‘El jardín’, Ismael Grasa
Por Víctor G. (@libresdelectura)
Novelista, poeta, ensayista, escritor de relatos; Ismael Grasa aparece de nuevo en escena con otra colección de relatos tras cosechar el éxito en 2007 con la última, Trescientos días de sol (Premio Ojo Crítico de Narrativa). Hoy hablamos de El jardín, publicada por Editorial Xordica.
Formado por cinco relatos (Instrucciones de verano, El vigilante, Reflejo nocturno, Huellas de jabalí y El jardín), este recopilatorio vuelve a dejar sobre la mesa del lector pequeñas historias que explotan la aparente insignificancia de vidas únicas. Ismael Grasa goza de la maestría de saber describir desde una minuciosa primera persona ese rasgo innato de aquellos que necesitamos la soledad para sentirnos acompañados.
El jardín es una conjunción de relatos que llevan al lector por el interior de los protagonistas de cada uno de ellos, es el reflejo de la pesadumbre que gobierna tantos cuerpos dominados por la inercia de vidas opacas, monótonas, carentes de luz. En cada una de estas historias nos encontramos más con una mente que con un personaje, con sentimientos y no hechos, con un flujo de conciencia de personas que cada día creen ver la misma película repitiéndose ante sus ojos: su vida.
Ismael Grasa acaba confeccionando una obra con aroma a narrativa de post guerra, con rasgos que recuerdan a lo mejor de El Jarama o de La Colmena: ese dar significado a aquello que calificaríamos de insignificante. En definitiva, podríamos decir que el autor consigue, con talento y brillantez, arañar, de vidas con caminos planos, el brillo de mentes despiertas al no ser, al ser algo, al qué ser.