La epopeya enigmática de los reyes tracios
Por Dr. Rozaliya Guigova
La epopeya enigmática de los reyes tracios: una exposición impresionante en el Museo del Louvre demuestra los descubrimientos arqueológicos en Bulgaria
Museo del Louvre, París
Del 16 de abril 2015 hasta 20 dе julio 2015
En las prestigiosas salas del Museo del Louvre en París se exponen, hasta el 20 de julio los tesoros de la cultura tracia – una magnífica exposición que bajo el nombre de «La epopeya de los reyes tracios: descubrimientos arqueológicos en Bulgaria“ sumerge a los visitantes de la sala Richelieu del museo parisino en los tiempos de los altos logros artísticos del reino Odrisio. La esplendida exposición, en la cual se representan un total de 1.628 obras provenientes de las colecciones de 17 museos búlgaros, 20 obras que forman parte de las colecciones del Louvre y 11 objetos de otros museos europeos, ofrece un viaje emocionante por la historia de los pueblos que poblaron el territorio del país entre los siglos V y III antes Cristo.
La brillante exposición quería dar a conocer por primera vez en Francia la herencia cultural de los antiguos tracios, así como la fructífera relación cultural entre los tracios y los griegos, los macedonios y los persas, incluido los escitas. En cuatro salas del Museo del Louvre, presentados como recintos de tumbas tracias, están exhibidos hallazgos de los siglos V, IV y III a.C., una época en que Tracia y el reino Odrisio estaban ya presentes en el mundo de la Antigüedad con todo su esplendor. En la muestra se podía apreciar además de los maravillosos tesoros tracios de Panagyuriste, Rogozen y Letnitsa, otras obras maestras como la cabeza de bronce de Seutes III, así como una serie de valiosos objetos, entre los que se encuentran las grebas excavadas por los arqueólogos búlgaros en las regiones de Vratsa y Zlatinitsa-Malomirovo.
El área donde se hallaba el dominio Odrisio, que fue un antiguo reino surgido de la unión de varias tribus tracias, y que duró desde el siglo V a. C. hasta el IV a. C., se extendía desde Romanía hasta Greca y actualmente ocupa una gran parte del territorio de Bulgaria. Gracias al gran número de nuevos hallazgos arqueológicos realizados en Bulgaria durante los últimos años, se impulsó el redescubrimiento de la civilización tracia, personificada por tumbas excepcionales que transmiten la riqueza económica, social, cultural y artesanal del reino Odrisio. El recinto donde fueron encontrados los tesoros tracios es un territorio que actualmente está situado en Bulgaria central y es conocido como el Valle de los reyes tracios (cerca de la pequeña ciudad Kazanlak), denominándose así por el gran número de tumbas antiguas encontradas en sus entrañas. Precisamente, los arqueólogos estiman que en la ya mencionada región se encuentran más de 1 500 tumbas de reyes y miembros de la aristocracia tracia. Tierra natal de mis abuelos y mis padres, el Valle de los reyes tracios, su población, cultura y arte siempre han atraído mi curiosidad, mis intereses profesionales y mi imaginación, llevándome a desear conocer profundamente su turbulenta historia y esplendidos tesoros. Quizás por eso, contemplando la exposición en el Louvre, mis recuerdos me llevan atrás en el tiempo, en los años remotos de mi infancia cuando con mi madre fuimos por primera vez a la ciudad de Kazanlak con el fin de visitar una de las más renombradas tumbas tracias, convertida hoy en museo. La tumba de Kazanlak, una construcción funeraria de ladrillo de tipo tholos, datando del siglo IV a. C. y situada cerca de la antigua capital tracia de Seutópolis, forma parte de una importante necrópolis tracia y destaca con su maravilloso fresco. Me acuerdo también del año 2004 cuando el arqueólogo Georgi Kitov excavó la tumba del rey tracio Seutes III (siglo V antes de Cristo) encontrando una serie de hermosos objetos, todos ellos presentados en la actual exposición en el Louvre. Sin embargo, el objeto de mayor importancia científica es la mencionada cabeza de bronce del rey Seutes III, hecha con gran detalle, que era parte de la estatua del rey y que fue enterrada frente a la fachada de la tumba. Sin embargo, debido a mi experiencia personal y el contacto directo con las obras de arte tracias, estoy tentada a abordar la actual exposición en París desde un punto de vista tanto profesional como personal, lo que resulta una tarea no tan fácil.
Antigua Tracia todavía se asocia principalmente con el emblemático personaje de la mitología griega – Orfeo así como con las figuras de varios reyes tracios como Reso y Tereo, quienes son protagonistas claves en el mundo de la mitología griega. Sin embargo, esta región, situada entre el Mar Egeo y el Mar Negro, en realidad fue testigo del surgimiento de un poderoso reino dirigido por un pueblo llamado Odrisio. Este reino se convirtió en un jugador clave en los conflictos regionales que inflaman el sureste de Europa a partir del siglo V antes de Cristo. Estimulado por sus numerosos intercambios con los griegos, los macedonios, los persas y los escitas, el reino Odrisio forjó su propia identidad en torno a una guerrera y turbulenta aristocracia.
