Eva García Sáenz descubre el «Pasaje a Tahití»
«Denis no se acordaba de cómo había llegado a él aquella oscura perla. En la fábrica aún no habían conseguido imitar las perlas negras de los Mares del Sur, bastante tenían con perfeccionar las treinta capas de Esencia de Oriente –una mezcla de escamas de pescado y gelatina- y aspirar a ser las mejores perlas blancas de imitación del mercado de lujo».
Actualidad editorial:
Su irrupción hace dos años en el mundo de la literatura no pudo ser mejor. Su novela La saga de los longevos, llegó a ser un fenómeno de ventas y crítica que ya ha sido traducido al inglés y publicado con gran éxito en Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia. Ahora, Eva García Sáenz vuelve a la carga con Pasaje a Tahití (Editorial Espasa, 2014), una historia épica de amor, superación, lazos familiares y secretos con el telón de fondo del Tahití colonial y el fascinante origen de las perlas cultivadas. En ella ha reunido una extraordinaria galería de protagonistas en la que se combinan con gran habilidad personalidades reales de la época y personajes de ficción.
1890. Bastian y Hugo Fortuny parten a Tahití en busca de una oportunidad después de perder su trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal. Durante la travesía conocen a Laia Kane, la hija del corrupto cónsul inglés en Menorca al que la reina Victoria ha desterrado a la isla de la Polinesia. Este encuentro marcará la vida de los hermanos Fortuny y de Laia para siempre. Dos hermanos mallorquines y la hija de un cónsul terminarán fundando el imperio de las perlas cultivadas en el Tahití de finales del siglo XIX.
1930. Denis Fortuny, heredero del imperio de las perlas de lujo en Manacor, decide tras una serie de acusaciones y sospechas de asesinato huir hasta Tahití, origen de todo, para averiguar el misterio que se oculta tras sus primeros años de vida.
«Me habló como si ya estuviera muerta, y era cierto que yo mismo lo pensaba. Llevaba días con síntomas claros de estar contagiada, desde que mi madre comenzó con los delirios y por las noches gritaba un nombre de varón que no era el de mi padre. Recuerdo que aquello me turbó mucho. Así no es como muere una señora, pensaba yo. Y le tapaba la boca para que nadie escuchara aquella infamia. Creo que de ese modo me contagió las fiebres».
García Sáenz recrea los paisajes y la vida cotidiana en el París de la Exposición Universal de 1889, en la Polinesia de Paul Gauguin y en la Mallorca de entreguerras, cuando sus perlas se convirtieron en un símbolo del lujo en todo el mundo. También nos sumerge en el corazón de una industria, la de las perlas cultivadas, que nace gracias al ingenio de un emprendedor japonés, Kōkichi Mikimoto, con quien hará amistad Bastian Fortuny. Pasaje a Tahití es una precisa máquina del tiempo que nos lleva a través del mundo durante uno de los periodos más apasionantes de la historia. Desde la antigüedad, las perlas naturales han sido, por su rareza, una de las gemas más caras, solo al alcance de la aristocracia, primero y de la burguesía más acaudalada, después. Por eso no es de extrañar que, durante siglos, se desarrollaran distintas técnicas para fabricar perlas y para cultivarlas. En Pasaje a Tahití, García Sáenz propone una historia sobre cómo Bastian Fortuny consiguió cultivar perlas aplicando la experiencia adquirida con Mikimoto.
Eva García Sáenz (Vitoria, 1972) vive en Alicante desde los quince años. Diplomada en Óptica y Optometría, durante una década ocupó diversos cargos de dirección en el sector óptico y posteriormente desarrolló su carrera profesional ocupando una plaza de titular en la Universidad de Alicante. En la actualidad prepara su próxima novela, además de impartir cursos y ponencias de márketing, motivación y literatura.
Pasaje a Tahití. Eva García Sáenz. Editorial Espasa, 2014. 480 páginas. 19,90 €