«The Hotel»: teatro circo con siete magníficos artistas
Por Horacio Otheguy Riveira
Una camarera feúcha y dos empleados de hotel, uno guapo y elegante, y otro elástico y juguetón, dan la entrada desde el patio de butacas para presentar a tres espléndidas estrellas del arte circense aéreo y terrenal, y ellos mismos capaces de transformarse y expandir sus muchas posibilidades bien cargadas de felices sorpresas.
La camarera se transformará en una cautivante belleza que girará en una rueda mágica mientras se escucha la voz de una soprano extraordinaria: magia, hechizos, buen humor y un teatro circo sin palabras, con casi dos horas de mímica, danza y acrobacias fascinantes, siempre acompañados por una banda sonora que lo tiene todo, no sólo en variedad de géneros, sino en calidades conmovedoras, desde Louis Armstrong a un tango sinfónico, y en el camino un abanico de estilos y voces que van del pop a la ópera, el jazz y los hits de las comedias musicales… hasta dejarnos con la alegría en el cuerpo a la hora del saludo final mientras suena el maravilloso That´s Entertainment que Fred Astaire estrenara en The Band Wagon, de Vincente Minnelli (1953).
¿Han pasado muchos años? Ninguno y una eternidad, y es que mientras siga el show y todo pueda suceder para que cortemos la respiración durante unos minutos, sonreír, abrir la boca y los ojos como platos cuando cuerpos esbeltos ascienden hasta más allá de lo posible y confirman que ya ha llegado lo más grande del circo: su posibilidad de unir poesía con destreza, imaginación, riesgo cotidiano… y esas sonrisas sobre la piel casi desnuda de las chicas que buscan chicos en un carrusel donde reina, al fin de cuentas, la alegre esperanza…
No puedo nombrar a cada uno y reseñar las maravillas que hacen porque sus nombres no aparecen en el programa de mano. Un trabajo en equipo en el que cada uno luce sus talentos, lo mismo en malabares que en coreografías, que trepando por telas o en trapecio fijo o girando entre aros, o…
Son artistas con amplia experiencia en producciones del Circo del Sol, el Circo de Moscú, el Circo Eloize y Los 7 dedos de la mano, reunidos aquí como si se hubieran fugado por arte de magia de aquellos escenarios, para reinar en un despliegue más personal: 7 magníficos en una función que lleva algunos años en gira y que cada vez funciona mejor a través de un engranaje de perfecta sincronización.