Entrevista a Juan Carlos Vicente por su nueva novela «Opus»

Por Pilar Martínez.

Título: Opus

Escritor:  Juan Carlos Vicente

Formato: Versión Kindle

Precio: 4´23.

«El mundo estaba helado, temblando».
Es lo que piensa el protagonista cuando llega por primera vez al complejo de La Era. Allí, se encargará de dirigir un equipo de discapacitados con la misión de alcanzar las exigencias de producción de este grupo de empresas de la secta Opus Dei. Pero nada es lo que parece.
Personal de oficinas, trabajadores discapacitados y jefes de producción, viven en un estado de acoso y derribo permanente, subyugados a los caprichos y abusos del viejo, el cuál considera de su propiedad todo lo que esté dentro del límite de aquellas tierras.
En La Era no sirven las leyes del mundo exterior, siendo un lugar independiente y autónomo con su propio y destructivo código moral.
Opus es una novela sobre el poder y la manipulación, pero también sobre encontrar aquello que da sentido a nuestra vida.
El amor, la fe, el sexo, la adicción o la discapacidad se muestran de una manera cruda y desnuda en esta distopía, sin dobleces que nos escondan una realidad de la que es imposible escapar indemnes.

Hola, Juan Carlos. En primer lugar agradecerte que estés hoy con nosotros y nos hayas concedido esta entrevista. Por fin «Opus» ha llegado a nuestras manos, tu primera novela ¿Cómo te sientes tras emprender esta nueva aventura?

Me decía el otro día el escritor y blogger, Billy Mcgregor, que escribir un libro es un poco como tener un hijo.

Le di la razón.

Una vez que llega al mundo, se muestra independiente. Por mucho que quieras mantenerlo a tu lado ha dejado de pertenecerte. Ya no es ese secreto que disfrutabas sin que nadie pudiera mirarte.

Cuando uno publica se queda un poco vacío. Al menos esa es mi sensación. La distancia desde la que observamos el recorrido, la forma en la que se enfrenta al mundo real y la expectación que genera en ti.

Podemos ver que cada nueva obra significa en muchas ocasiones un antes y un después en la vida de un escritor ¿Qué ha significado la creación de «Opus » para ti?

Escribir Opus ha supuesto un punto de inflexión en mi vida. Por un lado, pasar de la escritura de relatos cortos a una narración larga; por otro, una deuda pendiente.

Toda obra tiene su historia ¿De dónde nació la idea de esta novela?

Trabajé durante un periodo de dos años para el Opus Dei. Fue una experiencia intensa en la que conocí gente estupenda (ninguna del Opus) y auténticos indeseables. Hubo una primera versión de la novela, mucho más cercana a la experiencia personal, pero no estaba del todo convencido. Había que proteger a ciertas personas de mi entorno, gente que se podía ver afectada por el contenido de la novela cuando en realidad no era necesario para que la historia fluyera. Digamos que era demasiado pasional y la narración se veía entorpecida.

Entonces comencé de nuevo, esta vez trabajando mejor la arquitectura y profundizando en la psicología de los personajes.

Luego la historia me absorbió completamente, el acto de la memoria como una regresión buscada voluntariamente, muchas noches y días involucrado al doscientos por cien con el texto.

Los lectores siempre quieren algo nuevo que observar, que leer, que sentir ¿Qué crees que puede aportar esta novela a los lectores que la haga diferente a otros libros?

Es una lectura diferente, sin duda la historia y los propios personajes lo propician. No creo que haya muchas novelas en las que se muestre a los discapacitados de esta manera tan real. Además, aunque la historia está tamizada por la ficción, es un trabajo de campo, basado en experiencias reales, de lo que fue esa etapa trabajando para una secta como es el Opus Dei.

Si hay algo que pueda definir a la novela es que es implacable, no solo con el Opus Dei, sino con la forma de actuar de todos los personajes. No en vano se tratan más temas. La adicción, el envejecimiento, la responsabilidad sobre nuestros actos y el impacto que generamos en otras personas, el amor o la ausencia de él, son algunos de los temas que puedes encontrar en Opus.

Es una novela en la que las decisiones que toman los personajes les afectan, y no todos han sabido medir las consecuencias.

Sin lugar a dudas las novelas siempre tienen puntos fuertes y menos fuertes. A tu parecer ¿Cuál es para ti el punto clave, fuerte, de la novela?

