Carlos del Amor debuta en la novela con «El año sin verano»
«Durante un verano que supuestamente no debió existir, y que de alguna manera no existió para mí, murió mi padre y supe que iba a ser padre».
Actualidad editorial:
Con esas palabras arranca El año sin verano (Editorial Espasa, 2015), una historia cuyo narrador es novelista debutante, autor de un aclamado libro de relatos y periodista cultural en televisión. Así comienza la primera novela del periodista Carlos del Amor, una historia cuya estructura –en una variante de la “escalera infinita” de Penrose– sorprende con un juego en el que cuando retrocedes, avanzas y para avanzar, debes retroceder. Buena parte de su argumento transcurre en la escalera de un edificio de la madrileña calle de Alcalá cuyos vecinos han iniciado el éxodo estival.
Aquel agosto en el que según los meteorólogos, no iba a haber verano, el protagonista se quedó solo en su edificio, para poder escribir. El segundo día del mes cuando subía las escaleras hacia su piso, encontró un enorme manojo de llaves que le permitían acceder a todos los pisos y descubrir así la intimidad de sus vecinos… Es pleno verano, Madrid está vacío y hay un periodista que tiene tiempo y ganas de curiosear. Las llaves están hechas para abrir puertas, buzones, coches, sueños… y vidas ajenas. Aun así, lo que menos se imagina es que, avanzando o retrocediendo en el tiempo, subiendo o bajando escaleras, se va a encontrar con una historia de amor y con una misteriosa muerte sucedida tres décadas atrás, que se verá inevitablemente abocado a investigar. Porque la vida de los otros puede resultar ciertamente sorprendente.
«Hay gente que decide pasar la mayor parte de su vida en lugares más oscuros. Yo casi siempre he preferido instalar la zona en la que más tiempo pasas en el lugar donde más luz entra. Por eso, nuestro salón da a la calle y conforme lo abandonas para adentrarte en la rutina más íntima la oscuridad va ciñéndose a ti. Debe ser algo psicológico, la intimidad permite más opacidad y el día a día, el sofá y la manta de invierno necesitan luminosidad».
En el mundo que nos descubre Carlos del Amor hay espacio para las casualidades, la imaginación y para la sensibilidad. El juego que propone el autor conduce a preguntas como ¿qué dice de nosotros la distribución de nuestra casa? Entre algunos de los habitantes del bloque podemos encontrar a Noelia López, la portera, que conoce la historia del edificio y de sus ocupantes a lo largo de las últimas décadas. O Juan Muñoz, un vendedor de muebles que ha convencido a su familia de que es una estrella cinematográfica en EEUU, y que vive en el piso que heredó de Héctor, un tío suyo emigrado a Argentina que protagonizó una trágica historia de amor. O Doña Amalia, marcada por la muerte de su marido en un accidente laboral y la enfermedad incurable de su hija. O Don Marcos que roba y esconde la correspondencia de sus vecinos… Adentrarse en las vidas de esos personajes implicará inevitables saltos en el tiempo, al pasado y también al futuro que podía haber sido.
Carlos del Amor (Murcia, 1974) es periodista y su carrera profesional está vinculada al área de Cultura de los Servicios Informativos de RTVE. Su especial manera de enfocar la información en el Telediario le ha convertido en una de las voces más personales, reconocibles y seguidas del panorama periodístico. Colaborador habitual en diversos programas de radio, ha cubierto los principales festivales de cine del mundo y entrevistado a numerosas personalidades de la cultura. Asimismo, ha publicado artículos en diferentes revistas, e imparte clases y charlas en numerosas universidades. Pero todo lo dicho anteriormente se resume en una frase: es un contador de historias. Y así lo demostró en su primer libro La vida a veces (2013), de magnífica acogida entre público y crítica.
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El año sin verano. Carlos del Amor. Editorial Espasa, 2015. 256 páginas. 19,90 €
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