Agente secreto Ian Fleming en busca del código Enigma
Por Alejandro Gamero (@alexsisifo)
Antes de convertirse en el autor de las novelas de James Bond, Ian Fleming fue reclutado como asistente por John Godfrey, director del British Department of Naval Intelligence de la Royal Navy. Como Godfrey tenía un temperamento difícil, que le hizo granjearse muchos enemigos en los círculos gubernamentales, con frecuencia utilizaba a Fleming como enlace para ponerse en contacto con otros sectores de la administración, como con el Servicio Secreto de Inteligencia. Esto hizo que Fleming ascendiera rápidamente en su carrera, llegando a ser primero lugarteniente y después, solo unos meses más tarde, comandante.
Fleming destacó rápidamente por méritos propios. Como respuesta a una crisis que estaba atravesando la inteligencia británica en 1942, Fleming fue el responsable de la creación de lo que llegó a ser conocido como 30 Assault Unit, una unidad de comando de alto secreto formado para reunir información de inteligencia. Así mismo, fue el autor de un imaginativo plan en el que pretendía engañar al enemigo utilizando un método parecido al de la pesca con mosca. Se trataría de hacer caer cerca de la costa a un cadáver vestido como aviador, supuestamente accidentado a causa de un paracaídas fallido, con documentos en los bolsillos, para despistar a los alemanes y atraer a sus submarinos y sus buques a un campo de minas ‒no habría ninguna dificultad en obtener un cadáver del Hospital Naval, claro está‒.
Aunque uno de los planes más memorables ideados por la mente del entonces futuro creador de James Bond sería la conocida como Operación Ruthless. Desde 1940 numerosos expertos ‒entre ellos Alan Turing‒ trataban de descifrar el código de la máquina Enigma, y sabían que apoderarse de la documentación de una Enigma de la marina alemana era una de las mejores oportunidades para avanzar en la ruptura del código. Así que Fleming ideó un nuevo plan para hacerse con una máquina Enigma. En una nota enviada a Godfrey Fleming proponía conseguir un bombardero alemán, seleccionar a un equipo de cinco personas, incluyendo a un piloto y a un soldado con perfectos conocimientos del idioma alemán, vestirlos con el uniforme alemán de la Fuerza Aérea, cubrirlos de sangre y vendajes para simular un accidente aéreo y hacer una llamada de socorro para que acudiera un equipo de rescate mientras ellos esperaban en un bote de goma. Una vez a bordo del buque de rescate solo tendrían que disparar a toda la tripulación alemana, arrojarlas por la borda y volver a puerto inglés con el botín.
La misión tendría lugar en el Canal de La Mancha a principios de mes, porque se sabía que era entonces cuando se cambiaban las hojas del código. En principio Fleming se presentó voluntario para formar parte del equipo, pero más tarde se descartó porque tenía demasiada información sobre Bletchley Park, instalación militar en la que se realizaban los trabajos de descifrado de códigos, para arriesgarse a ser capturado. Sin embargo, cuando todo estaba listo la operación fue suspendida, se supone que porque no se encontró ningún buque alemán adecuado. Según explicó Lucy Fleming, la sobrina del escritor, la operación no se llevó a cabo en realidad porque no se pudo disponer de un bombardero que se hundiera en el agua, y este detalle podía poner en peligro la misión porque los alemanes podrían darse cuenta del engaño.
En 1942 la 30 Assault Unit volvió a intentar robar libros de códigos de cifrado y piezas de repuesto de la Enigma. Fue el 19 de agosto de 1942, cuando las fuerzas aliadas lanzaron un ataque contra un puerto ocupado por los alemanes en la ciudad de Dieppe, en el norte de Francia. El resultado del conflicto fue devastador para los aliados, aparentemente por la falta de planificación. Sin embargo, según el historiador militar David O’Keefe, el objetivo principal de la misión era asaltar un hotel que servía como base de operaciones de los nazis, donde se encontraría la preciada Enigma y su documentación. A pesar de que en esta ocasión el plan tampoco tuvo éxito, apenas dos semanas después los códigos de Enigma fueron descifrados en Bletchley Park, sin necesidad de utilizar los libros de códigos.
Además, aunque la 30 Assault Unit fracasó en su misión, hay que decir que tuvo un gran éxito en el resto de la Segunda Guerra Mundial, participando tanto en la invasión de Normandía como en la liberación de París. Fleming, por su parte, participaría también como espía en la operación Goldeneye entre 1941 y 1942, que le llevaría a España ‒y más en concreto a Gibaltrar‒ para reunir información sobre una posible alianza entre Francisco Franco y las potencias del Eje y para, en caso de que fuera necesario, realizar operaciones de sabotaje contra los nazis. Pero esa ya es otra historia.