Revolución
Micro de Carlos Almira Picazo (carlosylola@gmail.com), incluido en La Llave Dorada (Talentura, Madrid mayo 2014).
Depuesto el tirano, la turba irrumpe incrédula y cohibida en su palacio. Tras recorrer pasillos, vestíbulos, salas, despachos, gabinetes, alcanza el comedor y va ocupando las sillas de altos espaldares; se escancia el vino; se sirve la sopa y las ensaladas; se trincha las carnes y pescados; se reparte las salsas; y al fin, los cigarros, el champán y el postre.
Los que no encontraron silla curiosean por los jardines, los despachos, la biblioteca. Algunos alcanzan las cocheras y las cocinas y, en un ambiente más familiar, degustan buena cerveza y guisos caseros, entre pellizcos y sabrosas anécdotas.
Por último, los más osados se embuten en vistosos trajes militares; se hacen lustrar botas inverosímilmente altas por improvisados asistentes; cargan sus armas, y disparan contra la turba que no ha encontrado su lugar ni siquiera en los sótanos.