Editorial Foc: Anatomía de una editorial digital
Editorial Foc nos ofrece una propuesta diferente y arriesgada que crea un puente virtualmente necesario y posible entre autores y lectores, mimando a ambos y ofreciendo un resultado exquisito y cuidado, vivo y abierto. Una editorial digital que no deja de crecer y cuya búsqueda apasionada supone todo un reto y su leit motiv. Aman y viven la literatura y no temen el fuego.
1.¿Cómo, cuándo y por qué nace Editorial Foc?
Cuando fundamos Foc pensamos mucho acerca de qué y cómo queríamos editar. A diferencia de otras editoriales nosotros no salimos con un plan editorial preestablecido. Somos una editorial digital y lo digital es inmediato, en cambio constante, vive y crece de un modo inabarcable. Por ello pensamos que para encontrar a las voces y a las obras para nuestro catálogo debíamos reflejar eso de algún modo, y lo hicimos buscando en la red de esta manera. Nuestro catálogo está premeditado en el sentido de que publicamos después de trabajar con el autor, es decir, hemos pensado antes qué hacer… pero no lo está en el sentido que no sabemos qué va a ser lo siguiente, la literatura está ahí y al final se encuentra. En definitiva, creemos que editar es, de un modo u otro, acercarse al pulso del presente y adelantarse un poco a él cuando se pueda, intuyendo el siguiente paso, y es lo que intentamos reflejar en nuestro catálogo.
2.¿Se corren más riesgos en soporte digital?
Si bien es cierto que, al ser algo nuevo hay que tener un poco más de paciencia, ya que es algo que el público se está acostumbrando y la tecnología se está desarrollando, hay muchas oportunidades en ello. Desde luego, nosotros en Editorial Foc queremos aprovechar todas esas ventajas que la tecnología nos permite ofrecer al autor y al lector. Ellos son los protagonistas para nosotros. Queremos acercarnos a ellos y para ello les damos facilidades, buenos libros a un muy buen precio y con un servicio a la altura: el lector tiene una cuenta con su biblioteca y los libros que ha comprado siempre disponibles para bajar. Nuestro catálogo abarca voces de todos los países pues ya contamos con autores de México, Argentina, Chile y, por supuesto, España. Es otra de las ventajas de la edición digital, el poder contactar, publicar y distribuir sin tener en cuenta las distancias que ya sólo existen en lo físico. Edito a autores a los que jamás he visto en persona y que, sin embargo, tengo la sensación de conocer pues he trabajado su obra que es, de algún modo, parte de ellos mismos y que hace que haya una amistad entre nosotros. Creo, y me gustaría, que eso se reflejara en nuestros libros y en el modo en el que funcionamos.
3. ¿Cómo sobrevive lo virtual?
Lo virtual no muere nunca, es otra de sus virtudes. Los libros se destruyen, cuando no se venden, y, en algún momento, simplemente perecen. En nuestra página web, el lector tiene su colección y, mientras Editorial Foc exista, podrán bajarse el libro cada vez que lo necesiten. Hay muchas librerías, en las que estamos, que dan el mismo servicio.
4.¿Decís que “se trata de construir una nueva literatura”. Leer más, leer mejor, tener más libertad, promover el self-service, es un sistema más democrático, la revolución que ya sufre la música llevada a la literatura…?
El mundo de la edición y la literatura está cambiando. Internet ha hecho evolucionar todo aquello que tiene que ver con el consumo de la cultura: el vídeo, la música y la lectura.