Por su parte, Dr. Alexandre Baralis, arqueólogo, uno de los comisarios de la exposición en el Museo del Louvre destaca: „El público moderno conoce sólo algunos aspectos de la historia antigua – Grecia, Roma, Asia Menor. El patrimonio tracio es exquisitamente rico. Por eso, nos gustaría que consiguiera una escena que corresponda a la grandeza de sus autores y su escala“. El comisario búlgaro Prof. Dr.Totko Stoyánov también subraya la peculiaridad de la muestra: “A diferencia de otras muestras de tesoros de oro tracios, la del Louvre, por primera vez, intenta presentar de manera más completa esta cultura importante para la civilización europea”.
Esta primavera, los fascinados por la arqueología en Francia por primera vez podrán ver expuestos al público varios conjuntos procedentes de importantes tumbas tracias de Bulgaria, pero sin embargo el punto culminante de la exposición será la presentación sin precedentes en Europa de los componentes de la tumba real del rey Seutes III (331 a. C. – 300 a. C.). Entre los elementos destacan la majestuosa cabeza de bronce del rey, su casco, opulenta corona de oro, la suntuosamente incrustada de oro sable, copa de oro, jarras y ánforas. Las piezas deslumbrantes de los tesoros de oro de Panagyuriste y Rogozen son sin embargo otras obras maestras de la cultura tracia, cuales tanto por los materiales empleados en su elaboración como por el repujado, se convierten en testimonio del poder económico y de los refinados gustos helenizantes de los dinastas tracios. La mayoría de las armaduras, adornos y vasijas utilizados en ritos religiosos o banquetes suntuosos, elaborados exquisitamente, fueron encontrados en las tierras del Reino Odrisio, surgido de la unión de varias tribus tracias, cerca de la actual ciudad de Kazanlak y en la ya mencionada Valle de los Reyes Tracios.
Siguiendo el recorrido planteado, tras contemplar la interesante colección de obras, expuestas en la sala I, sobre todo cerámica griega que nos cuenta la saga mitológica de la antigua Tracia a través de la historia de Orfeo, el rey Reso y los reyes míticos Diomedes y Licurgo, accedemos a la siguiente estancia (la sala II) donde el poder mítico de las piezas de la sala anterior deja paso a los testigos del desarrollo de la aristocracia tracia que ya posee una riqueza nunca antes vista. Destacan los regalos funerarios procedentes de los suntuosos funerales de aristócratas tracios ocultos bajo montones, a veces de impresionante tamaño.
Lo que contemplamos en la siguiente sala III es el inventario completo de la tumba real de Seutes III, que los arqueologos encontraron en el montículo «Goliama Kosmatka» situado cerca de la ciudad Kazanlak (Bulgaria) y que será expuesto por primera vez fuera de las fronteras del país. Un punto interesante de esta sala, así como de los demás espacios que ocupa la muestra, es el color peculiar de las paredes, precisamente un color marron oscuro enriquecido con modulaciones rojizas, que es muy similar al color del interior de las tumbas. Las paredes de la sala Richelieu fueron pintadas en este peculiar color especialmente para la exposición.
En la Sala IV están presentados diferentes módulos temáticos de la exposición tales como: la ciudad tracia – centro comercial y artesano; la ciudad real (Seutópolis), representada con varias inscripciones administrativas empleando las letras del griego antiguo. La exposición concluye con la muestra de las piezas artísticas creadas por los getas y tribales, procedentes de los hallazgos de la capital geta Helios y sus necrópolis reales (como por ejemplo la necrópolis encontrada cerca del pueblo Sveshtari, Bulgaria). Sin embargo, se ha puesto gran atención en organizar el espacio de esta sala donde se pueden contemplar no solo los tesoros de Borovo y Letnitsa, los objetos del tesoro de Rogozen, el espléndido laurel de oro y la famosa greba procedente de la Mogilanska Mogila (que esta situada cerca de la ciudad búlgara Vratsa), sino que en el centro de la sala brilla el tesoro de oro encontrado en las cercanías de la ciudad Panagyurishte que representa no sólo la riqueza de los reyes gobernantes del reino Odrsio, pero Tracia como parte de la gran familia del mundo helenístico.
