CríticasPoesía

Emilio Tornero

Captura de pantalla 2015-03-02 a la(s) 11.13.49

 

Emilio Tornero: Teorías sobre el amor en la cultura árabe medieval

 

Ed. Siruela, Madrid, 2014

 

Por Ricardo Martínez

 

“Todo amor ha de terminar por una de estas dos causas: o porque la muerte lo interrumpa o por el olvido. De este modo inicia Ibn Hazm el cap. 27 de El collar, dedicado al olvido, distinguiendo dos tipos: el olvido natural, es decir, el que es propiamente olvido, y el olvido que se busca intencionadamente y que mejor podría llamarse resignación” Tal leemos en este magnífico estudio en torno a las consideraciones del amor.

¿Por qué, como algo inequívoco e intrínseco, cuando se habla (vive) el amor se piensa nacimiento y final a un tiempo? El móvil verdadero del corazón humano (el sentimiento que emerge por encima de la voluntad) es, será siempre, su gran argumento de identidad; de ahí que lo sea del decir, del pensar, del canto: al fin, de la literatura.

Este libro (muy bien escrito, muy bien documentado) de Emilio Tornero viene a ratificar este aserto a través de una de las literaturas más amorosas que hayan sido: la literatura-cultura árabe. Para tal labor –explica el autor- “es mi intención ofrecer datos para la reflexión procedentes de las teorías que sobre el amor se han emitido en el mundo árabe islámico medieval”, y a fe que lo ha conseguido con fecundidad.

“Es demasiado grande para ocultarlo y demasiado sutil para que se vea, puede ocultarse como se oculta el fuego en la piedra, si lo frotas da fuego y si lo dejas se esconde” responde la muchacha acerca de qué es el amor a preguntas de al-Asma’i. Y en tal definición va implícito su rico contenido: de la calidad de los sentimientos, del pensar filosófico, del sueño humano, de la imaginación, del vuelo invisible del vivir…

¿Será, al fin, cierto lo que afirma Ibn Hazm: “Ocurre que hay en la naturaleza del amado algo que corresponde a la naturaleza del amante, mientras que en la naturaleza del amante no hay nada que corresponda a la naturaleza del amado”. Más, ¿no forma parte del amor el esquivo secreto?

Lea, sienta, viva en sí el lector

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *