Nuria González en “Taitantos”: divertida superviviente con el viento en contra
Por Horacio Otheguy Riveira
“Taitantos” va del humor en medio de la ansiedad y entre numerosos fracasos sentimentales. También va de una mujer entera que se rompe una y otra vez en busca de amor entre bien hilvanadas situaciones cómicas.
El público femenino festeja su periplo a carcajada batiente, los hombres ríen por lo bajini, y es que aparecemos en un desfile de arquetipos de fácil identificación, y no nos caemos muy bien en labios de una mujer tan encantadora, tan abierta a nuevas experiencias, tan deseosa de abrirse nuevos caminos y que, una y otra vez, encuentra tíos imposibles, de un egocentrismo intolerable si no estuviera mechado de tanta estupidez que acabamos riéndonos de nosotros mismos.
Taitantos expresa con buena estructura teatral para una sola intérprete, muchos fracasos sentimentales en un cuerpo ansioso por gustar, por caer bien, por recomponer su vida de divorciada con hija rebelde y éxito profesional en un blog donde una carta anónima la trata de “Vyejona”, tal vez el peor insulto en su carrera contra el tiempo.
En el centro del corazón herido de la frivolidad, Taitantos se erige como una comedia divertida para profundizar con emotividad creciente, bien escrita, dirigida con mucho ritmo y sobre todo interpretada por Nuria González, una actriz versátil a quien da mucho gusto visitar cada vez que sube a escena, porque ofrece un buen caudal de aciertos y sorpresas, como cuando en este mismo teatro fue una mujer policía atribulada, en peligro su propia familia mientras intentaba “cazar” al secuestrador de un niño (Carnaval, de Jordi Galcerán, junto a Víctor Clavijo).
De Galcerán también hizo Móvil, interpretando a una madre rica y autoritaria, junto a María Barranco en el María Guerrero; en el Lara fue una divertida integrante de Tres, nada menos que con Aurora Sánchez y Kiti Manver con texto y dirección de Juan Carlos Rubio, o más cerca aún, impecable galería de personajes, como una monja, un fraile y un papa en la sorprendente Monja Alférez de Domingo Miras, junto a un gran elenco dirigido por Juan Carlos Rubio también en el María Guerrero.
Gusto grande da ver a Nuria González entregada de lleno en una notable producción para una sola voz como es la de este Taitantos, donde el drama de una mujer sola con el viento y el tiempo en contra acaba descubriendo la única pasión que ha de darle libertad: la del tiempo que ella misma es capaz de administrarse, al margen de la mala suerte, la torpeza de tantos hombres y el devenir del tiempo verdadero, el que la enriquece o empobrece cada día.
Con atractiva vis cómica y la misma versatilidad de siempre, a Nuria González le bastan unos cuantos gestos para describir a fondo una situación, y también una mirada, un tropiezo, una torpeza, o un momento estelar que conmueve y provoca una risa nerviosa. Es un show escrito y dirigido al servicio de una excelente actriz y en homenaje a las mujeres que padecen una y otra vez —entre copa y copa que apenas “marean” la pesadilla— un desfile de hombres que parecen de otro planeta.
Eso sí, todo salpicado de ingenio, humor negro y blanco, tierno y cínico en el cuerpo y la voz de una “chica” llamada Susana, bloguera de éxito y luchadora a brazo partido por renacer de las cenizas y ser ella misma de una vez por todas.
Taitantos
Autora: Olga Iglesias Durán
Desarrollo de guión: David Serrano
Dirección: Coté soler
Intérprete: Nuria González
Voz en off y ayudante de dirección: Isabel Romero de León
Escenografía y vestuario: Elisa Sanz
Ayudante escenografía y vestuario: Mónica Borromello
Iluminación: Juan Ripoll
Dirección y montaje videoblogs: Peris Romano
Fotografías: Ojodmosca
Lugar: Teatro Bellas Artes de Madrid
Fechas: Hasta el 27 de julio de 2014