Juan José Millás se encuentra con su alter ego en “La mujer loca”
«Mientras escuchaba a Julia, Millás no dejaba de preguntarse si estaba perdiendo el tiempo o si la chica tendría un reportaje. Un reportaje loco. Le hipnotizaban sus alucinaciones verbales (¿serían ciertas?), la facilidad con la que se deslizaba de un asunto a otro, la exactitud en la reproducción de los diálogos ajenos… Escucharla era como asistir a un discurrir de conciencia, a una sucesión de monólogos encadenados.»
La parte más irreal y provocadora de Juan José Millás regresa a en forma de novela, La mujer loca (Editorial Seix-Barral, 2014), una historia que bandea los límites de la realidad y de la ficción, y donde el lector deberá decidir qué es verdadero y qué es falso. “Podremos ver como el narrador cuenta la historia de un alter ego mío, un especial desdoblamiento que representa lo que le pasa al personaje y lo que le pasa al autor”, comenta Millás durante una presentación que busca articular sobre un discurso claro y cómplice. La mujer loca se construye entonces como un ejercicio de honestidad donde la extrañeza, el humor y los vivos diálogos habituales del escritor, confluyen para que Millás afronte sus cuitas como autor desde la verosimilitud de la pura ficción.
La mujer loca
Julia trabaja en una pescadería y de noche estudia gramática porque está enamorada de su jefe, que en realidad es filólogo. En sus ratos libres, la joven ayuda en el cuidado de una enferma terminal, Emérita, en cuya casa coincide con Millás, que está haciendo un reportaje sobre la eutanasia. Durante sus visitas, el escritor se siente atraído por la idea de novelar la vida de Julia, aunque para lograrlo deberá enfrentarse a su bloqueo creativo con la ayuda de una psicoterapeuta. La realidad trastoca los planes del escritor cuando Emérita revela un secreto que ha guardado celosamente toda su vida. Lo que había comenzado como una crónica periodística se convierte entonces en una suerte de novela en la que él se verá involucrado como personaje.
Esta novela supone entrar en contacto con tres Millás: el autor, el narrador y el personaje protagonista. “Por un lado, el Millás personaje estaba buscando dejar testimonio sobre la eutanasia para así abrir un debate necesario, pero por otro lado surge la atractiva presencia de la loca, Julia. Así que surge un híbrido en el que se encuentran dos historias: la loca que da paso a la novela, y la enferma que da paso al reportaje”, explica el escritor. “Esta es una novela que supone una gran exposición del autor por el nivel autobiográfico que tiene (el personaje comienza a hacerse mayor y se tiene que enfrentar a la vejez, al mismo tiempo que pasa una sequía narrativa…). En esa línea, realidad y ficción van ligadas y navegan juntas a lo largo de toda el relato”. La mujer loca contempla entonces una de las grandes preocupaciones de Millás, la relación entre original y copia.
“La diferencia entre lo verdadero y lo falso cada vez es más difícil de establecer”. La dinámica entre verdadero y falso con el original atraviesa toda el relato, porque en el fondo lo que Millás quiere hacer es una novela falsa… Pero ¿cómo se hace una novela falsa? “Vivimos en el mundo de la copia, algo por lo que siento verdadera fascinación y que está muy presente en la novela. Escribir una novela verdadera supone correr muchos riesgos, mientras que si es falsa, no”, comenta el autor, que considera que narrarse a sí mismo, como si se viera desde fuera, es algo que todo ciudadano de a pie, aunque no sea consciente se plantea en su día a día, cuando va camino de la oficina. Asimismo, destaca que el proceso de escritura le llevó a lugares complicados en los que tuvo que buscar qué significaba escribir para él y por qué había establecido siempre esa división entre literatura y periodismo, preguntas que quedan respondidas en la novela.
Otro tema que trata Millás durante la presentación es el de la eutanasia como “una solución válida para determinadas situaciones en las que uno mismo debería tener derecho a decidir sobre su vida. La vida nos coloca frente a la muerte, y la muerte frente a la vida, como dos partes que van ineludiblemente unidas. Sin embargo, la muerte se sigue viendo como algo fúnebre y clandestino; vivimos como si nadie hoy día se fuese a morir”.
Juan José Millás (Valencia, 1946) es autor de las novelas Cerbero son las sombras (Premio Sésamo, 1975), Visión del ahogado (1977), El jardín vacío (1981), Papel mojado (1983), Letra muerta (1983), El desorden de tu nombre (1986), La soledad era esto (Premio Nadal, 1990), Volver a casa (1990), Tonto, muerto, bastardo e invisible (1995), El orden alfabético (1998), No mires debajo de la cama (1999), Dos mujeres en Praga (Premio Primavera de Novela, 2002), Laura y Julio (2006), El mundo (Premio Planeta 2007 y Premio Nacional de Narrativa), y Lo que sé de los hombrecillos (2010). También ha publicado libros de relatos y trabajos de corte periodístico. Su obra narrativa se ha traducido a 23 idiomas.
La mujer loca. Juan José Millás. Editorial Seix-Barral, 2014. 240 páginas. 17,50 €
Por Benito Garrido.
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