Diccionario ilustrado de la democracia española
Por Gema Nieto @GemaNieto81
El diccionario ilustrado de la democracia española. 1975-2015 (VVAA, ¡Caramba!, 2015)
Lo primero que hay que decir es que este libro es necesariamente descacharrante. Su nivel de ingenio es directamente proporcional a la vergüenza y la risa nerviosa que pueden provocar las noticias que tienen lugar cada día dentro de nuestras fronteras. España es un país corrupto, cainita, cutre y zafio desde hace décadas. Lo maravilloso, lo casi inexplicable, es que en un momento en que estamos todavía por ilustrar, una raza superior de ilustradores satíricos se erigen en prueba irrefutable de que el humor (el inteligente) es siempre una flor surgida del lodo.
Quizá no es lo mejor que podemos hacer, pero desde luego es la reacción automática y preferible a caer en el llanto: reírnos de nosotros mismos y ridiculizar nuestros fantasmas para que no den tanto miedo. Ser más listos que ellos y contraponer ese ridículo a los salvapatrias y los perros de presa, a políticos ineptos y jefecillos déspotas que ojalá leyeran este cómic. Ojalá alguien se lo enseñara y vieran en él no sólo su propio reflejo caricaturizado (que es, en el fondo, el retrato más auténtico), sino también la imagen de todos esos símbolos e ideales de grandeza que se matan por defender pero que, en realidad, son tan aleatorios e intercambiables que no tienen ninguna importancia.
He aquí, pues, el intento más loable y realista (precisamente por eso que decíamos sobre la caricatura) hecho hasta la fecha por presentar una amalgama de saberes españoles, la gran enciclopedia de nuestra democracia (¡ay!) con todos los conceptos que explican cómo somos, de dónde venimos y ¿a dónde vamos? Esto último ya no está tan claro. Los greatest hits de la Transición y la democracia (desde Suárez, claro, cómo no, hasta Gran Hermano pasando por las Olimpiadas, Bárcenas o Belén Esteban) que han hecho de éste el mejor país de pandereta en el que vivir. Para todos aquellos a quien a veces nos avergüence profundamente escuchar el «yo soy español, español, español» y a la vez contemplemos con una especie de ternura a quien lo entona.
Quedémonos con el lado bueno: si viviéramos en Suecia o en cualquier otro país del primer mundo nunca tendríamos un diccionario idiosincrásico tan divertido.
Cagando leches (Héloïse Guerrier y David Sánchez, Astiberri, 2015)
Bonus track por si todo lo anterior no fuera suficiente: Cagando leches, una especial recomendación tanto para autóctonos que alguna vez se han preguntado el origen de muchos refranes como para guiris que no acaban de entender la procedencia y el significado de las expresiones más castizas de nuestro idioma, como «ser un chorizo», «dorar la píldora», «tela marinera» o «cortar el bacalao»… Todas pedagógicamente ilustradas y explicadas por Héloïse Guerrier y David Sánchez. Si es que somos una mina los españoles.
Si algo debiera entristecerme, es por todo lo que nos parecemos los españoles y los argentinos (después de todo somos hijos de España). Si bien nos une el amor, también nos une el espanto.
¡Celebro el humor y la autocrítica llevados a cabo con ingenio!