Hasier Larretxea, Barreras
Barreras
128 páginas
La Garúa, 2013
ISBN: 978-8-940575-4-0
Después de su valiente primer poemario, La última bala, se publica en castellano, vertido por él mismo y por Zuri Negrín, el segundo libro de poemas de Hasier Larretxea, editado originalmente en euskera en 2011.
La obra gira alrededor del dolor y sus secuelas. Cuando este parece que ha desaparecido, permanece el daño, la cicatriz (“qué hacer con los restos. / Con la ceniza”). Pero el proceso de descomposición aún no ha terminado, y abundan las referencias al derrumbe, a la inminencia de la devastación en estos sintéticos textos.
Larretxea trabaja con poemas generalmente breves, formados por versos muy concisos, donde se yuxtaponen enunciados que dejan mucho espacio al lector, desconectados entre sí. Expone contundentes y rotundos fogozanos (a veces, sólo son sintagmas nominales) que retratan el concepto o la situación que pretende abordar. Así, esa fragmentación resulta acorde con la fragilidad del equilibrio que está a punto de quebrarse en el universo al que se refiere su poesía. La búsqueda de la salvación en ese derrumbe (que es físico y sólo alegóricamente adquiere otros significados –moral, psicológico, político–) es otra de las líneas que aborda el volumen. También apunta varias reflexiones metapoéticas en ese mundo agónico. Asimismo, otra de las series de poemas tiene la luz como elemento central, con el sentido de metáfora de supervivencia, también de la memoria; de la vida frente a la muerte. Aparece esta ligada al individuo, y tiene un contexto más íntimo. En ese sentido, a pesar del pesimismo general que destilan los textos, existe un ímpetu vitalista muy fuerte, que no cede y que es impulsado precisamente por la constatación de la desolación (“cuando no hay / elección, / la vida / es la única / posibilidad”).
En definitiva, se trata de un poemario oscuro, que huye de lo explícito para hablar del presente y que consigue una densa atmósfera muy notoria.