Las 5 películas favoritas de la historia para Werner Herzog

Escoger un “favorito”, en casi cualquier ámbito, puede ser una decisión difícil pero también paradójicamente sencilla. Alguien nos pregunta por nuestros 3 libros preferidos y si el placer de la lectura está tan arraigado en nosotros que somos capaces de apreciarlo en varios de sus muchos matices, entonces la respuesta nos parece imposible. Comenzamos a recordar un libro entrañable y creemos que merece estar en la lista, pero entonces pensamos en otro que por razones distintas también nos conmovió y por un instante nos parece más imprescindible, y así con otro puñado de títulos, uno con mayor primacía que otro en nuestra valoración personal. Y lo mismo para quienes han encontrado en el cine su afición más estimulante, o en la pintura, o, quién sabe, incluso en la filatelia. Lo paradójico es que todo ello puede volver sencilla la selección: en términos generales, pocas obras, en distintos campos del arte, pueden generar una reacción tan decisiva en nuestro estado espiritual como para ponerlas en la categoría de favoritas.

Pero más allá de la indecisión, uno de los beneficios paralelos que podemos tomar de esta clase de dilemas es aprovechar el conocimiento que por la vía de la curiosidad y el gusto ha conseguido una persona. Quizá alguien batalle consigo mismo para poder enumerar sus 3 libros favoritos, pero en el ínterin habrá lanzado una decena de nombres que quizá su interlocutor desconocía hasta ese momento. Eso, cierto nivel de dominio, cierta experiencia que da la exploración azarosa, es tal vez lo que podemos obtener al pedir la elección un tanto injusta de solo un número determinado de obras favoritas.

¿Qué dice de un director de cine su lista de 5 películas predilectas? Sin duda mucho de su posición respecto al cine, de su estilo y de la idea de película que rige su trabajo. En pocas palabras, de aquello que gusta de ver y que a través de ese gusto revela muchas aristas de sí.

Hace unos días, Open Culture recuperó una entrevista realizada Werner Herzog por el sitio Rotten Tomatoes, uno de los más importantes en Internet en materia de crítica cinematográfica. En aquella ocasión, el director compartió los 5 nombres de las cintas que, vistas una vez, lo marcaron por siempre, una selección animada por una idea: “Pienso que el denominador común del Universo no es la armonía, sino el caos, la hostilidad y el asesinato”.

En primer lugar, Freaks, de Tod Browning, un clásico de la primera época del cine (1932) que cuenta la historia de un circo y los enanos que ahí actúan, una influencia decisiva para su largometraje Even Dwarves Started Out Small, de 1970.

La siguiente es Intolerance, de D.W. Griffith (1916), otra obra maestra del cine silente que con una estructura compleja cuenta y grandilocuente narra la historia de la humanidad (o al menos una de sus versiones).

Nosferatu (Murnau, 1922) es tan importante para Herzog, que en 1979 filmó su propia versión. El arquetipo del vampiro irrumpió en el corazón del expresionismo alemán para marcar la historia misma del cine, convirtiéndose en una de las cintas más legendarias jamás filmadas.

En comparación con esta triada, las siguientes dos películas favoritas de Werner Herzog pertenecen ya a la etapa moderna del cine: Where Is The Friend’s Home? (1987) del iraní Abbas Kiarostami, y la emblemática Rashomon (1950), de Akira Kurosawa (en la cual el director alemán encuentra “un balance perfecto”).

herzog

Estos ejercicios son interesantes por las razones que hemos propuesto y también porque, al conocer los gustos de un director (y si vemos sus películas favoritas), juzgamos sus películas de otra manera, a veces entendiendo algunos guiños, alusiones, caprichos de estilo y más: nos muestra otra forma de mirar lo que creíamos conocido.

Fuente. Faena

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