CríticasPoesía

Abolición de la pena de muerte

 

javier gallego cubiertaAbolición de la pena de muerte

Javier Gallego Crudo

 

Arrebato, 2013

 

 

Por Alberto García-Teresa

 

El primer poemario de Javier Gallego aporta un conjunto de poemas de corte existencialista, con los que construye una atenazante atmósfera pesimista.

Publicado en una cuidada edición ilustrada, Abolición de la pena de muerte se vertebra a nivel léxico con el campo semántico de la muerte. La práctica totalidad de los títulos de los textos aluden a él, y son constantes los juegos de palabras y las paradojas con expresiones comunes sobre la vida y la muerte. Asimismo, la tristeza, más que la angustia, es la nota predominante de los versos. Se aprecia, de hecho, cierta resignación a ella.

El autor concibe la escritura como introspección y expresión desnuda del “yo”. Desde ese presupuesto, el poeta despliega sus palabras con cierta intención feísta y violenta, quizá para remarcar la repulsión vital (“no escribo palabras / vomito sonidos”). En ese sentido, destaca, sobre todo, el continuo desdoblamiento del “yo”, que habla de sí y se observa como un ser ajeno a sí mismo. No hay piedad en ello, sino reiteración en el desasosiego. Además de desprender una pésima autoestima, el “yo” manifiesta su desintegración, la pérdida de sentido de su existencia: “Porque no soy / más que / escombros / materia / desechada”. A partir de esa negación, el “yo” transita por su vida sin interés, consciente de que ya no puede sentir más dolor. Por eso expresa una vida falta de sentido. Entonces, la muerte se expresa con naturalidad, sin trauma, y, a veces, es entendida también como fracaso. Igualmente, el amor aparece de manera ocasional como fuente de dolor.

Así, Gallego construye una obra un tanto opresiva, desesperanzada, con una mirada quebrada de la vida: “vivo, luego estoy en peligro de muerte”.

javier gallego

One thought on “Abolición de la pena de muerte

  • Parece que es genial. Que interesante titulo, ojala su contenido sea mejor. Me gustaría leerlo.

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