Nunca es tarde
Por Fco. Javier Clavero Champsaur.
“La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir, sino en la de volver a empezar” Francis Scott Fitzgerald
Abril es uno de los meses de ferias del libro, más prolíficos del año. Donde muchos de los autores ven colmados sus deseos, de cruzarse con sus lectores para compartir no solo momentos de firma de ejemplares, sino intercambiar con ellos pareceres, opiniones y puntos de vista, que de otra manera nos sería imposible recopilar. Lejos de ser una obligación tediosa debe considerarse la oportunidad perfecta para conectarse con aquellos que leen. No podemos olvidarnos que sin ellos nuestras obras estarían incompletas; la máxima aspiración de quien escribe es ser leído, esta debe ser sin duda una fuerte motivación para superarnos frase a frase, texto a texto.
Ese momento en el que alguien se acerca, adquiere tu libro y se interesa por el argumento o temática brindándote sus pensamientos, posiblemente algunos de ellos apasionados lectores. Muchos de ellos, expresan su ferviente deseo de escribir ya que desde siempre les ha gustado y no han encontrado el momento o no tienen tiempo o no les visita la inspiración… Tal vez su motivación no haya llegado a esos niveles en que nada ni nadie te aparta de escribir aquello que pugna por salir de tu interior. No cabe duda que escribir es una manera de desnudarse ante los demás y para ello hay que estar preparado ya que todos tenemos algo que decir, algo que contarle al mundo.
¿Qué podemos indicarles? Que nunca es tarde, que si anclamos en nuestra mente que estamos a treinta minutos de escribir un libro, quizás la ansiedad disminuya, encontremos el momento y el tiempo, a la par que creando el hábito de escribir, la inspiración nos visitará más a menudo de lo que pensamos. Por supuesto que cuando me refiero a esa cantidad de minutos, lo hago con la sana intención de que sea al menos una vez al día de forma que no tengamos que estar pensando en buscar un “rato” de siete horas para hacerlo. En el tipo de sociedad que vivimos, es más bien complicado, por ello nunca es tarde, si tenemos los motivos y nos ponemos en acción.
Ya hemos escrito sobre quienes nos visitan en las ferias, ahora toca hacerlo sobre nosotros y nuestros proyectos, libros pendientes de materializar, aplicando también el precepto de que nunca es tarde. Cuando nos toca a nosotros dar una vuelta por la feria y curiosear libros, temáticas, argumentos: ¿Quién no ha sentido la imperiosa necesidad de escribir aquello que lleva tiempo y tiempo rondando por la cabeza? Además de plantearnos las mismas excusas que antes aparecían para no ponernos manos a la obra, tan solo que cuando ves otras obras terminadas, expuestas al público y en manos de potenciales lectores, sientes unas ganas y un gran entusiasmo por comenzar ese libro que hasta ahora era tan solo una idea.
Ese deseo te insufla energía para que más pronto que tarde, nos pongamos a la tarea de escribir eso que lleva macerando en el taller de la inspiración por semanas o por décadas. Ese momento es mágico ya que cada vez que comenzamos un nuevo proyecto literario es como el inicio de una nueva vida, en la que nos esperan apasionantes aventuras de las que ni siquiera sabemos muy bien como remataremos. En definitiva escribir, leer, prepararse y documentarse son acciones que con la debida actitud se convierten en un trampolín para que un día no lejano realicemos una obra excelente, ya sabemos ese paradigma que dice: Lo mejor está por llegar, trabajemos para que se haga realidad.
Y como no: Nunca es tarde para relacionarnos con personas que como nosotros se dedican a la escritura con pasión, ya que es una forma de nutrirnos mental y emocionalmente, de incalculable valor. Pensemos que cuando nos unen intereses y objetivos comunes llegamos a integrar, en cierta forma conocimientos y experiencias de aquellos con quienes nos relacionamos intensamente. Y las ferias son lugares ideales para todo ello; sin olvidarnos de la importante labor que están haciendo las Asociaciones donde podemos reunirnos y seguir creciendo como escritores.