Maruja Torres se cuenta “Diez veces siete”
«Porque el aquí y el ahora de hoy precisan del ayer, pero más todavía les conviene dotarse de sentido, y eso lo hago revisando el camino que dista entre un punto y otro de mi biografía. Entre lo que casi fue el principio y, aparentemente, todavía no es el fin. Aunque nunca se sabe».
Actualidad editorial:
Esa niña desobediente, enfermiza y de gran imaginación que fue Maria Dolores Torres Manzanera, ahora tiene tantos años como diez veces siete, tantas experiencias personales y profesionales a sus espaldas como para poder mirar atrás sin rencor, quizás con nostalgia, pero siempre con justicia. Esa jovencita que soñaba con un elegante extranjero que la rescatara, hoy está encarnada en Maruja Torres, una periodista de raza que se plantea este ‘aquí y ahora’ como el momento adecuado para hacer un ejercicio activo de memoria, para repasar aquellos acontecimientos que por unas razones u otras quedan indelebles en la pátina de la vida.
Diez veces siete (Editorial Planeta, 2014) es una autobiografía novelada que arranca en mayo de 2013, precisamente cuando, tras treinta años trabajando para el diario El País, la autora es conminada a dejar Opinión. Lo que vino después es de sobra conocido, pero aquí el lector podrá asistir de primera mano a los hechos tal y como sucedieron. Podrá adentrarse en los impulsos y reflexiones de una periodista en crisis, saber de sus corrosivas opiniones en torno al oficio actual del periodismo, y comulgar, o no, con su particular visión de la situación interna de un rotativo que durante años fue ejemplo de pluralidad, pero en el que hoy más que nunca, y utilizando palabras de la escritora, faltan indios y sobran capitanes.
Asimismo, este libro profundiza en esa galería de olores y sabores que está ligada siempre al recuerdo: la humanidad hacinada del primer hogar, las prostitutas que eran vecinas de un barrio como el del Raval, el abandono por parte de un padre alcohólico y demasiado irascible… Ahí están los primeros sietes años de una serie en la que Maruja, vehemente y anárquica pero realmente lógica, va saltando a lo largo del tiempo para dejar testimonio de sus circunstancias y de su evolución. Hasta llegar a ser la comprometida reportera que ha sido, y es, referente del periodismo bien hecho y mejor entendido. Precisamente a todos sus lectores y seguidores, que siempre han estado ahí, dedica la autora esta obra que no es más que un sincero y directo diálogo con ellos.
La protagonista de este libro es realmente una mujer independiente, libre y dispuesta en todo momento a reinventarse, que no duda, llegado el momento, en ampliar sus perspectivas y buscar nuevas posibilidades. Su rebeldía no es, sin embargo, una herencia familiar, sino más bien una reacción instintiva contra el carácter de su madre. La señora Lola Manzanera, aunque de armas tomar, asume un papel de víctima aplastada por el mundo –y por un marido de malas copas y peor trato–, que su hija se niega a imitar. Contra esa resignación y triste sumisión se rebela Maruja desde que tiene uso de razón. Da la impresión de que, en el fondo, es a esa dócil madre a quien debe su actitud inconformista ante la vida y sus circunstancias.
Las reflexiones se siguen haciendo inevitables en una mujer cuya existencia se ha sustentado en la información contrastada y la opinión. Sobre la situación de crisis y de orfandad intelectual que vivimos no puede por más que lamentarse: «¿Cómo no va a provocarme dolor el hundimiento deliberado de la educación y la cultura, en la España madrastra en que hoy nos toca mal vivir?». Ella que se crió en la falta de una educación formal se queja del poco valor que los jóvenes dan a la cultura, como si se tratase de algo superfluo en su formación. El sistema que, por otro lado, ya ha dado la patada a buena parte de los españoles, seguirá alentando a una pequeña parte de saqueadores en su vida de consumismo extremo… mientras, los demás aguantan lo que le echen. «Tal como pinta el presente, en el futuro no solo seremos pobres. Seremos pobres de espíritu».
Buscando ordenar su particular caos de vivencias, Maruja hace un ejercicio de fidelidad y entrega total hacia sus lectores. Armada de su incansable capacidad para reinventarse, se muestra más vital, contestataria y al mismo tiempo cercana que nunca. Su voz se alza impenitente, rigurosa, realista, a veces nostálgica o desilusionada, pero siempre brillante. Aquí, la escritora explota lo que mejor sabe hacer: contar lo vivido. Su maestría narrativa se hace entonces descarnada o crítica según busque la empatía personal o la reflexión más cruda. Escritora y periodista van juntas e inseparables en Diez veces siete, una invitación a la memoria difícil de rechazar.
Diez veces siete. Maruja Torres. Editorial Planeta, 2014. 256 páginas. 19,90 €