Sin duda la narración está muy cuidada. Era muy importante que mostrase lo que pasaba por la cabeza de algunos personajes, las ideas, la forma de pensar en imágenes. Algo complicado cuando hablamos de discapacitados y de personajes obsesivos.

Pero también la historia, saber que es algo que sigue sucediendo y que no es tan sencillo de solucionar. Se titula Opus por su traducción como Camino, de algún modo todos los personajes de la novela están en un proceso de reconversión de su vida, de búsqueda.

¿Qué es lo que más te ha costado a la hora de enfrentar este nuevo proyecto?

Había temas complicados de contar, incluso experiencias reales que no acababan de cuajar en la novela.

Hablar de abusos a discapacitados, alcoholismo o de una secta con tantos adeptos y que cuenta con el apoyo de algunos partidos políticos y empresarios, no es un trabajo fácil.

En mi opinión, escribir y además hacerlo bien es una de las cosas más difíciles que creo que existen, pues dependes enteramente de ti ¿En algún momento pensaste en abandonar la creación de esta novela?

Es un proceso solitario, en el caso concreto de Opus era necesario el aislamiento porque el protagonista se siente aislado. Hubo momentos de dificultad, tres años sumergido en un mundo tan hostil acaban pasándote factura a tu vida personal.

Fue un trabajo de regresión y construcción de una narrativa que contase una historia, más allá de lo que fue o dejó de ser. Es la ficción la que construye las novelas, incluso en la literatura del yo, no deja de ser una interpretación que no tiene por qué ser fiel a la verdad.

Esa fue mi lucha, encontrar el equilibrio entre ficción y experiencia vivida. Cuando escribes es imposible no cuestionarte lo que estás escribiendo.

A lo largo de nuestra vida andamos en muchas direcciones y tenemos muchos sueños, unos se cumplen pero desgraciadamente otros no ¿Tu sueño o al menos uno de ellos siempre fue dedicarte a la escritura?

Siempre quise escribir, y siempre lo hice. Ganarse la vida con ello ya es harina de otro costal. Al menos con la literatura.

Sin embargo sí me gano la vida escribiendo, mi trabajo de copywriter se basa justamente en eso, en escribir.

¿Cuál es tu mayor fuente de inspiración a la hora de escribir?

La vida, lo que te rodea, lo que te emociona, lo que te tumba de un golpe o lo que te hace levantarte y volver a intentarlo. Todo surge de ahí, los resortes emocionales que hacen crecer una historia son siempre cercanos, puede que no te pasen a ti, pero sí han tenido algún impacto que te ha hecho reaccionar.

Personalmente tengo que tomar distancia de los hechos para no contaminar la narración y permitir que fluya en las distintas direcciones que debe tomar.

Yo creo que todos tenemos siempre un ídolo, alguien a quien seguimos y por supuesto al que nos queremos parecer o al menos acercarnos. En el mundo de la literatura ¿Quién es ese ídolo para ti, y por qué?

Mis influencias, que no ídolos, han ido cambiando con la edad. Desde Kerouac, Carver o Bukowski en mis inicios, a Don Delillo, Menéndez Salmón, Ford o Houllebeqc en los últimos años. Cada uno, a su modo, ha retratado una época.

Parte de nuestro compromiso como escritores es el testimonio del mundo en el que vive, pero no solo el retrato, también la denuncia. Sin ella, la literatura se queda en un simple entretenimiento que lo tendrá complicado contra las nuevas plataformas audiovisuales.

Las cosas siempre cambian, evolucionan y en algunos casos retroceden. El mundo de la literatura en relación a los gustos de los lectores y demás ¿Crees que ha cambiado según tu parecer?

Creo que lo que ha cambiado es la posición del lector y del escritor frente a la industria. Es un poco como la novela: hay unas leyes, unas creencias, pero hoy en día esos pilares son cuestionados porque se tambalean.

Las modas van y vienen, eso afecta también a la literatura. Afortunadamente hay libros que permanecen.

Muchas gracias por haber estado con nosotros hoy Juan Carlos y para terminar una pregunta obligada no, obligadísima ¿Veremos pronto algo nuevo de Juan Carlos Vicente?

Un libro de relatos sobre las distintas formas de amar cuyo título es Solo necesitamos algo de amor.