«El Ministerio del Tiempo» o cómo conectar con el seriéfilo español
Por Inma Gómez
La nueva serie de TVE, «El Ministerio del Tiempo» se ha convertido en un fenómeno entre los seriéfilos españoles. Lo peta pero lo hace online, en blogs sobre series, en Twitter, Facebook y toda la crítica es unánime en que es lo mejor que le ha pasado a la ficción española en años. Pero por desgracia todo esto no se ve reflejado en la audiencia televisiva. Aunque aquí parte de la culpa también es de Televisión Española cambiar de día y hora la emisión. Aún así parece que su público oscila entre los dos y los tres millones de espectadores según las audiencias de los capítulos emitidos.
La serie creada por los Hermanos Olivares roza con sólo tres capítulos emitidos unos niveles de locura nunca antes vistos por los seguidores de una serie española. Su forma de conectar con el espectador es a base de aventuras y humor inteligente referencial. Ejemplo de ello son los comentarios sobre Terminator o Curro Jiménez que hace Julián en el primer capítulo. O que Julián le recite a Lope de Vega (un inmenso Víctor Clavijo que se come el segundo episodio) unos versos de Maneras de Vivir de Rosendo. La serie conecta con ese otro espectador español joven o no tan joven acostumbrado a ver series americanas, inglesas o nórdicas cuyas historias no se tocan en la ficción española y que tienen una narrativa distinta a la de aquí.
Todo ello rodeado de una mitología propia de la serie, como pasaba en Expediente X, Lost, Fringe, que va creciendo según pasan los capítulos. Al Ministerio del Tiempo se accede a través de un edificio abandonado en Madrid y en él conviven funcionarios de épocas diferentes. Tienen móviles que funcionan en todas las épocas, relojes rarísimos y ordenadores conectados a Internet, que funcionan en cualquier sigo. Velázquez es el que hace los retratos robots además de ser un roba escenas genial y el General Spínola habla igual que John McClane (Ramón Langa es el doblador de Bruce Willis) y aparece de forma estelar para salvar la situación al final del tercer capítulo cuando el Ministerio está tomado por los Nazis con Himmler a la cabeza. Puede parecer una locura pero es una genialidad.
El Ministerio del Tiempo juega con el espectador de forma inteligente al mezclar Historia de España y cultura popular de una forma magistral. Cada capítulo es diferente al anterior y van desgranando la trama central poco a poco dejando que el espectador le de al coco. Porque eso es lo que a los espectadores 2.0 le gusta hacer, teorizar. De ahí que Lost fuese un fenómeno y que todo el mundo tuviese teorías varias sobre lo que pasaba y porqué. Y por eso ha conectado tanto con los espectadores, porque la serie deja que el espectador juegue y no lo da todo mascado. Ha surgido un movimiento fandom a su alrededor de una forma absolutamente alucinante algo que hasta ahora no había pasado con ninguna serie española. Hay gente que crea fanfics (historias inventadas sobre los personajes de las serie) tienen un podcast en el que cada semana varios fans de la serie comentan el capítulo. @MdMinistericos es la palabra usada para definir a todo fan de la serie. Y esto no es por casualidad. Tras la emisión de cada capítulo TVE lo acompaña con un programa titulado Los Archivos del Ministerio un making off del capítulo emitido con entrevistas a los actores y momentos del rodaje. Y cada dos semanas TVE emite online un programa titulado La Puerta del Tiempo en el que entrevistan a los actores de la serie. Ya hay hasta una campaña en Twitter pidiendo la renovación de la serie por una segunda temporada la cual peligra debido a sus bajas audiencias televisivas #TVErenuevaMDT y joyas como este vídeo de @DianaRojo_
La web de TVE si no es la mejor web de las televisiones españolas poco le falta. Todo absolutamente todo está online y sin limitador geográfico. Y si está online para que la gente pueda verlo desde cualquier parte del mundo debería contabilizarse el visionado online de esos contendidos. Porque esos espectadores online somos todos en algún momento determinado y dedicamos parte de nuestro tiempo a ver una serie o un programa que por diferentes motivos no pudimos ver en televisión. Por no habar de que mucha gente no tiene televisión en casa y su televisor es el ordenador algo muy habitual sobre todo entre los jóvenes. Por lo tanto la audiencia real o la más rea posible debería ser la suma de la audiencia de televisión + la audiencia online en las webs de las cadenas. Televisión Española debería dejar de mirarse en el espejo de las audiencias y entender que si quiere ser un canal de servicio público debe tener una programación diferente y más arriesgada que las cadenas generalistas. Y El Ministerio del Tiempo es tan arriesgada como necesaria porque demuestra que otra ficción española es posible y abre un nuevo camino.
Esta serie y Victor Ros que también es estupenda y merece más episodios es donde tiene que gastar el dinero RTVE y no gastando una millonada en películas USA.
¿No les da vergüenza en el ente que el programa estrella de la 1 sea poner una película carísima cada semana en vez de invertir el dinero público en la industria nacional?.