El vigilante

Por Cristina de @abrirunlibro

Extraño y fascinante libro donde el autor, Peter Terrin, explora a través de la voz de su personaje, un vigilante llamado Michael, los miedos a lo desconocido, la libertad o la soledad, todo ello mediante una estética literaria muy vanguardista.

Dos vigilantes de un edificio de apartamentos de lujo conviven en el aparcamiento soterrado del inmueble, totalmente aislados del mundo exterior y, sin respirar aire puro o ver apenas la luz natural, realizarán su trabajo de vigilancia siempre bajo la prohibición de mantener relación con los residentes y ante todo, salvaguardar la vida de éstos ante posibles amenazas.

Cuando los inquilinos del inmueble, excepto uno, abandonan repentinamente el edificio, los vigilantes empezarán a barajar la hipótesis de una gran catástrofe en el exterior. Al dejar de recibir las provisiones que les mantiene con una endeble calidad de vida y, desinformados y al límite de sus fuerzas, sospecharán sobre la posibilidad de una prueba de resistencia por parte de la organización que les contrata para lograr un futuro ascenso y poder engrosar las filas de los vigilantes de élite.

Distopía sobre un futuro no muy lejano en una ciudad cualquiera, de hecho desconoceremos el lugar donde se ubica la novela y la fecha en la que se enmarca esta historia, Peter Terrin ganó el Premio de Literatura de la Unión Europea con este su libro, El vigilante.

Si como género literario el de la ‘distopía’, a pesar de ser una palabra no incluida aun en la RAE, entendemos la descripción de una sociedad futura donde, a consecuencia del mundo actual, predominaría la infelicidad o la dominación del ser humano y que como mensaje llevaría la advertencia de lo que podría ocurrir si no se rectifica, esta novela podría clasificarse entre thriller psicológico y novela apocalíptica.

Es indudable que los protagonistas desconocen lo que podría ser ‘la belleza del caos’ (Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad, frase del ‘viejo Profesor’ Tierno Galván) a lo que el lector, a medida que va avanzando en la lectura de El vigilante, irá sintiendo una sensación de claustrofobia y angustia, provocada por la ausencia de desorden y libertad, donde las alucinaciones de los personajes, descritas por el autor de una manera absurdamente magnífica, nos llevarán a seguir avanzando con la lectura y a seguir la rutina de estos hombres en su trabajo y leer como reiteran de manera incansable aquellos parámetros estipulados para su cometido de forma mecánica e insistente, siendo capaces de repetir, machaconamente y hasta la saciedad, unas absurdas reglas auto-impuestas:

“Harry monta guardia en la silla de al lado de la puerta. Cada tanto se levanta y camina trazando un pequeño círculo.

Cuando pasa por delante de la puerta, su sombra oscurece toda la habitación. Comprueba el peine de cartuchos de su arma y lo introduce en el cargador con un clic seco. Aunque no le veo, sé que alarga el brazo y sujeta la pistola delante de sí; tal vez apoya una mano en la otra. Su ojo derecho mira a lo largo del alza y la muesca, su índice se tensa alrededor del gatillo.”

Ahondar en las demencias, miedos, rutinas y desinformación de dos individuos encerrados en un sótano de un edificio día tras día, que olvidan que todo lo que necesitan está al otro lado precisamente del miedo, es realmente arriesgado; pero si hemos de tener en cuenta la metáfora o el mensaje que nos lanza Peter Terrin y la abrumadora capacidad del escritor para contagiarnos de la cobardía o la pusilanimidad de sus personajes, he de decir que en mi opinión, este es un libro con una ejecución ‘técnicamente’ casi perfecta.

El vigilante es una ficción singular por su prácticamente ausencia de personajes, sub-tramas, o giros que cambien abruptamente la situación que se nos plantea desde el inicio. Un libro casi lineal, aunque evidentemente hay sorpresas pero quizás no las que espera el lector, donde la falta de información, al igual que los protagonistas, nos llevará a una lectura donde la causa-efecto de sus miedos será recíproca y donde la visión de lo que podría ser el futuro de nuestra sociedad, causa pavor y respeto.

Con una prosa que cobra sentido y con una novedosa estética visual, este es uno de aquellos libros en los que se seguirá pensado durante varios días una vez finalizada la lectura, por lo que la osadía de Peter Terrin al componer El vigilante, cubre las expectativas de aquellos que buscamos lecturas que por diferentes, no sólo no dejan de restar en nuestro haber sino que suman puntos. Como debe ser.

 Biografía:

Peter Terrin (Tielt, Flandes, Bélgica, 1968) representa una voz única en la literatura contemporánea en lengua neerlandesa, tratando temas universales y a la vez de gran actualidad.
Ha sido descrito como “un maestro del detalle ominoso”, es considerado por la crítica como un inconformista literario, un escritor clásico que no sigue las tendencias y un estilista magistral. También ha escrito teatro y participa activamente como columnista en distintos medios. Ha sido galardonado con varios premios literarios como el Premio de Literatura AKO y el Premio de Literatura de la Unión Europea.

Información del libro:

El vigilante. Peter Terrin. Traducción de Maria Rosich. Rayo Verde Editorial 2014. 18€.