La BNE echa la vista atrás con “Generación del 14. Ciencia y modernidad”
Por Lara Marchante.
Paseo de Recoletos, n. 20 (Madrid)
De martes a sábados de 10:00 a 21:00 h. Domingos y festivos de 10:00 a 14:00 h.
La Biblioteca Nacional de España celebra el centenario del grupo generacional del 14 español con “Generación del 14. Ciencia y modernidad”. Un singular homenaje a aquellos que, en las puertas del XX, pensaron y trabajaron por una España moderna y avanzada en aquellos aspectos que siempre deben ser tratados como valiosos activos para la prosperidad de un país: ciencia, cultura y educación. Esta exposición podrá visitarse hasta el día 1 de Junio.
Su particular recorrido por el legado histórico, científico, cultural y político de las primeras décadas del siglo pasado se extiende por tres de las salas de esta biblioteca-museo, y se vertebra, a su vez, en seis grandes temáticas: ‘1914: Año axial’, ‘Una generación para la historia’, ‘Ciencia como preocupación nacional’, ‘Plenitud de una generación’, ‘Realidad cultural plural de España’ y ‘La Generación del 14 y América’.
La ambiciosa muestra está formada por más de dos centenares de piezas de distinta índole. En las vitrinas descubrimos fotografías, manuscritos oficiosos y oficiales, material científico, documentos, libros, publicaciones periodísticas e, incluso, audios de discursos que dan testimonio del contexto sociocultural en el que se hallaban en el primer tercio del siglo XX. Distintas noticias y cronologías dan cuenta de este periodo internacionalmente convulso, así como de la visita a España, en estos años, de algunos investigadores mundialmente conocidos, gracias a sus trabajos y al auge de sus respectivos campos de estudio, como Freud, Marie Curie y Einstein.
Sin embargo, el protagonismo se centra en las personalidades españolas. Las imágenes y textos provenientes de algunos de los centros de estudios más importantes (la Residencia de Estudiantes y la Residencia de Señoritas, entre otros) conviven con obras cuya repercusión en los círculos intelectuales y en la vida pública han sobrevivido hasta hoy. El visitante podrá observar clásicos de la literatura contemporánea, como Platero y yo (Juan Ramón Jiménez) o las célebres Greguerías ilustradas, de Ramón Gómez de la Serna. También hay espacio para la filosofía y la política, con el ensayo filosófico de Las Meditaciones del Quijote, de Ortega y Gasset, o el histórico Manifiesto del Gobierno Provisional de la II República.
La evolución científica dentro de nuestras fronteras, situada en la segunda de las salas, se materializa en numerosos e ingeniosos inventos procedentes, en su mayoría, de las áreas de la matemática, la ingeniería y la biología. Algunos de los útiles exhibidos son el fonógrafo y el quimógrafo (procedentes del Centro de Estudios Históricos), y algunos de los diseños del ingeniero y matemáticoTorres Quevedo (creador del primer transbordador para transportar personas, el telekino y diversas máquinas para cálculos matemáticos). Además, esta sección, cuenta con la presencia de dos grandes figuras claves de la medicina moderna: Gregorio Marañón (a través de un retrato de Zuloaga) y Santiago Ramón y Cajal (con su ‘Esquema del aparato de olfación’).
A estos materiales de distinta naturaleza hay que sumar las pinturas y esculturas que visten las paredes que acogen gran parte del grueso de la exposición. Estas obras, esencialmente pictóricas, reproducen los rostros más famosos del momento(los de los ya citados Ortega Gómez, de la Serna y de Juan Ramón, realizados respectivamente por Zuloaga, Vázquez Díaz y Juan Bonafé), los paisajes e inquietudes estéticas propias de Galicia, País Vasco y Cataluña, así como el gusto por movimientos de vanguardia, representados a través de algunas creaciones de grandes artistas como Picasso (‘Potreverre et citrin’) o Joan Miró (‘Le perroquet’).
El público que asista a esta antología podrá acercarse, de forma multidisciplinar, a una de las generaciones más prolíficas del siglo pasado desde una perspectiva muy concreta, determinada por el presente. Dentro de las cronologías y su organización, encontramos aspectos disonantes, ajenos a la visión de la época, que marcan como única posibilidad de futuro y objetivo el país que conocemos hoy. Algo que solo puede explicarse si entendemos la concepción de esta exhibición como un recuerdo desde los ojos de la España actual.