Terapia relacional, trauma psíquico y la cultura de las terapias alternativas
Por Nancy Castrillón, Psicóloga Clínica (@NancyCastrillon, mnancycastrillon@gmail.com)
Mediante palabras puede un hombre hacer dichoso a otro o empujarlo a la desesperación, mediante palabras el maestro transmite su saber a los discípulos (…). Las palabras despiertan sentimientos, y son el medio universal con el que los hombres se influyen unos a otros.
Sigmund Freud
Los días 9 y 10 de mayo de 2014, se celebró en Cáceres la Primera Conferencia Ibérica de Psicoanálisis Relacional, organizada por la IARPP-España (Asociación Internacional para la Psicoterapia y el Psicoanálisis Relacional, ww.psicoterapiarelacional.es), en la cual participé con «Terapia relacional, trauma psíquico y la cultura de las terapias alternativas» que ilustra el siguiente póster y cuyo trabajo tiene su origen en una paciente de 50 años que trato desde hace un año.
La paciente venía con una experiencia previa de nueve años de psicoterapia; y de haber acudido por igual periodo de tiempo a diferentes terapeutas, técnicas y tratamientos de las medicinas complementarias o terapias alternativas; además de esto también tenía bastantes conocimientos sobre diversos libros relacionados con la cultura de la autoayuda.
Cuando esta acudió a mi consulta presentaba una gran dificultad para poder expresarse, para poder hablar y pensar sobre sí misma y su propia historia de vida; y cuando lograba comunicarme algo, recurría a la disociación y al lenguaje que tenía impregnado sobre las terapias alternativas y los libros de autoayuda. Por otro lado, no había tenido en su mundo relacional unos interlocutores válidos que le ayudarán a registrar, pensar e integrar en su self diversas experiencias importantes de su vida; y desafortunadamente en los nueve años de recorrido que realizó por el mundo de las terapias alternativas, se había vuelto a encontrar con las “mismas experiencias de invalidación” que había vivido durante la mayor parte de su vida; las cuáles le agudizaron, aún más, el sufrimiento mental, la confusión y disociación que previamente tenía.
El póster tiene como objetivo el deseo de plasmar mi experiencia psicoterapéutica con esta paciente, para lo cual he recurrido a dos imágenes: una imagen de fondo con la que quiero hacer alusión al proceso psicoterapéutico como la construcción de un nuevo tejido relacional que se aúna con los hilos del tejido construido en el pasado de la paciente. Y como gracias a este nuevo tejido relacional que hemos venido co-construyendo en cada sesión, hebra por hebra, hilo por hilo ha sido posible ir transformando, elaborando e integrando, como dice Bollas, “lo sabido no pensado” de su propio tejido o historia narrativa; e ir encontrando su propio “lugar en el mundo” (Velasco, Rosa).
Por otro lado, he recurrido a la imagen de una escultura con la cual intento reflejar, como dice Donna Orange: “el rostro del desconocido que sufre”. Un rostro que necesita ser sostenido por el tejido del vínculo psicoterapéutico y; que además necesita ser visualizado, escuchado, comprendido y reconocido de una manera distinta a la que éste ha conocido en su historia de vida.
No ha sido fácil el camino que he recorrido con esta paciente; pero es ¿qué hay algún tratamiento que pueda llegar a considerarse fácil? Cada paciente que llega a nuestra consulta nos entrega su subjetividad; viene configurado por sus contextos de mundo y experiencia (Stolorow, Robert); cada paciente nos entrega el tejido de su vida y coloca en nuestras manos todos sus hilos, vínculos, experiencias, matices, aprendizajes, alegrías y sufrimientos, así como sus esperanzas y; de nosotros depende el compromiso, el respeto, la ética y la delicadeza para sostenerlo, acogerlo, acompañarlo y ayudarlo a que se formen nuevos telares, nuevos vínculos; de nosotros depende el brindarles un “hogar relacional de acogida” (Stolorow), en el cual puedan llegar a comprender, reconocer, aceptar, integrar y transformar las experiencias y las huellas de su tejido “en mito y símbolo de nuevas construcciones” (Alejandro Ávila) para que sean puestas al servicio de la vida.