Simone de Beauvoir, la personificación del feminismo y la libertad de las mujeres
Por Pilar Martínez.
Reconocida escritora, novelista, profesora y filósofa francesa, Simone de Beauvoir dedicó su vida a la creación de numerosas novelas, ensayos, biografías y monográficos, donde la política, sociedad y filosofía se erigieron como sus pilares fundamentales. Su pensamiento enmarcado claramente dentro del existencialismo y obras como El segundo sexo, fueron considerados como algunos de los elementos fundacionales del feminismo.
Junto a su marido Jean Paul Sartre, Raymond Aron y otros intelectuales de la izquierda francesa, fundó la revista Les temps modernes, a través de ella pretendía difundir el pensamiento existencialista tomando como automóvil la literatura moderna. Su consagración como escritora llegaría de la mano de su obra anteriormente citada El segundo sexo, algunos críticos de la época, incluso el vaticano, se mostraron públicamente contrarios a esta obra. Sin embargo su traducción a varios idiomas y los millones de ventas en Estados Unidos fue un fenómeno imparable. Nacía así el manual que darían pie a las reflexiones de las fundadoras del movimiento de liberación de la mujer. Fue su novela publicada en 1945 Les mandarines la que finalmente le otorgaría el merecido reconocimiento por parte de los intelectuales de la época, por aquel entonces Simone de Beauvoir se ganó el título de una de las escritoras más leídas a nivel mundial.
En 1964 nacía la obra que Sarte calificó como la mejor de todas las que su mujer había escrito. En Una muerte muy dulce la autora relató la muerte de su madre, en esta obra la eutanasia o el luto forman parte fundamental en todos su recorrido dotado de una emoción casi extrema. Su primera novela llegaría en 1943 bajo el título de La invitada, donde los dilemas existencialistas de la libertad así como la acción o la responsabilidad individual, fueron el caldo del cultivo para su producción.
La figura de Simone de Beauvoir se suele adscribir únicamente al mundo feminista, y eso ha conllevado que a lo largo de los años algunas de sus reflexiones sobre la creación literaria así como la evolución de la izquierda antes y después de la Segunda Guerra Mundial entre otras, quedaran relegadas a un segundo plano. A pesar de ello la figura de la autora siguió siendo icono para diferentes corrientes como el existencialismo.
La lucha y denuncias de la autora sobre la educación que se les inculcaba a las niñas y jóvenes de la época, fue uno de los mayores reclamos que convirtieron a Simone de Beauvoir en el nombre y figura propia del feminismo de la época y posterior. En dichas denuncias públicas ponía de manifiesto temas como inculcación de los valores de maternidad, haciendo ver así a las muchachas que solo a través de esta, podrían alcanzar la plena satisfacción y la realización femenina. Percibió la enorme y pasiva desigualdad que sufrían las mujeres de le época de un modo muy cercano. Desenmascaró una gran cantidad de tabúes así como los significados que se encontraban ocultos tras simples acciones cotidianas que se encargaban de realizar las mujeres.
Junto a otras reconocidas e importantes mujeres como Gisèle Halimi o Elisabeth Badinter, fue una pieza central para el reconocimiento mundial del sufrimiento, maltrato y vejaciones que sufrían las mujeres durante ciertos acontecimientos como la guerra de Argelia. Así como para la obtención de aborto en Francia, hecho que quizá no hubiera podido llevarse a cabo sin el denominado Manifiesto 343, redactado entre otras mujeres por Simone de Beauvoir y el cual se basa en la recopilación de firmas de 343 mujeres que afirmaban haber llevado a cabo un aborto y que se exponían ante todos a ser sometidas a procesos penales con incluso pena de prisión:
«Un millón de mujeres abortan cada año en Francia.Ellas lo hacen en condiciones peligrosas debido a la clandestinidad a la que son condenadas cuando esta operación, practicada bajo control médico, es una de las más simples.Se sume en el silencio a estos millones de mujeres.Yo declaro que soy una de ellas. Declaro haber abortado.Al igual que reclamamos el libre acceso a los medios anticonceptivos, reclamamos el aborto libre.»
Coraje, fuerza, pasión, palabras que al lado de Simone de Beauvoir solo se quedan en eso, en palabras. Pues encontrar adjetivos con los que definir a personas de semejante talla, a veces se convierte en misión imposible. En 2008 se creó en su honor el Premio Simone de Beauvoir por la Libertad de las Mujeres, más conocido simplemente como Premio Simone de Beauvoir. Más que un premio, un recordatorio de que a veces la lucha y el valor tienen su recompensa, y de que un solo nombre puede movilizar a millones de personas.
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