Merino, castigar sin ser castigado
Por Antonio Ortuño.
Del 12 Junio al 12 Julio , 2014
532 W 24th Street
New York,NY 10011
Martes – Sabado: 10am – 6pm
Eugenio Merino no es un Robin Hood y tampoco lo pretende a la hora de dar rienda suelta a lo que todos desearíamos hacer con ciertos individuos que hacen que la vida sea un poco molesta, por no decir en algunos casos insoportable tanto en paises abiertamente democraticos como en dictaduras vigentes. Nada les va a salvar a dirigentes, ex dirigentes, dictadores, políticos, etc. de ser mamporreados en la próxima exposición individual de Merino en la galleria UNIX de Nueva York, y ahí está para demostrarlo la pieza del punching ball con una lista que incluye a Putin, Aznar, Pinochet y Merkel. Como todos sabemos, en el año 2012 utilizó la figura del dictador Francisco Franco metido en un refrigerador para expresar la presencia del Franquismo en nuestras instituciones, nuestra cultura y nuestra política. El resultado fueron dos demandas por la Fundación Francisco Franco y dos juicios que perdieron en el juzgado pero que ganaron a nivel mediático y en el que sentaron las bases de lo que se puede o no hacer en una feria de arte o en una sala publica. Afortunadamente para Merino en la ciudad de New York hoy los políticos hacen política y apoyan el arte en todos sus sentidos y disciplinas sin inmiscuirse en el trabajo de los artistas, algo muy diferente a lo que ocurre en España, donde el político hace valer su voz de mando para censurar todo aquello que no le conviene que se sepa o que les puede venir mal para su reputación, o simplemente por joder a los demás por su ideología, inclinación política, etnia, etc.
Always Shameless (sin vergüenza) es el titulo de su nueva muestra donde no echaremos de menos metido en la nevera a Mao, Fidel Castro, pero tampoco a Putin, y Bush. Merino me cuenta que lo interesante del proyecto no es sólo que las neveras sean ocupadas por dictadores, personajes evidentemente malos, sino otros que dentro del orden establecido lo alteran a su gusto para beneficiar a las élites afines al poder y a sí mismo. En tono más cómico están las dos esculturas de los dos Kims, dos dictadores maníacos descendientes de una familia de maníacos, donde sus sombras proyectadas en la pared representan ese narcisismo y a la vez esa intención de ser cada vez más poderosos y peligrosos.
Ansioso me quedo dandole cera a mis guantes de boxeo a la espera del dia de la inauguracion.
GOD BLESS MERINO!!!!!