Mónica Carrillo, a propósito de «La luz de Candela»
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«Sabes diferente por las mañanas. Me encanta. Y que me mires y que sepas también cuál es mi sabor a esta hora. Y me recorras. Y me busques y me encuentres, varias veces.»
Mónica Carrillo es licenciada en Periodismo, diplomada en Turismo y cursó estudios de Arquitectura. En la actualidad presenta las noticias de Antena3. Trabajó como redactora y presentadora en TVE y en la Agecia EFE. La luz de Candela es su primera novela, un trabajo lleno de sensibilidad y emociones en la que la protagonista pone voz a sentimientos que todo el mundo ha experimentado en alguna ocasión…. de amor y dolor, de sufrimiento y felicidad, de rozar el cielo y la desesperación. Pero también es un canto a la amistad, al poder curativo del humor, a la fidelidad.
La luz de Candela. Mónica Carrillo. Editorial Planeta, 2014. 300 páginas. 19,50 €
Candela es una fotógrafa a la que un día se le cruza el amor y le pone todo patas arriba. Lo que empieza siendo una aventura apasionada con Manuel, llena de ilusión, se transformará para ella en una historia adictiva, de dependencia contra la que tendrá que luchar para desengancharse, y poder recuperar así las riendas de su vida. La emoción de los primeros besos, la complicidad y la pasión dan pie a la angustia de quien no recibe todo lo que da… La cara y la cruz del amor… Pero la vida sigue, siempre sigue…
P.- ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro? ¿Quizás como una manera de exorcizar ciertos demonios?
Lo más curioso es que no ha sido algo planeado. La historia de Candela nació y llegó hasta mí como una grata sorpresa. Probablemente se fue gestando a fuego lento desde hace años cuando abrí los ojos al mundo y comencé a estar más atenta a lo que tenía alrededor. Únicamente me he dedicado a observar, a fijarme en los detalles y plasmarlo después sobre el papel. Además, desde hace un tiempo, he ido lanzando microcuentos en Twitter y, dada la respuesta positiva de los seguidores, me animé a escribir algo más allá de esos 140 caracteres. Y así nació Candela.
P.- La dependencia emocional que tratas en tu novela, ¿cómo algo quizás que todos, antes o después, hemos tenido en nuestra vida?
Mi intención ha sido llevar al lector por todos los estadios de un amor pasional como el que viven Manuel y Candela. Quería que vivieran de la mano de sus protagonistas, su enamoramiento, la idealización, pero también el desamor y el desgarro. La dependencia se aborda también, pero no era un objetivo en sí mismo. En realidad mi propósito es emocionar al lector e invitarle a la reflexión a través de esas sensaciones que van aparejadas a las relaciones intensas.
P.- ¿Esa adicción inevitable y destructiva es algo que se ve venir? ¿O es posible que no nos percatemos hasta que se produce la temida ruptura?
Supongo que en cuestiones del corazón no hay fórmulas secreta ni pócimas mágicas. El enamoramiento llega. El amor te elige y no al revés. Yo he querido experimentar con esas emociones que van surgiendo de manera inesperada e incontrolada. Y todo ello, bajo el prima de Candela. Nosotros vemos la historia a través de sus ojos. Eso me parecía interesante porque se acerca a la realidad. Uno siempre tiene su propia lente, su único objetivo por el que se asoma al mundo que le rodea.
P.- Los sentimientos y la pasión se desbordan en tu libro como algo natural. ¿Amor y desamor son quizás las dos caras de un juego que escapa a nuestro control?
Desde luego, en el caso de Candela, el amor llega sin previo aviso. Manuel se presenta en su vida como un huracán arrasando todo a su paso. Me parecía interesante plasmar esa sensación de pérdida de control tanto en la fase de enajenación transitoria del enamoramiento como en la de la superación del duelo.
P.- ¿Cuánto de Mónica Carrillo tiene Candela? ¿Y cuanto ha descubierto de sí misma a la hora de dibujar a esa protagonista?
Seguramente tiene más Candela de mí que yo de ella. Yo le he aportado mi ímpetu y mi pasión de primeriza y ella me ha devuelto muchas cosas. Me he descubierto valiente a la hora de plasmar emociones, situaciones y momentos realmente sobrecogedores. Y todo gracias a ella. Hay muchas Candelas en mi Candela; muchas mujeres en una. A mí me ha dado la oportunidad de abrirme al mundo de la ficción y la creatividad y eso se lo agradeceré siempre.
P.- Humor y dolor, complicada combinación que sin embargo funciona perfectamente en tu libro… ¿la vida misma?
La vida es un constante vaivén de emociones. Las situaciones dramáticas se ven trufadas por momentos absurdos e incluso hilarantes. Yo he querido dar un paseo por todas esas sensaciones que incluyen el poder curativo del humor.
P.- La amistad tan importante que, a veces, cuando nos embarcamos en una relación, no nos percatamos de perderla… Pero el enfoque en tu novela va más allá.
Mi intención es que el lector acompañe a Candela en ese torbellino emocional que la atropella y le descompone su ordenada vida. Pero no solo he pretendido abordar la pasión. De manera tangencial aparecen otros tipos de amor a través de la amistad o la familia. Todos ellos cohabitan y son vitales para Candela.
P.- ¿Qué crees que puede aportar este libro al lector para que se acerque a las librerías a buscarlo?
Eso deben decirlo ellos una vez lo hayan leído. Yo solo puedo darles las gracias por elegir mi novela. La respuesta está siendo muy positiva porque el boca a boca está funcionando muy bien. Es muy emocionante. Yo pretendía emocionar a los lectores y finalmente están siendo ellos los que lo están consiguiendo. El libro ya no me pertenece; es de ellos. Me cuentan que han hecho suya la historia y que se identifican con muchas de las emociones que expresa Candela. Eso es lo más gratificante de todo.
P.- Acostumbrada a la frialdad de los informativos, ¿no sientes pudor a la hora de escribir una novela tan íntima y desgarrada como esta?
Los miedos me los sacudí el día que decidí que iba a escribir una novela de ficción. Cuando tomé la decisión sabía que era arriesgada pero a la vez muy estimulante. Soy periodista y cada noche cuento las noticias sujeta al rigor que requiere mi profesión, pero como novelista huí de cualquier corsé que me impidiera escribir con absoluta libertad.
P.- ¿Qué te aporta la literatura que no lo hace el periodismo?
Soy una enamorada de las palabra. En ese sentido, como comunicadora creo que las dos facetas son complementarias y enriquecedoras. Soy periodistas y me gusta escribir y contar historias. Ahora, con La luz de Candela, he descubierto esta vertiente más literaria que me apasiona.
P.- ¿Andas ya embarcada en nuevos proyectos narrativos?
Pienso en el presente y planeo poco mi futuro. Me dejo sorprender por la vida que, afortunadamente, está siendo muy generosa conmigo. Escribir mi primera novela ha sido un proceso intenso y quiero disfrutarlo hasta el final antes de pensar en el próximo. En la vida hay que pararse, digerir lo que nos sucede y aprender a disfrutar de todo. Yo estoy en ello. Lo que venga después, ya se verá.
Por Benito Garrido.