¿Por qué esperamos el retorno de Mad Men?
POR M.J. Cuando en los años 50 apareció la televisión, se encontró con que el mundo del cine le hizo el vacío. Aunque eso duró poco tiempo, ya que las productoras,-ávidas de dinero-, vieron en esa pequeña caja tonta un negocio bastante rentable: venderle los derechos de antiguas películas que ya no podían comercializar en salas.
Así que cine y televisión se aliaron, pero siempre dejando claro que el cine era (y es) arte, y la televisión un mero entretenimiento. Bien, pues una servidora después de ver Mad Men ha cambiado de opinión.
No hace falta ser muy cinéfilo para darse cuenta que el cine que se está haciendo estos últimos años tiene principalmente un objetivo: entretener. Por suerte hay excepciones pero la realidad es que en general se rebaja el nivel intelectual del público. Con esto no estoy diciendo que el cine comercial sea una mierda, pero hay una gran diferencia entre películas comerciales como Pretty Woman, Tiburón, La jungla de Cristal o Regreso al futuro y las que se están haciendo ahora.
Y series como Mad Men nos demuestran que las series de televisión se están convirtiendo en pequeñas obras maestras. Estábamos acostumbrados que las series nos hacían reír y llorar con unos personajes que dejábamos entrar cada día, -o cada semana-, en nuestra casa. En otras palabras: nos entretenían. Pero no tenían vocación de calidad. No las comparábamos con las películas. Pero ahora sí. ¿Qué son, Los Soprano o A dos metros bajo tierra sino series de alta calidad tanto en dirección, interpretación y guión? Sus personajes ya no solo nos entretienen sino que han pasado a formar parte de nuestra vida; son personas.
Y Mad Men, señores, está siguiendo los mismos pasos de calidad que estas dos grandes series. Ambientada en los años 60, se centra en la vida de un publicista y su entorno. Al principio quizás solo nos fijemos en el rol de la mujer, en que beben mucho (demasiado), y en que el ginecólogo fuma en su consulta. Pero poco a poco, nos damos cuenta que su creador, Matthew Weiner, aprovecha los hechos históricos, como la muerte de J.F Kennedy, para describir los dramas personales de Don Draper, el protagonista. Un protagonista que es más bien un anti-héroe, la definición de “un hombre hecho a sí mismo”. En definitiva, un gran personaje que ya forma parte de nuestra vida.