Yo, Christiane F. Mi segunda vida

«Fibrosis. A los cincuenta y un años me encuentro en el estadio previo a la cirrosis. Desde 1989 mi hígado está inflamado de forma permanente. Tengo hepatitis C, genotipo 1a, la cepa más agresiva que se puede contraer en Europa. Ni idea de dónde o cuándo la pillé. Sudo sin parar, incluso a diez bajo cero. Y en verano no puedo llevar manga corta por culpa de unos espantosos granitos rojos que me salen en los antebrazos. Lo llaman angioma estelar».

Actualidad editorial:

Este mes de enero la editorial Alpha Decay sorprenderá al lector con Yo, Christiane F. Mi segunda vida, la segunda parte de las memorias de Christiane F., una de las figuras capitales del underground europeo en la segunda mitad del siglo XX y la mayor celebridad de la cultura de las drogas en la Alemania anterior a la caída del Muro de Berlín. Christiane F. saltó doblemente a la fama en 1978 con la publicación de su primer libro de memorias, Los niños de la estación del Zoo, a partir de las conversaciones mantenidas con dos periodistas de la revista Stern que se hicieron eco de su asombrosa historia: con sólo 15 años, dependiente de la heroína, Christiane se prostituía para conseguir el dinero. Treinta tres años después, Christiane F. retoma su historia en el momento en el que la dejó: en casa de su abuela, en las afueras de Hamburgo, desenganchada de la heroína. ¿Qué sucedió después? ¿Qué vida ha llevado Christiane? ¿Cómo volvió a recaer en la heroína? ¿Qué circunstancias le llevaron a la cárcel? ¿Por qué odia tanto a los medios de comunicación?

En 1978, cuando sólo tenía quince años, Christiane F. saltó a la fama como la primera celebridad toxicómana de Alemania. Se había vuelto adicta a la heroína unos meses antes, tras esnifar su primera raya durante un concierto de David Bowie, y a este primer contacto con los opiáceos le siguieron tristes episodios de dependencia, prostitución, exclusión social y agujas compartidas. Tres años después a la edición de su biografía, en 1981, la historia de Christiane se llevó al cine con Yo, Christiane F. Hijos de la droga, una película dirigida por Uli Edel que se convirtió en mito generacional, hito comercial del cine alemán, y uno de los principales retratos del momento cultural alemán en aquellos años. A partir de ese momento, la vida de Christiane F. se ha conocido sólo de manera fragmentaria gracias al seguimiento de la prensa sensacionalista, que ha dado morbosa cuenta de sus recaídas en el caballo.

Yo, Christiane F. Mi segunda vida es la continuación del relato, en el que la propia Christiane explica en primera persona todo lo que le ha acontecido desde el éxito del biopic inspirado en sus primeros años como yonquiestrella: desde codearse con la fama y el underground cultural del agitado Berlín de los años 80 –por estas páginas desfilan el grupo Einstürzende Neubauten al completo, David Bowie, AC/DC y los primeros DJs de la escena techno– a sus años de hippie, y como eje de la confesión su lucha por apartarse, en vano, del camino de la heroína, que le ha conducido inexorablemente a la ruina física y emocional: acosada por los paparazzi, enferma crónica del hígado, desposeída de la custodia de su hijo y todavía esclavizada a un programa de metadona, Christiane F. ofrece aquí un relato cruel, a la vez que humano, sobre el descenso a los infiernos de la heroína.

Christiane F. es una de las figuras más relevantes de la contracultura alemana anterior a la caída del Muro de Berlín. Hija de una familia desestructurada y heroinómana precoz, sus años de juventud –en los que se prostituyó para satisfacer su adicción– fueron relatados en Yo, Christiane F. Hijos de la droga (1978), libro adaptado poco después a una película de éxito. Convertida en celebridad, Christiane F. ha continuado con su vida tormentosa, todavía vinculada a la heroína, y que ha explicado profusamente a la periodista Sonja Vukovic.

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Yo, Christiane F. Mi segunda vida.  Christiane V. Felscherinow.  Traducción de Regina López.  Editorial Alpha Decay, 2015.  224 páginas.  18,90 €

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