El amor a través del humor y la ternura con Ana Milán y Guillén Cuervo
Por Horacio Otheguy Riveira
Dos estupendos actores en un escenario intimista y cercano a un público mayoritariamente de parejas que saben lo que van a buscar y lo que necesitan para perpetuar sus afectos. El bíblico enlace de Adán y Eva a través de un humorístico enfoque que facilita profundos y poéticos encuentros.
Hoy: el diario de Adán y Eva es un fenómeno teatral: un texto limpio de ataduras, sencillo, homenaje a la radio que ya no existe y a la irresistible seducción del amor entre angustias que encuentran su risa noble, su risa buena, un pequeño e intimista festival de sonrisas que durante mucho tiempo representaron Blanca Oteyza y Miguel Ángel Solá (estrenado hace 20 años, en Argentina, luego en España.
Bastante tiempo después Solá dirige a Ana Milán y Fernando Guillén Cuervo, quienes llevan casi dos años en gira: feliz renovación con una atmósfera muy lograda que facilita a los espectadores su deseo de repetir: la mayoría ya conoce la función, y es otro estupendo espectáculo ver la sonrisa de satisfacción que tienen al salir. Tanto los veteranos como los más jóvenes vuelven a la calle con una sensación de plenitud. Se abrazan, se besan, se toman las manos, y en lo alto de la marquesina la pareja de actores insisten en que es posible jugar con el tema más representado del mundo y jugar bien, con un toque de distinción, un humor a todas luces para todos los públicos y un último abrazo en gozoso paraíso de la imaginación.
Mark Twain (1835-1910) escribió en sus últimos años de vida los Diarios de Adán y Eva. Nunca tuvo relación con el teatro, sus novelas más populares (El príncipe y el mendigo, Las aventuras de Huckleberry Finn…) fueron llevadas al cine con gran éxito; fue un hombre que desarrolló gran actividad como escritor de novelas de aventuras, otras humorísticas, y muy activo como periodista. Polemista de gran alcance, cuando parodia la base bíblica de Adán y Eva tiene tras de sí un concepto muy claro sobre algunos aspectos de la religión: «Si Jesús estaría aquí, ahora, hay una cosa que no sería: cristiano».
En los Diarios prevalece el humor amable, y la sensibilidad a flor de piel, dejando de lado sus densos y polémicos escritos y conferencias. Esta versión aprovecha con buena síntesis teatral los elementos más interesantes para recrear a su vez una historia paralela: la de los actores de radio de los años 60 y la propia versión radiofónica de la obra. Entre ambos, la química de los actores es esencial. Curiosamente, Solá-Oteiza eran pareja durante los años en que la representaron, y también lo son Milán y Guillén Cuervo: un elemento extrateatral que parece muy unido al devenir de una función que ejerce una gran influencia en numerosos espectadores, y que también otras compañías ya la han representado en Hispanoamérica con éxito similar.
«Gracias por estar aquí, sentado en esta butaca sabiendo que lo que va a ocurrir esta noche va a ocurrir sólo para ti. Así es el teatro. Gracias por compartir este suelo que nació en un taxi a la vuelta de un París nevado. Gracias por confiar en sueños ajenos.
Saldré al escenario con el firme propósito de acariciarte el corazón y la sonrisa. Catalina, Eva y Manuela también. Bienvenido (Ana Milán en el programa de mano)».
Hoy: El diario de Adán y Eva
Autor: Mark Twain
Versión de Blanca Oteyza, Miguel Ángel Solá y Manuel González Gil
Intérpretes: Ana Milán y Fernando Guillén Cuervo
Vestuario: Nicolás Vaudelet
Escenografía: Miguel García de Oteyza
Iluminación: Daniel Bosio
Música: Martín Bianchedi
Fotos: Max Arroyo
Lugar: Teatro Bellas Artes, Madrid
Fechas: Del 28 de enero al 15 de marzo