CANAL NOSTALGIA: Alfred Hitchcock presenta…
Por JON C. ALONSO. En aquellos viejos y oscuros años, los políticos experimentaban el sabor chic de asomarse por los pasillos del Paseo de la Habana. El olor a nuevo de la vetusta TVE era de su gusto. Aún redoblaban los ecos de la boda real en el país, del chocolate y las frías trincheras del héroe Alastriste. Todo era un flan Dhul continuado y sopa boba. Nuestros abuelos, padres, tíos y demás eran los mayores acólitos al escaparate de cristal en las nuevas tiendas de cajas mágicas. Tanta magia que el maestro del suspense se enamoró de este aparato y nos trajo historias de crueles pesadillas, que quebraron los sueños de nuestros progenitores y pasaron a ser de dos rombos por decreto notarial. Todo el mudo se quedó alucinando al ver a un Sr. Gordo en la TV multifranja.
Buenas noches, soy Alfred Hitchcock y esta noche les presento la primera de una serie de historias de suspense y misterio curiosamente tituladas “Alfred Hitchcock Presenta…«. Yo no actuaré en estas historias pero sí que haré pequeñas apariciones, antes y después de cada capítulo, para explicar el título del episodio a aquellos que no sepan leer y finalmente para poner todo en orden y explicar el final de la historia a aquellos que no lo hayan comprendido.
De fondo sonaba el corte musical de la marcha fúnebre para una marioneta de Gounod. Así, con un descaro sui generis, comenzaba el show del maestro de la intriga del cine y ahora, de la TV. Corrían los años 50. Hitchcock no sólo se hallaba en la cima de su popularidad cinematográfica, sino que también encontró la cúspide creativa en un nuevo medio tan adictivo como la TV. La legendaria serie de 268 capítulos, los cuales fueron emitidos a lo largo de siete temporadas, son uno de los mayores tesoros audiovisuales de la humanidad. Desde 1955 hasta 1960 en la CBS y entre 1960 y 1962 en la NBC, que adquirió sus derechos a posteriori, el mago del suspense dirigió 17 historias. No obstante, aportó a la serie su presencia como anfitrión, una garantía de éxito y una manera de hacer televisión comercial, de calidad y factura creativa. Hitchcock hizo pura imaginería al servicio de la televisión moderna. Algo así como el edén de las futuras producciones de Lynch para ABC o David Simon en HBO. La serie está compuesta por pequeñas historias originales, llenas de toques escabrosos, una cascada de humor negro y evidentemente, unos finales que resultaban tan impactantes, como difíciles de olvidar. A lo largo de los años nos encontramos a realizadores como SydneyPollack, Robert Altman, Don Taylor, Arthur Hiller, Norman Lloyd, Robert Stevenson, Paul Henreid, Robert Stevens o Lewis Teague, que dirigieron diversos episodios. Entre los guionistas figuraron reputados autores literarios como RayBradbury, Richard Matheson o RoaldDahl y también se adaptaron relatos procedentes de escritores tan exquisitos, como Patricia Highsmith o H.G. Wells. Premiado con un Globo de Oro al mejor programa en 1957 y tres premios Emmy, aparece también como una de las cien mejores series de la historia de la TV. Memorable fue su capítulo inicial «Venganza», sobre un marido (Ralph Meeker), que —erróneamente— se vengaba de un supuesto atacante a su mujer cuando descansaba, plácidamente, en la caravana del camping (Vera Miles). Dejándonos un final grandilocuente y apoteósico.
En 1985, la NBC preparó un revival conocido como “El nuevo Alfred Hitchcock presenta” Se volvieron a rodar 76 capítulos de aquellos fabulosos, ya emitidos en los 50. La principal novedad, es el color y la aparición de nuevos actores de esta última época, con nombres tan célebres como los míticos Bette Davis, Roger Moore o Robert Redford. En España se pasó por primera vez en el año 1965 y posteriormente, en la década de los 80. Actualmente, se pueden localizar en Amazon las 6 primeras temporadas en V.O.
Sí. Es lo que suele pasar en primavera el efecto «plof». El dedo anular me ha jugado un par de pasadas con la o del maestro Don Alfred y su inefable apellido Hitchcok. No había nada más adorable que llamarle como le gustaba al hombre; «Hitch». Para los puristas disculpen la errata tipográfica de la O. Saludos
Jajajaaa… ¿No será un efecto de sobredosis antihistamínica? Tanta nostalgia…
Muy buen artículo Jon. Saludos, Anna
Interesante artículo; por si os interesa, Alfred Hitchcock es uno de los protagonistas de la novela gráfica «Divitos y coleando»; está en fase de captación de mecenas, pero podéis descargaros libremente el capítulo dedicado al genio inglés y si os gusta apoyar el proyecto en este enlace: http://libros.com/crowdfunding/divitos-y-coleando/