En el paso central entre las salas, la singular cabeza de bronce del rey Seutes III, llama la atención con su penetrante mirada y sus rasgos expresivos. Néguine Mathieux, comisaria francesa de la exposición explica “En el mundo hay pocas unidades de cabezas de bronce con ojos de alabastro y cristal, como esta, que han llegado hasta nuestros días”. A continuación añade que este es, asimismo, uno de los retratos de bronce más tempranos en el mundo, ya que algunos elementos, (como por ejemplo la cicatriz claramente marcada de herida, que se encuentra a la izquierda de uno de los ojos), señalan que se trata de la imagen de una persona en concreto, lo más probable el rey Seutes III, como indica la inscripción en el casco que los arqueólogos encontraron en su tumba.
Prof. Dr. Milena Tonkova, arqueóloga, comisaria de la exposición explica: „Nosotros pensamos que todos estos objetos fueron usados. Dicen que están diseñados para que suenen. Ellos son simplemente demasiado sólidos, demasiado bien hechos, demasiado bellos y representativos, para asumir que están destinados sólo para еl funeral de Seutes III.“
Aparte de los objetos pertenecientes a las colecciones de diversos museos en Bulgaria (un total de 1.628 piezas), como el Museo nacional de historia, el Museo Arqueológico nacional y los museos de Plovdiv y Varna, entre otros, el visitante contemplara otras 20 obras que forman parte de las colecciones del Louvre, así como de 11 objetos que corresponden a las colecciones de otros museos como el Museo Británico en Londres, el Museo del Prado en Madrid, Ny Calsberg Glyptotek en Copenhague y las colecciones museísticas de Bari y Neapol. La muestra ha sido comisariada por Dr. Jean-Luc Martínez (director del Louvre), Dr. Alexandre Baralis y Néguine Mathieux (Departamento de Antigüedades Griegas, Etruscas y Romanas en el Louvre), Prof.Dr Totko Stoyanov (Universidad de Sofía) y Prof.Dr. Miléna Tonkova (Instituto arqueológico nacional, Academia de ciencias de Bulgaria).
La aportación española a esa espléndida exposición representa el cuadro de Rubens „Banquete de Tereo“ del Museo del Prado (Pedro Pablo Rubens y taller, óleo sobre lienzo, 1636 – 1638, 195,5 cm x 266 cm). El lienzo, que fue creado con el fin de decorar la Torre de la Parada, el mayor encargo que Rubens recibió de Felipe IV, narra del rey de Tracia Tereo que descubre la cabeza de su hijo que le muestra Procne, su esposa, y le desvela así que acaba de comérselo en un exquisito banquete preparado por ella en venganza por haber violado a su hermana. La mayor parte de las escenas que decoraban esa casa de recreo contaban las pasiones de los dioses, según fueron descritas en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio y otras fuentes clásicas.
El ministro de Cultura de Bulgaria, Vezhdi Rashidov, y Dr. Jean-Luc Martínez, presidente del Louvre, firmaron al final del año pasado el contrato oficial para la exposición de los tesoros Tracios, que permanecerá expuesta en la capital francesa durante tres meses. El nuevo jefe del Louvre, Dr. Jean-Luc Martínez asumió el cargo en la primavera del año pasado, pero sin embargo, participo en todas las negociaciones en torno a la organización de la exposición búlgara junto con su predecesor Henri Loyrette. Dentro del acuerdo de 5 años de cooperación entre Francia y Bulgaria, los visitantes de la capital francesa podrán contar con otras dos exposiciones en el renombrado museo parisino.
El Museo del Louvre con motivo de la exposición ha organizado distintas conferencias para todos aquellos que quieran ampliar sus conocimientos sobre los antiguos pueblos que poblaron el territorio de Bulgaria y profundizar sus conocimientos sobre su cultura, entre ellas la de Alexandre Baralis y Néguine Mathieux del museo del Louvre titulada «La epopeya de los reyes: descubrimientos arqueológicos en Bulgaria“.
Asimismo la exposición estará acompañada por un catálogo de 320 páginas, ampliamente ilustrado con 250 ilustraciones, cuya ambición es reconsiderar la historia de los ricos reinos tracios hasta los trastornos políticos generados por la invasión de los celtas y reemplazar el hogar de los Odrisios con un tejido complejo de relaciones políticas, militares, económicas y culturales.
Sin embargo, en los quioscos de París los amantes del arte y la arqueologia ya pueden encontrar el número especial de la revista Dossiers d’Archéologie № 368 mars/avril 2015 (Informes Arqueológicos № 368 marzo/abril 2015) dedicada íntegramente a la investigación de la cultura e historia de la antigua Tracia.
Sin embargo, al final quería destacar que todos los visitantes interesados pueden remitirse a la página web del museo para consultar los detalles de la exposición así como del ciclo de conferencias, que se celebraran en el museo: http://www.louvre.fr/expositions/l-epopee-des-rois-thracesdecouvertes-archeologiques-en-bulgarie
La peculiar muestra de arte tracio se podrá disfrutar en el Museo del Louvre hasta el día 20 de julio.