La lectura, en este sentido, creo que es un caso especial. El libro no había evolucionado en formato desde hace demasiado tiempo. Si lo comparas con la música o los audiovisuales es ridículo ver lo poco que se ha innovado el libro desde que existe. Justo por este motivo puede que cueste un poco más. Una herramienta nueva implica nuevas ventajas y nuevos retos, no todos están por la labor y nadie parece saber muy bien qué hacer, qué tipo de negocio o solución habrá. Es un periodo inquieto y muy revuelto pero, justamente por eso, creo que es uno de los momentos más interesantes de la historia de la edición. Todos estamos pendientes de todos los lugares, viendo cómo evoluciona el cambio, cómo responden los lectores y qué soluciones van apareciendo. Además lo observamos a una escala mundial e inmediata. A mí me fascina poder formar parte de ello, aunque sea de una manera muy modesta, y creo que el panorama se acabará beneficiando de todos estos cambios, lo que es seguro es que está creciendo y, con ello, enriqueciendo. Con ello quizás peco de optimista en el sentido que se cometen, y se cometerán, errores que pueden crear cierto lastre, pero incluso eso es bueno: errar es el camino más corto para aprender y mejorar. Hay que tomar buena nota de todo y no repetir esos errores, eso sí. Dicho esto, creo que el lector quiere leer, y para ello necesita el texto, que es lo esencial. Internet llega a más sitios de una manera más rápida y más eficiente, tan sencillo como eso.
5.¿Qué se le dice al romántico del papel impreso?
Desde el nacimiento de la escritura producir literatura ha sido un bien que sólo lo es si alguien hace uso de él. La Antigua Biblioteca de Alejandría era un símbolo de poder. Hoy en día no ha cambiado, las bibliotecas más grandes del mundo son un signo de poder económico: la del Congreso de los Estados Unidos, la británica o la del Vaticano, por poner ejemplos rápidos. El conocimiento es un bien que va más allá del negocio, es crear algo. Hoy en día tenemos en la red la mediateca más grande de la historia. Es relativamente accesible, es asequible y sobre todo, no es elitista… Tiene muchos defectos, ¿quién lo duda?, pero es cultura y lo es porque la gente puede acceder a ella. ¿Cuántos pueblos y ciudades hay sin librerías? ¿Cuántos pueblos existen sin bibliotecas? Y, cuando existen, ¿están siempre los libros necesarios, no se descatalogan?
El libro digital ofrece unas ventajas diferentes a las del impreso, se complementan y, justamente por eso, ambos son necesarios.
6.¿Daríais el paso al soporte físico de ser posible?
Sí, por supuesto. No descartamos nada que nos pueda ayudar a difundir la literatura, al contrario, todas las ideas y maneras, nuevas y viejas, son bienvenidas.
7.¿Cómo funciona vuestro sistema de promoción?
Usamos las redes sociales, sobre todo Facebook, Twitter y Tumblr también tenemos una serie de blogs, revistas culturales, etcétera Tenemos la suerte que en librerías, como www.amabook.es, recomiendan nuestros libros a sus lectores, y también estaremos en www.24symbos.com que es una gran plataforma para llegar a los lectores.
8.¿Cuánto hay de cerebral y cuánto de pasión en un editorial virtual?
Intentamos llevar un equilibrio aunque siempre nos puede la pasión, ¿para qué negarlo? Tenemos ímpetu, ganas por hacer, por promover, por experimentar. Por ejemplo, tenemos un libro, Crónicas del ciberespacio al que vamos añadiendo páginas porque el autor así lo quiere. Es un ensayo acerca de internet y la tecnología que se va actualizando sin coste extra alguno para el lector que se lo compró. Cualquier hombre de negocios importante diría que si ofreces más debes cobrar más, pero tanto nosotros como el autor queremos que el libro se lea y sabemos que, hoy en día, estamos ofreciendo un servicio al lector y queremos hacerlo de la mejor manera posible. Nuestra pasión por la literatura nos puede, ¡y espero que eso no acabe con nosotros!
9.¿Próximos libros que traéis entre manos?
La verdad es que tenemos joyas increíbles entre manos. Justo acabamos de publicar Seamos buenos animalesde de Ángel Ortuño, uno de los poetas más activos y reconocidos de México, y 666 una novela y una de nuestras apuestas más arriesgadas. Y ya estamos trabajando el libro que explica el Seminario de Nueva Poesía de Chile, en el que recogeremos poemas, entrevistas y ensayos de los poetas más jóvenes de Chile, de la mano de Héctor Hernández Montesinos, además de preparar la edición digital de La espera posible de Grecia Cáceres que presentará, como invitada, en la Feria del libro de Bogotá.
