Paseo por el amor y la muerte, Paul Delvaux

Por Paloma Rodera.

A propósito de la exposición que puede contemplarse en el Museo Thyssen de Madrid se ha publicado la edición de este catálogo que nos proponemos diseccionar a continuación.

Para poner en antecedentes al lector destacamos que la muestra recorre a través de casi sesenta obras la trayectoria del pintor belga. En ellas podemos ver una colección de divagaciones y algunas afirmaciones de un mundo que fue calificada de surrealista sin el consentimiento del artista, pero que es capaz de recrear mundos, situaciones imposibles de la realidad y que, de alguna manera, nos transportan al mundo de los sueños y nos permiten colarnos en la cabeza de Delvaux.

El libro comienza con unos agradecimientos por parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, así como de Guillermo Solana, director artístico del museo. A continuación entramos en dos fascinantes recorridos dirigidos por las manos de Laura Neve y José Jiménez. El primer viaje, “Una realidad soñada” repasa la visión de la mujer de la que el artista nos hace partícipes en desnudos, y escenas homosexuales que distan de la compleja visión que tiene del amor heterosexual Delvaux, y que constituyen un refugio perfecto. Destaca su autora como las figuras femeninas se tocan, mientras que los distintos sexos permanecen separados; así como hay una diferencia representando siempre vestida a la figura masculina. El pintor se refugia en su propia figura como creador para justificar este hecho. También se realiza un repaso por el esqueleto, como armazón del ser humano, y por el que Delvaux mostrará verdadera fascinación desde muy pequeño. Un capítulo final está dedicado a los trenes, con toda la simbología que ello conlleva en la obra del artista.

En cambio, José Jiménez nos propone en “La visión de lo insólito” una perspectiva del tono surrealista de la obra del pintor. Defiende el hecho de que a pesar de no ser definitorio en la trayectoria de Delvaux, este movimiento si tuvo una gran influencia en su obra; diría el pintor: “El surrealismo representó para mí la libertad, y me fue, por ello, de una extrema importancia.” Destaca la figura del artista como la de un personaje solitario, independiente y fuera de los círculos predominantes. Remarca el alejamiento de lo real que no se atiende en sus pinturas, casi como un eco de ella, pero totalmente onírica. También se destaca la figura del Voyeur y comparte con el viaje anterior las visiones que se desarrollan de la mujer en sus cuadros. Esta idea se enlaza con el desnudo femenino como recurrente, con el concepto de “Venus” y cuál es el papel de la mujer como diosa.

A continuación se presenta un desfile de las obras correspondientes con las originales de la exposición según sus secciones, a saber: Venus yacente, el doble (parejas y espejos), arquitecturas (Acrópolis), estaciones y el armazón de la vida.

Finalmente se incluye una biografía por años y bibliografía y principales referencias para conocer a Delvaux.