Charo López: “La Celestina es un trabajo que adoro hacer”
Por Yolanda Moreno
Siempre hay un temblor. Es una inquietud el hecho de ver con quién voy hablar. Salgo a escena y siempre pienso que hoy el público es otro.
Ojos de Agua nos trae una nueva visión de La Celestina, clásico inmortal de nuestra cultura. Escondida en un monasterio tras los acontecimientos relatados por Fernando de Rojas en su obra original, la mítica alcahueta rompe su voto de silencio ante las monjas de clausura para recordar, entre otras cosas, los amores de Calisto y Melibea. “Les cuenta cómo ha sido su pasado, su juventud, cómo ha amado, cómo ha vivido, cómo ha practicado su profesión de alcahueta…”, hasta llegar a la vejez y la decadencia.
Así resume la actriz Charo López su papel en la obra. “La Celestina es un trabajo que adoro hacer, supone un trabajo estupendo”, asegura a Culturamas.
Creada a partir de diversos fragmentos de la obra original, Ojos de agua desarrolla los grandes temas que enlazan directamente con nuestro tiempo. Un monólogo con Charo López en escena, acompañada por Fran García (Espíritu de Pármeno) y Antonio Trapote en la música en directo.
La dirección y la dramaturgia corren a cargo de dos miembros de la compañía Ron Lalá (a su vez, triunfando en la sala grande del mismo teatro con Trágala, trágala...): Yayo Cáceres y Álvaro Tato, respectivamente. “Es muy atractivo el desarrollo dramático de la obra y con Yayo se trabaja muy bien”, explica Charo López. “Yayo es un director que deja fluir las cosas, no trae nada premeditado. Es muy agradable, porque lo organiza según cómo te vea, según la escena de la que se trate y el día que sea. Y eso es muy agradable porque funciona muy bien y se interiorizan bien las escenas”.
Inmersa en plena gira desde hace meses, actualmente Ojos de Aguahace parada en el Teatro Español, donde se puede disfrutar de esta versión del gran clásico de la literatura española hasta el próximo 26 de abril en la Sala Margarita Xirgú, la sala pequeña. “Es más íntimo, porque el espectador está muy cerca, y así es más bonita la función, nos miramos… es muy agradable”, explica una actriz que cuenta con décadas de gran trayectoria sobre los escenarios de España y América.
En su intensa trayectoria, en televisión el mayor éxito de la transición, Los gozos y las sombras, según la novela de Gonzalo Torrente Ballester; en cine pueden destacarse películas como Tiempo de silencio de Vicente Aranda, Los paraísos perdidos de Basilio Martín Patino, o Secretos del corazón de Montxo Armendáriz, trabajo que le otorgó el Goya a la mejor interpretación femenina de reparto. Y de sus trabajos en teatro, destacan dos versiones teatrales de películas muy importantes como Una jornada particular, dirigida por Carlos Gandolfo y Los puentes de Madison, por Miguel Narros; Tengamos el sexo en paz, del Premio Nobel Darío Fo, con dirección de José Carlos Plaza; El otro lado, dirigida por Eusebio Lázaro, y Carcajada salvaje, por Josep Costa.
Precisamente Charo López debutó profesionalmente en teatro con La marquesa Rosalinda en el Español, y ahora, décadas más tarde, vuelve a ese mismo teatro. ¿Muchas diferencias entre entonces y ahora en el panorama teatral? Charo López asegura que sí. “Daría para un libro. Ahora todo es de otra manera”. Y cabe preguntarse si para una actriz de su talla, los nervios están alguna vez presentes antes de subir a un escenario. “Siempre hay un temblor. Es una inquietud el hecho de ver con quién voy hablar. Salgo a escena y siempre pienso que hoy el público es otro”.
Hasta el 26 de abril (de martes a sábados a las 20:30 horas, y los domingos a las 19.30) el público tiene una cita en el Teatro Español con una nueva visión de La Celestina.
no me gusto esta porquería de ensayo osea hagan algo que valga la pena