“El fútbol puede ser un instrumento maravilloso para apartar a los jóvenes de la violencia y la pobreza” Ángel Gil Cheza

Por Anna Maria Iglesia

@AnnaMIglesia 

Tras publicar La lluvia es una canción sin letra y El hombre que arreglaba las bicicletas, Ángel Gil Cheza regresa con Pez en la hierba (Suma de Letras), una novela que tras el envoltorio de novela negra, esconde una innumerable serie de subtramas, donde el compromiso del autor con determinadas causas es más que patente.

 

pezEn Pez en la hierba narras el desarrollo de una investigación en paralelo a la narración de cómo se construye una novela. Dos tramas que confluyen como dos metáforas de la creación de un relato

Todo consumidor de ficción, ya sea lector o espectador, está interesado por el mundo que se esconde detrás de la creación, es decir, detrás del cine, detrás del teatro o detrás de la literatura. Por ello, decidí, desde mi óptica de escritor, pero también desde mi óptica de editor, mostrar este mundo que se esconde detrás de la creación. A partir de aquí, construí el protagonista de la novela, un editor de mesa, y a la coprotagonista, una joven escritora para así mostrar desde dos perspectivas complementarias el proceso creativo en su complejidad.

Se explicita el proceso creativo, pero no el contenido de la narración que se está escribiendo

Podría pensarlo, pero no es así, aunque sí es cierto que lo dejo bajo un interrogante en cuanto en Pez en la hierba no se explicita en qué tipo de novela en la que están trabajando los dos personajes, solamente se ve el proceso creativo y de construcción de la novela: el lector es testigo de la colaboración que se establece entre editor y autor, el trabajo de perfilar el manuscrito para darle la forma definitiva, el trabajo de añadir o eliminar elementos de trama y, sobre todo, se ve el papel imprescindible del editor, que es aquel que desde la distancia que el autor no tiene con respecto al texto consigue ver aquellos fallos o vacíos que pasan desapercibidos para el escritor

Asimismo la investigación de los misteriosos asesinatos se convierte en metáfora de la construcción y escritura novelística

La narración entorno a la construcción de la novela en la que están trabajando los dos protagonistas permite al lector observar el proceso creativo que yo mismo he llevado a cabo en el momento de escribir Pez en la hierba. No quise recurrir a la estructura de una novela dentro de otra novela, pero sí quería mostrar dos mundos: el mundo de mi propia narración y el mundo que rodea la escritura y edición de una novela.

¿El lector podría pensar que los dos protagonistas escriben la historia que él mismo está leyendo?

La investigación no configura la trama de la novela que se está escribiendo, pero sí es cierto que las dinámicas con las que trabajan el escritor y la editora para crear una ficción sirven también para descifrar todas las claves entorno al misterio que tratan de dilucidar. Podría decirse, que los personajes aplican a la investigación una perspectiva literaria e intentan jugar con todos los elementos considerándolos como elementos ficcionales a partir de los cuales es necesario construir una ficción lógica y verosímil. Esta ficción lógica y verosímil termina por ser la historia real que ellos finalmente consiguen dilucidar al final de la investigación. Todo esto responde a mi convencimiento de que se utilizan los mecanismos y el mismo ingenio para cometer un delito que para inventarlo.

Pez en la hierba aborda el tema de la desaparición violenta de adolescentes. No debe resultar fácil escribir sobre un tema tan connotado y tan presente a causa de recientes y trágicos casos de este tipo

Es complicado escribir una ficción sobre un tema así sin caer en parecidos con casos reales. Yo he intentado en todo momento que leyendo la novela no se puedan encontrar paralelismos con casos recientes o, incluso, casos de hace algunos años que han tenido lugar en una zona próxima al lugar donde transcurre la novela o en otras zonas de la Península. Solamente evitando toda correspondencia con casos reales es posible afrontar un tema de este tipo; creo que limita mucho al escritor que la trama termine confluyendo en casos reales, en tanto que se pierde en parte la libertad creativa y obliga a una cierta autocensura, una autocensura impuesta por la conciencia de que lo que se narra aconteció de verdad, tiene protagonistas y víctimas reales.

En la novela no sólo evitas descripciones morbosas, sino que no hay una explícita recreación de la violencia

En relación a las escenas fuertes, tanto de violencia como de alto contenido sexual, puedo decirte que no escatimo en detalles siempre y cuando sean necesarios. Si es necesario explicitar el “cómo” se producen estos actos de violencia lo explicito, pero detenerse en ello si la trama no lo requiere me parece absurdo: de ahí que pueda perfectamente resolver una escena de sexo con un simple beso o resolver un asesinato narrando sólo los primeros segundos.

