Mejunjes de bruja y palabras danzantes
Por Dinorah Polakof.
El libro La bruja de pelo rojo de Laura Farber está íntimamente ligado a la poesía aun cuando la narración es en prosa. ¿Se puede vivir un susto poético? Probemos desde el análisis.
Estructuralmente se divide en dos partes que a su vez contienen varios capítulos o cuentos. Candela se queda una temporada en casa de una abuela muy particular, quien además de tener un cabello de tono encendido no teme a los monstruos. Por el contrario, a la nieta le tiembla el corazón cuando se topa con ellos. Las sopas de la abuela lo que menos tienen son fideos pero se vuelven potajes con hechizos cuando la situación de “peligro” lo amerita. Entonces la protagonista prueba a preparar algunas recetas de su abuela y le salen riquísimas, con toques mágicos que ayudan a perder el miedo. Todas estas aventuras son relatadas a su hermana que permanece en casa de otros familiares mientras los padres que ambas comparten, se ausentan. Narrado en primera persona, logra una rápida confabulación con el lector que magnetizado por las imágenes apreciará el buen humor y el sentido poético. Sugerencia: reprimir el abuso de disminutivos.
La segunda parte del libro se titula La tiendita de las palabras y conserva la misma imaginación que le precede. Farber demuestra una exquisitez lúdica, inigualable, para dimensionar cuánto le interesan los libros y su contenido. Una especial confesión acerca de lo que las palabras provocan en su interior y cómo se complementan, amalgaman y armonizan, nos llevaría a pensar que el gran Gianni Rodari ha tocado con su varita a esta nueva escritora. En la página 80 se lee un párrafo de excepción acerca de un mamut y su hábitat, que refleja un mensaje sobre lo que los humanos somos capaces de hacer con otros seres vivos. “A las palabras vivas hay que cuidarlas mucho…” advierte Laura Farber y yo agregaría que bastaría con leer este material para hechizar al más escéptico de los mortales.
—
Dirigido a todas las edades. La bruja de pelo rojo. Laura Farber. Diseño de portada: Oscar Scotellaro. Editorial Fin de Siglo. Marzo 2014. Montevideo.
Foto Vía: Fin de Siglo Editorial