Boris Izaguirre novela la vida de Rosalind Fox en “Un jardín al norte”
«Si están aquí en Alemania es porque buscan ayudas para un levantamiento. Alemania necesita aliados. España es un lugar estratégico y en franco deterioro. Debe de ser muy barato comprar voluntades, establecer alianzas muy beneficiosas si estalla una guerra. Te han engañado diciendo que están estudiando las fábricas de armamento. ¡Están comprando armamento, Rosalind!».
Actualidad editorial:
El guionista, presentador de televisión y escritor venezolano Boris Izaguirre vuelve al panorama literario con Un jardín al norte (Editorial Planeta, 2014), una novela sobre la vida de Rosalinda Fox, el personaje real que inspiró a María Dueñas para escribir El tiempo entre costuras. Aunque por el simple hecho de existir cada persona acarrea en sí una interesante historia por contar, no son muchas las que pueden presumir de haber llegado a tener una auténtica vida de novela. Es el caso de Rosalinda Fox, una inteligente y distinguida mujer que aparte de madre y esposa, fue espía, aventurera y amante. Una mujer que en los años convulsos de entreguerras, e impulsada por una habilidad casi natural para la observación, la vigilancia y las relaciones sociales, recorrió medio mundo: desde Londres a Calcuta, de Lisboa a Berlín, de Córdoba a Tánger, Tetuán, Madrid o Nueva York. Bajo la estricta supervisión del gobierno británico, Rosalinda desarrolló actividades de espionaje que pudieron cambiar el rumbo de la historia. En Un jardín al norte está su vida.
Todo comienza con el nacimiento de Rosalind en abril de 1915, durante la Gran Guerra, en un pueblecito inglés del condado de Kent. Cuando los padres de la pequeña se separan, ella es enviada a un internado. Desde ese momento solo verá a su madre en los pocos días de vacaciones, mientras que su padre, instalado oficialmente en India como agregado comercial, ejerce en realidad como espía. Ya adolescente Rosalind se reencuentra con su progenitor, y se enamora del halo de exotismo que este desprende: le acompaña de vuelta al país asiático, donde se iniciará en el espionaje de la mano de Mr. Higgs, jefe y supervisor de su padre. Allí la protagonista contraerá matrimonio con Peter Fox, un hombre diez años mayor que ella que la deslumbra pero que al poco tiempo la abandona (con su hijo aún pequeño) cuando su salud flaquea.
De vuelta al viejo continente, y ya reclutada de manera oficial para desarrollar labores de espionaje, es enviada puntualmente a Berlín para recabar información sobre un nuevo movimiento político que empieza a inquietar a Europa, el nacionalsocialismo de Hitler. Allí, un hombre bastante mayor que ella, el político y militar español Juan Luis Beigbeder, la vuelve a enamorar por su inteligencia, cultura y modales. Siempre en la encrucijada entre el amor y la obligación hacia su país, Rosalind se traslada a Tánger, centro internacional de intrigas políticas y económicas de la época, donde el espionaje y la pasión hacia Beigbeder –destinado en el protectorado– lucharán por ser lo más importante en su vida durante los confusos y dramáticos días de la guerra civil española, y en los albores de otro gran enfrentamiento mundial.
Escrita en primera persona, como si de una apasionada e íntima autobiografía se tratase, esta es una historia que se lee con el aliento de las novelas de aventuras, la emoción de los relatos de amor y la intriga de los depurados thrillers de espionaje internacional. El tono confidencial de la voz narradora hace que el lector se convierta en inesperado pero perfecto cómplice, de todo aquello que no solo vive la protagonista, sino que también siente o piensa. Boris Izaguirre acierta a la hora de repasar cronológicamente los acontecimientos más importantes de una vida que podría pasar por la de una heroína de película. El arco de transformación de la protagonista, desde que es una espabilada estudiante hasta que se convierte en espía pasando por su vehemente posición ante la guerra, conjuga la estudiada documentación y la pasión literaria.
Rosalind Fox fue aventurera –como los protagonistas de las novelas de Salgari que leía siendo niña– y gran luchadora, capaz de superar una enfermedad que la tuvo debilitada hasta el extremo y muchos meses atada a una cama, que plantó cara a grandes figuras políticas y supo reivindicar por encima de todo los ideales que la definían. Una mujer romántica y apasionada que disfrutaba del amor como si solo se viviera una vez. Boris Izaguirre ha sabido explotar su potencial narrativo para levantar una trama que no es solo eje vertebral de una vida, sino también la exhaustiva revisión de algunos personajes que llegaron a ser decisivos en la etapa de entreguerras. Su voluntad por mantener el rigor histórico se complementa con una enorme capacidad para ponerse en la piel de una mujer como fue Rosalinda Fox. De la misma forma que en muchas ocasiones la realidad supera la ficción, algunas ficciones pueden estar más próximas a la realidad que determinadas historias oficiales. Es el momento entonces de dejarse llevar, romper la difusa línea que pueda separar ambos mundos y deleitarse con las andanzas de aquella señora que llegó a conocerse como la pelirroja del Austin rojo.
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Un jardín al norte. Boris Izaguirre. Editorial Planeta, 2014. 446 páginas. 21,50 €
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