Manuel Barea sorprende con “Vertedero”, I Premio Valencia de Novela Negra
«Sí, tal vez lo justo sería pensar que mi nuevo yo se originó en la basura. En su composición. Tanto en su composición como en su descomposición, quién sabe. La razón de ser de la basura, y la mía, y la de todo esto, al fin y al cabo, quizá sea la misma, y quizá sea así porque todo se originó en la basura y en el exceso de basura. La basura se amontonaba allá por donde miraba. Y me gustaba pensar, y me distraía pensando, y me deleito pensando que al fin todos habíamos acabado acostumbrándonos a su aroma, sucumbiendo a la basura. Todos, sin excepción.»
Actualidad editorial:
Llega a las librerías la obra ganadora del I Premio Valencia de Novela Negra. Se titula Vertedero (Editorial Lengua de Trapo, 2014) y su autor Manuel Barea (Sevilla, 1989) ha sorprendido a todos con una primera novela en la que se demuestra como un narrador sorprendentemente maduro (pese a su juventud), capaz de crear una trama contundente y unos personajes que, en los límites entre la novela negra y la crónica social, desbordan la idea de género. El jurado, que estuvo presidido en su momento por la diputada de Cultura de la Diputación de Valencia, María Jesús Puchalt, y compuesto por Francisco Camarasa, Mariano Sánchez Soler, Fernando Varela, Marina López y Teresa Solana, otorgaron por unanimidad el citado premio al escritor sevillano que se ha visto recompensado con la redonda cantidad de 20.000 euros. Manuel Barea, que se impuso a otros setenta y tres novelistas, es licenciado en Traducción e Interpretación y Humanidades, le gustan los White Stripes y los Simpson, y como se comentaba antes, Vertedero es su primer libro.
Sur de España, años 90. Tres delincuentes de poca monta huyen de la policía tras un golpe fallido. Uno de ellos es conminado a abandonar el coche en el que huyen para distraer a la policía y así los otros dos puedan escapar. Tras ser capturado, pasará siete años en prisión, preparando la que será su venganza; no sólo contra sus antiguos cómplices, sino también contra los capos del narcotráfico y los policías corruptos que están destruyendo su barrio.
«Si hay cualquier control de la Guardia Civil en la carretera de Jerez o la de Rota, aunque sea para soplar, y te ven esas pintas de puto vagabundo expresidiario que parece que acaba de robar el coche, nos paran seguro y ya la hemos jodío, pero si vas como yo y lo único que ven son dos muertosdehambre arreglados que parece que vienen de currar de algún catering o alguna mierda de esas, no nos paran y punto, para casa.»
Todo lo que puede salir mal saldrá mal. Este mantra acompañará a los personajes que pueblan Vertedero, sombras empujadas a los márgenes de la realidad que intentan sobrevivir en barrios, ciudades, sin futuro. En esa tesitura es en la que tres de esos habitantes deciden atracar una residencia de veraneo; algo que se antoja fácil y limpio, pero todo lo que puede salir mal… Ese atraco significará para uno de ellos tener que enfrentarse a su destino, decidir cuál es su bando. Elaborará un implacable plan con el que lograr no solo su propia salvación, sino también la de los suyos. Pero, como no puede ser de otra manera, toda redención conlleva sacrificios.
En un estilo rápido, sin concesiones, Manuel Barea construye una novela dentro de los cánones del género en la que destaca una ambientación y unos personajes que atraparán al lector más exigente. En palabras de Lorenzo Silva que apadrinó la entrega del premio, Vertedero “es un retrato de la marginalidad de los suburbios del sur, con una estructura interesante y original y una sólida construcción del personaje principal”.
Vertedero. Manuel Barea. Editorial Lengua de Trapo, 2014. 222 páginas. 17,47 €
Hace años,tal ves 12 o un poco mas, leí una novela que se titula El Vertedero, de un escritor italiano de apellido Teobaldi,y en la que el autor recrea su vida a partir de narrar la manera como su casa se convirtió en un Vertedero al cabo de 30 años de matrimonio. Su liberación va paralela, luego del divorcio, a la limpieza de su casa, pues no hay día en que no encuentre una chichería de las miles que acumuló su mujer en 30 años de juntura.
No he leído la novela de Barea, sin embargo, sospecho de su originalidad, no solamente por el título sino por lo que sugiere el texto introductorio de esta reseña que hace Culturamas.
No quiero parecer demasiado condescendiente, pero me ha encantado este blog.