Confesiones habladas y bailadas, en un insólito reality show teatral
Por Horacio Otheguy Riveira
Los 7 de Rafa: una experiencia de psicodrama convertida en espectáculo. Desde Canarias con amor, un grupo de bienaventurados con episodios dramáticos que se confiesan en el escenario, entre lágrimas y sonrisas, y cuyas mayores toxinas emocionales liberan en números de danza. Con un maestro de ceremonias: Rafa Méndez, que viene a ser una especie de tutor, de gurú, de Gran Maestre, que puebla de abrazos el amplio espacio del Nuevo Apolo, que da ánimos y consuela, mientras una atronadora banda sonora hace las delicias de propios y ajenos, compañeros de viaje de historias conmovedoras.
Una sesión de psicodrama que no intenta explicarse más que con la necesidad de desprenderse del gran peso de sufrir en soledad. Convertida en show adolece de falta de ritmo y de una puesta en escena demasiado plana con un protagonismo a menudo innecesario por el “hacedor” del Gran Confesionario. Sin embargo, no ha de juzgarse como un teatro-danza habitual, sino como un cuarto oscuro por el que se nos permite avanzar sólo y exclusivamente para observar, escuchar y finalmente abrazar a los ocho, ya que una de las últimas historias es del propio Rafa, pero bailada por una de las chicas.
Historias por las que discurre la desgracia inesperada al perder a una familia con un desgarro cotidiano en el recuerdo y la necesidad del hermano. Presencia de muertos amados, necesidad de que aún nos acompañen. Una manera de narrar y un modo de bailarlo comprometiendo también la soledad del espectador.
Una chica de 20 años avanza por el patio de butacas gritando para desahogar su rabia, pero luego se divierte contando lo mucho que sufrió. Con su voluminoso cuerpo que ha sido despreciado y golpeado en los colegios, ahora es capaz de tomar distancia y disfrutar contándolo y bailándolo, recibiendo la vigorosa ovación del público…
Hay un amor que se comparte entre dos, pero ella decide dejar a la amante del mismo sexo. No es fácil. Es doloroso. Acompaña su danza la voz entrañable de Luz Casal: Te dejé marchar. Más allá el padecimiento de una muchacha de 15 años embarazada en un pueblo donde se la desprecia, aprende a defenderse y defender a su hijo… hasta que una nueva vuelta de tuerca la obliga a enfrentarse a un abismo inesperado…
Sólo hasta el domingo 7 de septiembre Los 7 de Rafa en el Nuevo Apolo de Madrid, presentando estas y otras confesiones en un contexto musical por una Compañía de Canarias integrada por artistas con mayor o menor experiencia, pero lanzados a vivir de su profesión, y que en esta circunstancia procuran convertir en arte su propio dolor. Ellos son Cristian Velasco, Erica Rodríguez, Kevin González, Cinthia Díaz, Juan Manzano, Yurena Molina, Verónica Hernández… y Rafa Méndez.
