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Los muertos no aceptan preguntas (Antonia Romero)

 

Los muertos no aceptan preguntas

Por Manuela, en colaboración con Entre mis libros y yo.

Nela trabaja como traductora y vive en una pequeña casa en Castelldefels, un pueblo de la costa de Barcelona. Su mirada tiene la niebla de quien ha debido cerrar los ojos para avanzar sin despeñarse por el borde del precipicio. En la buhardilla de su casa esconde un secreto, algo que nadie ha de ver porque allí conjura a sus demonios. De su madre heredó una fotografía arrugada, y de su abuela, Mamanela, el don de hablar con los muertos.

Antonia Romero
Antonia Romero

LA AUTORA

Antonia Romero nació en Barcelona. Funcionaria de carrera, en la actualidad trabaja en la secretaría de un instituto de secundaria. Tiene varios premios literarios y de relatos, ha colaborado en revistas digitales y desde 2005 regenta un blog personal. En 2012 se lanzó al mercado digital, autopublicando sus dos novelas en internet. «La tumba compartida» alcanzó rápidamente los puestos más altos en las listas de best sellers y consiguió una avalancha de críticas positivas de los lectores.

Los libros que ha publicado hasta ahora, además de la ya nombrada, son «Los diletantes», «Los cambiantes», «Peso cero» y la novela de la que os hablo hoy, «Los muertos no aceptan preguntas».

MI OPINIÓN

Nunca había leído nada de Antonia Romero. Es más, debo admitir que su nombre ni me sonaba, sí los títulos de sus libros, pero la verdad es que no los relacionaba con ella a pesar de que tengo entendido que es una autora muy activa en redes sociales y aunque yo últimamente estoy un poco perdida de Twitter no siempre ha sido así y no, no me sonaba de nada (ahora ya la sigo) y es que ya sabéis que a veces parece que habito en otro mundo y lo que todo el mundo sabe para mí puede llegar a ser un verdadero misterio. Pero de pronto empecé a ver «Los muertos no aceptan preguntas» por todas partes y sin haber leído aún ninguna reseña su título y sobre todo su portada llamaron poderosamente mi atención. Empezar a leer reseñas entusiastas hizo que mis ganas se dispararan y la suerte quiso que me tocara en un sorteo organizado por el blog Libros que hay que leer, así que hoy os traigo mi opinión sobre «Los muertos no aceptan preguntas».

Nela es la protagonista de este libro. No quiero contar mucho sobre la trama, sólo os diré que Nela ha tenido una infancia más que difícil con una madre muerta prematuramente y que nunca demostró amor alguno hacia a ella y un padre de esos a los que podríamos llamar cualquier cosa menos padre. Aún así, Nela ha conseguido salir adelante, es una mujer independiente que aun arrastrando traumas y demonios lleva una vida normal, con pocos pero buenos amigos, una vida un tanto solitaria pero con la que ella se siente satisfecha. Además, Nela realmente nunca está sola porque tiene un don, el don de hablar con los muertos.

La novela se estructura en 22 capítulos de extensión de media a corta titulados con nombres de películas clásicas y comienzan siempre con un breve diálogo de la película en cuestión. Me ha parecido un detalle precioso que ha despertado en mí los deseos de volver a ver algunas de esas joyas. Además del buen gusto que demuestra la autora con estos títulos, no están escogidos al azar sino que guardan una íntima relación con lo que después encontraremos en el capítulo en cuestión.

La prosa de Antonia Romero es impecable, sencilla, elegante y muy cuidada. En algunos pasajes es realmente evocadora y consigue eso tan difícil que todos los lectores deseamos encontrar en los libros, consigue hacer sentir al lector. Mantiene un perfecto equilibrio entre diálogos y narración y nos ofrece descripciones muy detalladas y aun así muy fluidas de los ambientes en los que transcurre la novela, principalmente Casteldefells y la Costa de la Muerte. Además, funde perfectamente y sin confusión presente y pasado y es que la novela, a pesar de seguir un hilo cronológico lineal, está salpicada de numerosos flashbacks a través de los cuales iremos conociendo el pasado que ha marcado a la Nela que hoy conocemos.

Los personajes en general están muy bien perfilados y resultan naturales, de esos que, al igual que en la vida real, pueden terminar sorprendiéndote y diciendo eso de «jamás lo habría esperado de…» Ciertamente en algún secundario la autora ha caído en pequeños clichés, pero aún así son personajes muy creíbles que de una forma u otra están en la vida de Nela y que nos ayudan a comprender mejor el carácter de un personaje tan complejo como ella con la que debo admitir me costó un poco empatizar al principio.

Una novela difícil de encajar en un sólo género ya que en ella encontramos un poco de todo: thriller,  secretos familiares, romance y un toque sobrenatural muy bien tratado del que no se ha abusado en absoluto y del que se podrían dar mil explicaciones sin tener que pensar en visitas del más allá. Me ha gustado mucho el tratamiento que la autora ha dado a este tema porque lo hace de forma que cada lector puede quedarse con la explicación que más le guste, más o menos racional. Pero si de tratamientos a temas espinosos hablamos tengo que quitarme el sombrero ante la maestría y el respeto que Antonia Romero muestra a la hora de tratar un tema tan escabroso y delicado como el maltrato. La autora no nos ahorra escenas y descripciones realmente crudas que pueden incluso llegar a herir sensibilidades pero sin abusar de dramatismos.

No dudo en recomendar «Los muertos no aceptan preguntas» porque aunque en algunos aspectos ha resultado un poco previsible, ha cumplido a la perfección con las expectativas que tenía puestas en ella. Es una buena historia, muy bien contada y con una trama muy bien urdida. Uno de esos libros que aúnan calidad y entretenimiento y que te dejan con ganas de volver a encontrarte con el estilo cuidado y sencillo de una autora a tener muy en cuenta.

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