El libro que juzga tu rostro por un reconocimiento facial
Por María Bravo
¿Cuántas veces hemos rechazado un libro por su apariencia? “Este autor suena raro”, “vaya título” o “la portada no me gusta”. Sentenciamos portadas sin importarnos sus sentimientos, pero ahora ha llegado el turno de que las portadas nos sentencien a nosotros. El diseñador creativo Thijs Biersteker, «un director de arte especializado en crear conexiones humanas a través de cualquier medio, interactivo, TV, impreso, etc.», comisionado por el Art Directors Club de los Países Bajos, ha presentado un libro que solo se abre si presentas una expresión facial neutra. De otro modo, te quedarás con las ganas de leerlo. Es decir, no valdrá de nada que te hayas aplicado rímel, afeitado para la ocasión o que necesites expresar lo feliz que eres por tu subida de sueldo.
Para que el libro pueda ejercer su labor, debes colocar el rostro alineado con el dibujo que se muestra en la portada: los ojos, la nariz y la boca, compuesto por formas geométricas. En caso de que le gustes, la portada lucirá una luz verde y se abrirá; en caso contrario, aparecerá una luz roja. ¿Cómo lo consigue? Con un sistema tecnológico compuesto por el controlador Arduino conectado con una cámara. También tiene incorporados sensores para realizar el escáner facial. De esta manera: 1) la cámara escanea tu rostro, 2) analiza tu expresión, 3) manda la señal al hardware Arduino, 4) desbloquea el libro (o no), y ya puedes disfrutar de su lectura.
Según el propio creador:
Mi objetivo era crear una portada de libro que fuese humano y accesible. Si usted se acerca al libro, el sistema de reconocimiento facial recoge su cara y comienza a escanear en busca de signos de juicio. Si está sobreexcitado o su rostro muestra una expresión escéptica, el libro permanecerá bloqueado. Pero si su expresión es neutra, el sistema le envía una orden a Arduino y el libro se desbloqueará.
Las portadas despiertan al mundo. Ahora son ellas las que juzgan si eres apto o no para su lectura. Cabría preguntarse si realmente es eficiente. Al fin y al cabo, las portadas entran por los ojos, al igual que la lectura, pese a que luego se expandan a otros sentidos y percepciones. Por ello, puede que no sea un buen reclamo para atraer a posibles lectores, aunque sí podría haber asentado el orígen de otros desarrollos tecnológicos.