¡Pasad a la final sin hacer ruido…y sin sorpresas!
Por: Daniel Arrébola
Armenia, Bélgica, Grecia, Estonia, Serbia, Hungría, Rusía, Albania, Rumanía y Georgia. Son los diez países que ayer noche se clasificaron para la gran final del Festival de Eurovisión 2016 que este año, recordemos, se está celebrando en la capital austriaca del imperio musical, la presumida y ataviada Viena.
Y lo cierto es que eran los diez opositores que partían con más probabilidades de este happy end, les permitirá competir en “lo bueno de verdad” en la gran gala del sábado en horario prime time. Vamos, que ayer noche no hubo espacio para las sorpresas. Impactó la voz de Polina Gagarina que, más bien podría apellidarse GaRgantina tras su exhibición con el micro por la Madre Rusia en un tema pop-rock de buen rollesco in crescendo. Por contra, y a pesar de su pase, sembró más dudas la elegante y bella representante albanesa, Elhaida Dani, la cual de bien seguro no habrá acabado de conquistar a un jurado que había puesto esperanzas en la misma tras los ensayos pero que bien puede que lo que se haya puesto tras el directo sean las manos en el tímpano por la cantidad de estridencia y gallos que Elhaida profirió en su tema I’m not alive.
La ORF, televisión pública austriaca, puso de manifiesto que no tienen las mismas ganas que una televisión nórdica a la hora de currarse una realización impactante pero, no obstante, demostró ser más que convincente y funcional amenizando una gala que tan sólo por los eurofans más aguerridos, no representa un mero trámite previo a la pirotecnia importante. Y si se trata de vozarrones la cantante Bojana de Serbia demostró que en energía no tiene rival en esta edición (otra cosa ya es el tema histriónico que presenta) al igual que la guerrera intérprete de Georgia, capaz de clavar con garra y dinamismo todas las notas del psicodélico tema -y valga la redundancia- Warrior.
Con el pase a la final del joven belga de 16 años, Loïc Nottet, habrá que ver si en la gala del sábado éste se convierte finalmente en el gran tapado o si no es rival para el favorítisimo sueco Zelmerlow, tal y como apuntan las apuestas de los periodistas acreditados… que por algo los más veteranos llevan una buena piel curtida de lana eurovisiva.