El árbol de tu nombre
El árbol de tu nombre / The Tree of your name
Jorge de Arco
Traducción de Almendra Staffa-Healey
Editorial Polibea. Colección El levitador/ 49.
Por Enrique Barrero Rodríguez
“Te has ido tan aprisa/que apenas tuve tiempo/de ordenar esas cosas que dejaste/entrelazadas junto a la memoria”, escribe Jorge de Arco en uno de los hermosos poemas que integran esta cuidada selección antológica bilingüe, con traducción al inglés de Almendra Staffa-Healey y palabras preliminares de Vicente Moilna Foix. Pero se diría que el resultado material de estos versos es, justamente, el contrario del que proclaman desde los dictados de la melancolía. Porque Jorge de Arco, ha acertado a ofrecer un medido y armonioso muestrario de una obra lírica ya antigua y consolidada en el tiempo, mantenida con ejemplar coherencia y que ha ido plasmándose sucesivamente en títulos como Lenguaje de la culpa (1998), De fiebres y desiertos (1999), La constancia del agua (2007), La casa que habitaste (2010) o la, hasta el momento, última de sus entregas, Las horas sumergidas (2013). Yo diría que Jorge de Arco ha tenido tiempo, en esta ocasión, de ordenar todas aquellas cosas que quedaron entrelazadas junto a la memoria, para ofrecerlas ahora en este libro hermoso y necesario.
En alguna ocasión previa, y al hilo de alguno de sus poemarios anteriores, he tenido ocasión de referirme a la equilibrada elegancia expresiva y al poderoso ritmo interno de este poeta madrileño -de corazón andaluz-, y a la manera en la que nos ha ofrecido hasta el momento una visión singular y densamente humana, serenamente lastimada, sensible y distanciada del mundo, siempre desde los ángulos de la experiencia particular y de la acción devastadora del tiempo. Una poesía, en la que convergen los grandes temas de la lírica: la memoria y el tiempo, la nostalgia y, naturalmente, el Amor. Escribe, en efecto, Vicente Molina en sus páginas preliminares, que predomina en este libro la dimensión amorosa de la poesía de Jorge de Arco, un amor donde adquiere la remembranza un relieve especial; y hay que convenir en ello, mas destacando el ángulo lúcido y personal desde el que se realiza esta aproximación al hecho amoroso; poemas amatorios, pues, mas no desde la meliflua cadencia de un tópico repetido, sino desde las raíces de una interiorización expresiva y una voz personal, desde los dictados de la melancolía y los estragos del tiempo, desde las mínimas y cotidianas erosiones y devastaciones de la vida. Porque si algo ha caracterizado la poesía de Jorge de Arco hasta el momento, ha sido, precisamente, esa continuidad del discurso poético, esa unidad sustancial en la fluencia lírica, hasta el extremo de poder considerarse un decir realmente personal e identificable.
La selección antológica presenta, por lo demás, la cortesía de su selectivo criterio de elección, pues de cada libro del autor se incluyen tres o cuatro poemas,-cinco es el mayor número de textos recogidos para la ocasión-, lo que confiere al resultado final del volumen una equilibrada elogiable unidad.
Una mención final, creo que requieren las versiones al inglés de los poemas que integran El árbol de tu nombre. La traducción de Almendra Staffa-Healey limpia, ágil, precisa, con la mejor cadencia y naturalidad, en la que se percibe y adivina no solo el valor del esfuerzo intelectual y la dificultad del empeño, sino la lealtad y el humano cariño conyugal, merecen ser destacadas, pues confieren a la edición un complemento elegante y armonioso, como el de las ramas esbeltas y ágiles al tronco firme del árbol.
Un árbol, en suma, el de la Poesía en general y el de este poemario, frondoso y hermoso, que queda plantado con la edición de esta obra para todos aquellos que quieran recordar, profundizar o simplemente conocer por vez primera el cántico de Jorge de Arco.