Imagino que, además, hablar de violencia sexual contra menores debe ser no sólo más difícil, pues estamos hablado de una de los actos de violencia más abyectos que pueda haber

Es duro, es muy duro. Hay un momento de la novela que fue especialmente difícil escribir: tras terminar de escribirla, tuve que levantarme de la silla y alejarme del texto y lo mismo me sucedió cuando volvía leerla.

chezaEn un momento de la novela se lee: “lo peor estaba por venir. Imaginar lo que le ha podido suceder a una chica de 13 años no es peor que saberlo con certeza”. ¿No crees que resulta más tranquilizador, como algunos dicen, saber lo sucedido que ignorarlo y, por tanto, sólo poder imaginarlo?

No puedo dar una respuesta precisa, pues es difícil determinar que es mejor o peor y yo, en verdad, tampoco me he detenido mucho a reflexionar sobre ello. Creo, sin embargo, que en estos casos de desapariciones, hasta que no aparece el cuerpo siempre hay una pequeña esperanza que hace que creas que lo sucedido no es tan terrible como finalmente es. En ciertos casos, como el que aquí se narra, la certeza era mucho peor de todo lo que se había podido imaginar.

En lo saber, por tanto, te permite aferrarte a la esperanza.

Siempre que desaparece una adolescente, lo primero que se quiere pensar es que se trata de una gamberrada y que la adolescente, o el adolescente, volverá poco después. Es con el transcurso de las horas y los días que este deseo empieza a ser cada vez más inverosímil y la situación se hace cada vez más terrible.

La reconstrucción del misterio entorno a estas desapariciones es paralelo a la reconstrucción de varias historias personales que han permanecido abiertas, nunca cerradas, a lo largo de los años

En la novela hay muchas historias que se entremezclan; si bien es cierto que la trama principal es una trama negra, tiene muchas subtramas de personajes que describen las pequeñas historias de los vecinos del pueblo, historias que son igual de importantes que la trama principal. De todas estas subtramas cabe destacar la historia del padre del protagonista es uno de los pilares principales de todo el libro

Uno de los temas que abordas, aunque de forma tangencial, es el de la corrupción en el mundo del fútbol

Vemos constantemente como se cierran compra-ventas de jugadores con auténticas operaciones de blanqueo o de evasión fiscal. Es un continuo, la corrupción es una realidad que está ahí.

Dices en un momento: “Sabes cuantos millones se mueven en este deporte: derechos de transmisión, marcas de ropa, merchandising, viajes, videojuegos…” En el fútbol, ¿hay demasiados intereses que justifican los medios?

Sin duda. Hay muchas fortunas que proviene de una moral bastante dudosa que invierten en fútbol, donde hay mucho oscurantismo, y hay grandes inversores, del este de Europa o de China, que invierten en el fútbol, puesto que es un negocio que mueve muchísimo dinero y donde hay muchos intereses en juego. Y sucede es que como casi todos los negocios donde las cifras de dinero que se mueven son astronómicas, el fútbol tiene una gran parte de ilícito. Tener en cuenta esto y denunciarlo no quiere decir poner en cuestión al fútbol como deporte y menos todavía el fútbol de calle, pero sí es cierto que quería mostrar el lado más oscuro de este deporte puesto no se habla tanto como se debería

En efecto, el tu novela el mayor protagonismo se lo lleva el fútbol como forma de convivencia y como proyecto educativo para los más jóvenes

Sí, quería mostrar también el lado positivo que tiene el fútbol, como su carácter integrador. Eric Cantona, por ejemplo, está implicado en campañas muy interesantes por los derechos humanos, por la igualdad social, campañas todas ellas asociadas a la práctica del fútbol; si bien en la novela no hablo explícitamente de Cantona, si me refiero a actividades vinculadas con el fútbol, en concreto con el fútbol femenino, que tienen los mismos objetivos de los proyectos realizados por el ex jugador francés. El fútbol, no podemos olvidarlo, puede ser un instrumento maravilloso para alfabetizar a los más jóvenes, para apartarlos de la violencia, de la pobreza o de las bandas. Yo aplaudo este tipo de fútbol, pero si quiero poner el acento sobre todo lo otro.

Resulta curioso como tu desde la ficción pones el acento sobre la realidad más oscura del fútbol y das visibilidad al fútbol femenino mientras desde la prensa no siempre se abordan estos temas.

Sí, en efecto, tanto uno como otro son temas de los que se habla muy poco. Con respecto al fútbol femenino la situación es trágica: todavía hoy el fútbol femenino, como bien se decía en un reportaje de Televisión Española, es el fútbol invisible; se prefiere completar una quiniela semanal, en el caso que no haya liga, con ligas extranjeras antes que con la liga femenina. Sería mucho mejor que la gente se aficionara a la liga femenina, que se interesara, de la misma manera que lo hace por el fútbol masculino, por las dinámicas de sus equipos antes que preocuparse por ligas extranjeras, sin quitarles a éstas el interés que puedan interés.

