Ópera cómica y profunda: España vista por un italiano
Por Horacio Otheguy Riveira
El barbero de Sevilla seduce desde la obertura, festiva y romántica. Luego todo son arias prodigiosas dirigidas con maestría por José Fabra.
Tanto si eres amante de la ópera o vas por primera vez, lo mejor es acercarse a este teatro y cerrar los ojos, dejarse envolver por una estupenda versión musical con más de treinta músicos en vivo y entre buenas y formidables voces, dentro de una puesta en escena muy vulgar, poco lucida, muy cercana a los sainetes musicales de comienzos del siglo XX. Dudo que eso sea lo correcto con esta maravilla de composición, pero es lo que hay, en una producción modesta con un envoltorio musical realmente estupendo.
Todo gira en torno a un amor no consentido por las normas del tutor de una huérfana que cuando comienza la acción ya está enamoradísima del Conde de Almaviva, un amor prohibido, del que nunca sabremos el origen, ni importa, porque lo que de verdad importa es cantar una divertida burla a los avariciosos burgueses incapaces de gozar del amor…
Las arias circulan a partir de la jacarandosa aparición del Barbieri, un pícaro que se dejará utilizar por los virginales enamorados a cambio de dinero, unas cuantas monedas, algo menos que lo que piensa sacar el anciano tutor casándose con la jovencita heredera de una fortuna.
No importa tanto el argumento como la magnífica capacidad de ensueño de un músico que el día del estreno tuvo que soportar toda clase de desmanes, naturales y propiciados por los clásicos enemigos de otras compañías: abucheos, destrozos escenográficos, equivocaciones de los cantantes, fallos técnicos… un desastre que propició la imagen de que Il Barbieri di Sevilla tenía la maldición española de su origen…
… pero pocas semanas después todo cambió, hasta la fecha. Han pasado bastantes años desde aquel 1812, para muchos el comienzo de la ópera buffa, o cómica, o paródica de la sociedad y los dramas tremebundos propios de la ópera lírica en la que nunca se escapa la menor pasión imposible. Sólo faltaba la homosexual… pero ya está consagrada con la versión operística de la multipremiada película de Ang Lee, Brokeback Mountain, ya estrenada en España recientemente, con música de Charles Wuorinen.
Pero este Barbieri huye de los dramas para consagrarse a la alegría de vivir en torno al demonio del dinero y sus prisiones. Una ópera encantadora, un juguete cómico-musical en su aparente ligereza técnica, pero un auténtico prodigio de creación operística que se presencia como si se navegara en un hipnótico ambiente de alegría y muy acertadas visiones de la cruel burguesía imperante en las costumbres de entonces.
Hay bastantes escenas que podría reproducir, pero como no tengo vídeo de esta puesta en escena, voy a dejaros con otra interpretación bastante parecida. La de don Basilio, un maestro de música de la dulce y brava Rossina (Soy muy dulce, pero si me provocan…), que en esta versión del Reina Victoria convirtieron en cura.
Da igual, su aria sobre la calumnia, dirigida al avaricioso Bartolo resulta incomparable, a sabiendas de que también ha sido sobornado para la consagración de los buenos amantes. Una buena causa bajo la música de un artista genial… y la seductora melodía de una bolsa de monedas.
Il barbieri di Siviglia
Con sobretítulos en castellano
Libreto: Cesare Sterbini, basado en “El barbero de Sevilla o la precaución inútil”, de Beaumarchais
Música: Gioachino Rossini
Dirección musical: José Fabra
Directores de orquesta (en días alternos): José Fabra/Borja Quintas/Guillermo Bautista
Dirección escénica: Juan Manuel Cifuentes
Intérpretes (en días alternos):
Fígaro: Borja Quiza/Carlos Andrade/Jaime Carrasco
Rosina: Joana Thomé/Judith Pezoa/Eugenia Enguita
Conde de Almaviva: Pablo Martín Reyes/Jorge Franco/Ángel Álvarez
Bartolo: Alberto Arrabal/José Antonio Carril
Basilio: Víctor García Sierra/Mario Valdivielso
Berta: Hévila Cardeña/Raquel Albarrán
Fiorello/Oficial: Alexis Heath
Diseño de escenografía: Mónica Teijeiro
Diseño de iluminación: Carlos Torrijos (La Fábrica de Luz)
Lugar: Teatro Reina Victoria
Fechas: Hasta el 27 de abril de 2014