Massimo Vignelli o el diseñador total
Por Eduardo Castro Noguera.
Hace apenas una semana que nos dejó un maestro del diseño, Massimo Vignelli. A sus numerosos –y excelentes- trabajos tenemos que sumar el legado de una manera de entender el diseño, unos fundamentos, así como un sentido crítico de la profesión –inexistente durante muchos años- que ha marcado un antes y un después en la historia del diseño.
Vignelli nació en 1931 en Milán y estudió Arte y Arquitectura en Milán y Venecia. En 1960, junto a su esposa Lella Elena Valle –arquitecta y pieza clave en su carrera-, crean su primer estudio en Milán, trabajando para destacadas firmas como Lancia y Olivetti.
Pasados tres años, se trasladan a EEUU, instalándose en Nueva York. En 1964 es miembro fundador de Unimark International, que se convirtió rápidamente en una de las mejores agencias de diseño, desarrollando identidades corporativas para multitud de empresas, como American Airlines, Ford o IBM.
En 1972 crea junto a su esposa Vignelli Associates seguido de Vignelli Design (en 1978). Son muchos los trabajos destacables en esta época, entre ellos, el plano del metro de Nueva York, donde introdujo la sencillez de líneas a una compleja estructura de transporte, lo que motivó no pocos dolores de cabeza entre los usuarios; la identidad corporativa de United Colors of Benetton o la de Bloomindale’s.
Durante todo su ejercicio profesional se caracterizó por la solidez intelectual y metodológica a la hora de abordar los proyectos. En sus propias palabras:
«Me gusta que el diseño se semánticamente correcto, semánticamente consistente y pragmáticamente comprensible. Me gusta que sea visualmente poderoso, intelectualmente elegante y, sobre todo, que perdure».
En 1982, el American Institute of Graphic Arts (AIGA) le concedió la medalla de oro a su trabajo, pudiéndose leer: «No es que el diseño Vignelli sea sumamente bueno, sino que también piensa en el diseño», «No es suficiente que algo –una silla, una exposición, un libro, una revista- se vea bien y esté bien diseñada. El “Por qué” y el “Cómo”, el propio proceso de creación debe ser igualmente evidente e ir mucho más allá de la tiranía del gusto individual».
Su legado
La «sencillez» de sus propuestas -resultado de un profundo análisis y entendimiento del proyecto- estudiadas para trascender, huyendo de modas y de vulgaridades e integrando función y forma, consiguen una validez intemporal.
La importancia del “Por qué” y del “Cómo” de cada respuesta, de forzarse a “elevar el listón”, “aunque sólo sea unos centímetros” (como él decía), de ser críticos con nuestro trabajo y con el del colectivo creativo, porque solo así seremos mejores, porque sólo así será digna nuestra propuesta.
No es poco, quizás es todo cuanto se puede ofrecer a un mundo a menudo centrado en la forma hueca, sin fundamento, incapaz de trascender al no tener andamio en el que sustentarse.
Sirvan estas humildes líneas como homenaje a un “grande” que ha conseguido que no pocos eleven ese listón y se pregunten a diario: «Y esto, ¿Cómo lo haría Massimo Vignelli?»
Más
Estreno del documental «Design is One»
“Massimo last letters” video de The New York Times
Más que recomendable vídeo de BigThink.com
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