Pero este desinterés está motivado sin duda por intereses extra-deportivos y de carácter económico/empresarial

En efecto, se trata todo de una cuestión de intereses. La ley prohíbe, en España, que el fútbol femenino sea profesional: una mujer no puede cobrar por jugar al fútbol. De todas las mujeres federadas en este país, solamente veinte cobran por jugar al fútbol, pero cobran disfrazando sus contratos tras otras profesiones, puesto que aquí en España el fútbol femenino no puede ser remunerado. Esto obliga a cuestionarse muchas cosas, sobre todo porque no podemos pensar que la prohibición de profesionalización del fútbol femenino sea algo casual; puede deberse, por una parte, a motivos ancestrales de constitución de una sociedad según un modelo patriarcal y, por otra parte, puede deberse sin duda alguna a intereses económicos. Habría que preguntarse, y dejo aquí la pregunta, ¿Qué pasaría con el negocio si el mejor jugador del mundo de fútbol fuese una mujer?

¿Cómo llegaste a interesarte por el fútbol femenino y a querer reivindicarlo?

Yo llegué al fútbol femenino porque una de los personajes iba a ser una joven que jugara al fútbol, sin embargo, mi idea inicial era pasar por puntillas acerca del tema, me servía solo para enmarcar al personaje. Sin embargo, en cuanto empecé a adentrarme en el fútbol femenino me di cuenta de que era un ignorante al respecto y me comencé a interesar: conocí, por ejemplo, los proyectos educativos que se realizan en la India o en Brasil o la presencia del fútbol femenino en Palestina. Investigué mucho la presencia y la invisibilidad del fútbol femenino en España y así llegue al equipo de fútbol femenino de mi ciudad, equipo cuya existencia ni tan siquiera conocía. Conocí a la entrenadora, una mujer japonesa que lleva en España 22 años entrenando equipos de fútbol y que, además, es la única mujer que aquí ha entrenado a un equipo masculino de categoría profesional. Desde hace ocho años entrena al equipo femenino del Villarreal, compuesto por unas veinte chicas que se parten las piernas por jugar cada semana; algunas de ellas dejan los estudios para dedicarse al deporte, una dedicación que inevitablemente compatibilizan con trabajos que les permite mantenerse.

¿Y tu experiencia con estas chicas te llevo a un compromiso con su causa?

Sin duda. Después de conocerlas, de hablar con ellas, de ver a lo que se enfrentan, yo ya no soy el mismo. Por ello, después del tiempo que transcurrí con ella, decidí que la novela se convirtiera en un homenaje, en un grito de protesta contra todas las injusticias y contra todos los contras que deben enfrentar las chicas que juegan al fútbol. Creo que la novela, o al menos eso espero, les hace justicia. Yo, por mi parte, he intentado, de manera narrativa y literaria, volcar casi todos los datos que el ciudadano de a pie no conoce de este mundo en la novela.

2 thoughts on ““El fútbol puede ser un instrumento maravilloso para apartar a los jóvenes de la violencia y la pobreza” Ángel Gil Cheza

  • el 3 junio, 2015 a las 8:55 pm
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    Sin duda que el tema «fútbol» tiene mucho para incluir en una novela. No solo el beneficio de estimular las buenas morales en la niñez y la adolescencia. Si te hubiera conocido antes te podría haber suministrado datos sobre el comercio ilegal que ha copado al fútbol en Argentina. Por ejemplo, en este país, lo podemos asociar a la reventa ilegal de boletos de entradas suministrados por los mismos dirigentes de clubes. Agregar la puja entre las «barras bravas» o «torcidas» o «simpatizantes violentos» de equipos que dominan la distribución y venta de drogas en las tribunas (sobre todo cocaína y marihuana). Los cuidadores de autos en las calles aledañas al estadio, quienes te cobran de modo ilegal por «cuidar» tu auto mientras lo dejas estacionado para ir a ver el encuentro; si no les pagas por adelantado, te arruinan el auto. O los cánones que se cobran por poner un puesto ambulante, obviamente que ilegal, para venta de comidas rápidas que no reúnen el mínimo cuidado de salubridad. O los servicios de sicarios para apalear o matar a simpatizantes rivales a la salida del estadio. En fin… son tantas las maneras que el fútbol en Argentina ha convertido negocios millonarios, que solo el caso de sobornos en la FIFA puede superarlos.
    Posiblemente te preguntes, por qué no escribo sobre ello, si es que tengo tantos datos; es simple, ya se ha escrito demasiado sobre el tema y acá no reditúa la venta del libro.

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  • el 3 junio, 2015 a las 9:09 pm
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    Olvidé hacer mención al uso de mano de obra barata que consumen algunos políticos para hacer que estos violentos del fútbol, salgan a pegar afiches de campañas políticas o servir de fuerza de choque en alguna manifestación o acto político partidario.
    Existen muchos exconvictos que viven de este negocio, amparados por la impunidad que les suministran estos mismos dirigentes que los usan como matones.
    Por eso, no siempre el fútbol es un instrumento maravillosos para apartar a los jóvenes de la violencia y la pobreza. Es posible que sí lo sea en algún otro país. Acá puede llegar a serlo si consideramos al fútbol como práctica amateur. En cuanto se federaliza, tendiendo a profesionalizarse, deja de ser tan bello y romántico, no al menos en Argentina.

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