo que comes.

P.- Algo que le sorprendió sobremanera en aquel encuentro fue…

J.K Rowling. La mejor de mis entrevistas, con perdón por la inmodestia.

P.- Tomando un nombre… Juan Rulfo… ¿Qué recuerdos tiene de aquella entrevista? ¿Se difuminan quizás con el tiempo?

No quería hablar; con nadie. Cuando acabó la entrevista, que se hizo en un hotel de Las Palmas, su magia hizo que se borrara la cinta por completo. Una amiga, Herminia Fajardo, la había grabado también. Por eso se salvó la entrevista.

P.- Ahora claramente se escribe más que hace 40 años (se ha multiplicado el número de autores), pero ¿se escribe mejor?

Creo que se escribe muy bien. Si acaso echo de menos más arrojo, más cercanía, más vida.

P.- Aprovecho la coyuntura, ¿cómo ve la situación del mercado editorial hoy día?

Esta en una situación muy complicada, como pasa con la prensa. Fallan los puntos de venta, y además, se ha esparcido la idea de que los libros son caros. Y no es verdad.

P.- Leer este libro podría verse como extraer lo mejor de toda una carrera profesional. ¿Cree que aún le queda algo por hacer, algún espinita por sacar?

Lo mejor de mi vida profesional es seguir vivo.

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Por Benito Garrido (@benitogarridog).

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